Brasil es la sexta economía más grande del mundo con 200 millones de habitantes y será el anfitrión de la Copa Mundial del 12 de junio al 13 de Julio de 2014 y los Juegos Olímpicos en el verano de 2016. Se estima que aproximadamente 600,000 turistas asistirán a la Copa Mundial de Futbol, principalmente de América.
Mientras la mayoría del turismo disfruta de la belleza de Brasil, sus sitios y playas, muchos individuos viajan a Brasil para el turismo sexual o mientras asistiendo a este tipo de grandes eventos deportivos, explotarán mujeres, niñas y niños en el comercio sexual. Brasil es uno de los países en América Latina y el Caribe, con el más alto índice de turismo sexual junto con República Dominicana, Costa Rica, Venezuela y Puerto Rico.
Brasil es un país de origen, tránsito y destino de mujeres, hombres, niñas y niños víctimas de trata sexual. Informes sobre niñas y niños víctimas de trata sexual son particularmente altos en la parte Noroeste de Brasil, en Fortaleza, una de las sedes de la Copa Mundial. Los turistas sexuales infantiles llegan frecuentemente de Europa y los Estados Unidos, pero la demanda local de prostitución también prevalece. Muchas personas transgénero brasileños son también severamente explotados en el comercio sexual.
El Gobierno de Brasil ha tomado medidas para prevenir la trata sexual en el país, inclusive destinando fondos para abordar la trata de personas, asistir víctimas y lanzando y promoviendo campañas en medios masivos sobre la trata de personas. Sin embargo, debe incrementar sus esfuerzos para prevenir, erradicar y sancionar la trata sexual. La Ley Brasileña define la trata como un delito basado en movimiento, contrario a lo establecido en el Protocolo de Naciones Unidas (Protocolo de Palermo) que Brasil ratificó. El Gobierno debe comprometerse a sancionar a quienes participan en la explotación sexual de seres humanos, incluyendo el turismo sexual infantil. En el año 2006 un Estudio de la Universidad de Brasilia encontró que, una cuarta parte de los destinos turísticos de Brasil aproximadamente cuentan con un mercado sexual activo para la explotación de niñas, niños y adolescentes. Con aproximadamente 500,000 niñas y niños reportados como vendidos en el turismo sexual, Brasil está posicionado para convertirse en un país con el más alto número de niñas y niños en prostitución en el mundo.
En 2002, el Ministerio del Trabajo y Empleo de Brasil incluyó la prostitución en la lista de trabajos y profesiones autorizadas y reconocidos para cualquier persona mayor de 18 años. El promedio de escolaridad sugerida como necesario para la prostitución es entre 4º. Y 7º. Grado. La Sección 5198 de la clasificación de ocupaciones brasileñas está en clara violación del Artículo 6 de la Convención de Naciones Unidas sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra las Mujeres (CEDAW), ratificada por Brasil.
Pobreza, discriminación y violencia de género están entre los factores que promueven la comercialización de millones de niñas y mujeres en Brasil. “Es fácil comprar una niña, es como comprar chocolate… está fuera de control”, dice Carlos Da Bomb, consejero de la juvenil. Incluso a plena luz del día en las playas, los turistas sexuales “vienen en sus coches en búsqueda de comprar sexo”, dice Susani, una joven explotada en el comercio sexual. Los taxistas, trabajadores de hoteles y narcotraficantes forman una red subterránea que conecta la oferta y la demanda en la industria del sexo brasileña.
Tener relaciones sexuales con niñas menores de edad es “inmoral y reprobable”, dijo el Tribunal Penal Superior de Justicia de Brasil el 27 de Marzo de 2012. Sin embargo, de acuerdo con otra decisión del mismo tribunal decidió que un hombre que tuvo relaciones sexuales con niñas de 12 años de edad, no cometió ningún delito. Revirtiendo la sentencia del tribunal local los jueces de la Corte Penal Superior dictaminaron que la edad de consentimiento (14) no era absoluta, y que podría mantenerse o modificarse según las circunstancias. En el caso de las tres chicas determinó que estaban “trabajando” en la prostitución, y por lo tanto los jueces declararon que estas chicas no eran “inocentes, ingenuas, ignorantes o mal informadas acerca de cuestiones sexuales” y decidieron que estas niñas estaban lo suficientemente maduras para dar su consentimiento.
Todos estos factores – el crecimiento del turismo sexual, el reconocimiento de la prostitución como un trabajo legítimo, y el crecimiento exponencial de todas las formas de explotación sexual de la niñez- se combinan para sentar las bases para un aumento alarmante de la trata con propósitos sexuales, tanto nacional como internacional y prostitución durante la Copa Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos Olímpicos en 2016. Hay claros vínculos entre el aumento de la demanda y la ocurrencia de grandes eventos deportivos, como la Copa Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos y la creciente explotación de mujeres, niñas y niños en el comercio sexual. Proxenetas y tratantes proveen a los compradores de sexo, la demanda, con la oferta de seres humanos vulnerables, especialmente mujeres, niñas y niños.
Reconociendo los avances que Brasil ha logrado en el índice de desarrollo humano en los últimos años, deploramos el papel de Brasil normalizando la prostitución como una práctica cultural y permitir la compra y venta de seres humanos en el comercio del sexo, más específicamente de mujeres y niñas con impunidad. Las mujeres, niñas y niños no son mercancías sexuales y Brasil debe invertir esfuerzos con gran determinación y voluntad política para asegurar la igualdad de género y los derechos humanos de mujeres, niñas y niños.
DECLARACIÓN
Ante la situación de Brasil descrita anteriormente, las mujeres y los hombres firmantes declaramos lo siguiente:
Los cuerpos y las vidas de las mujeres y las niñas no son mercancías. La compra de una mujer o una niña para la prostitución, la trata como instrumento de comercio – un producto – viola sus derechos humanos.
Comprar sexo no es una actividad turística. El turismo debe promover el respeto entre las personas y al medio ambiente, y fomentar la diversidad y la igualdad.
Comprar sexo no es un deporte. Pagar por sexo promueve la explotación sexual de mujeres y niñas que conduce a la trata con fines sexuales. El deporte debe promover el juego limpio y la igualdad.
Sin demanda no hay oferta. Existe la explotación sexual de mujeres y niñas porque hay hombres que pagan por sexo. Debido a que ellos pagan y crean la demanda, existe la prostitución.
Los hombres de verdad no compran mujeres. La compra de sexo financia la esclavitud sexual de mujeres y niñas.
Vivir libre de la explotación sexual es un derecho humano. No tenemos la intención de restringir los derechos sexuales de las mujeres y los hombres, sino protestar por las condiciones sociales, culturales y económicas desiguales, que facilitan la prostitución de muchas mujeres y niñas. La prostitución no es una opción para la mayoría de las mujeres que se someten a ella. Es más bien la ausencia de opciones. La prostitución perpetúa el estereotipo de que los cuerpos de las mujeres y las niñas son para el placer sexual de los hombres.
EXIGIMOS:
A los 32 países que participan en el Mundial de Fútbol Brasil 2014 y que han ratificado las convenciones y/o protocolos internacionales contra la trata de personas, especialmente mujeres y niñas: a tomar una posición oficial contra el turismo sexual que acompaña y aumenta durante los eventos deportivos.
A el comité de la FIFA, su presidente, los directores de los equipos nacionales, directivos, entrenadores, personal técnico y a los jugadores: promover el “juego limpio” en un torneo deportivo libre del turismo sexual.
A los jugadores de las selecciones nacionales: a que se comprometen a no utilizar a las mujeres en situación de prostitución, ya que son modelos para los jóvenes y sus acciones influyen en su comportamiento social.
A las agencias de turismo en Brasil y en todo el mundo: a que promuevan el turismo ético, libre de violencia contra las mujeres y las niñas.
A las personas individuales, organizaciones e instituciones: a unirse a esta causa a favor de una vida libre de explotación de las mujeres y niñas el comercio del sexo.
A todo el público en general: a comprometerse a no convertirse en cómplices de la explotación sexual de mujeres y niñas, tanto legal como culturalmente no aceptando la prostitución como un “trabajo”.
Al Gobierno de Brasil, en especial a su Presidenta: diseñar e implementar una política contra el turismo sexual y el respeto a los tratados internacionales ratificados por Brasil para abolir todas las formas contemporáneas de esclavitud, incluyendo la trata y la explotación sexual, especialmente de mujeres y niñas.
¡FIRMA Y DI NO AL TURISMO SEXUAL Y A LA EXPLOTACIÓN SEXUAL!¡DI NO AL TURISMO SEXUAL DURANTE LA COPA MUNDIAL DE BRASIL 2014
Y LOS JUEGOS OLÍMPICOS DE 2016.
http://www.diariofemenino.com.ar/mundial-de-futbol-campana-internacional-contra-el-turismo-sexual/
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