La ilegalidad del aborto no hace que este deje de existir, pero sí
pone en riesgo la vida y salud de las mujeres.
Las mujeres abortan con
la misma frecuencia en países desarrollados (39 por cada 1000 mujeres de entre 15 y 44 años) que en países
no desarrollados (34 por cada 1000 mujeres). Sin embargo, la mitad de las
mujeres que abortan en países no desarrollados lo hacen en condiciones de
ilegalidad en comparación con 8% de las mujeres que abortan en países
desarrollados (AGI, 1999). Evidentemente las condiciones de ilegalidad aumentan
el riesgo de abortos inseguros y complicaciones postaborto.
La morbimortalidad es
mayor en los países en los que el aborto es totalmente ilegal o permitido en
muy pocas circunstancias (Jewques R, 2002).
Existe evidencia que en las mujeres que viven en países con más barreras
para la práctica de abortos seguros tienen entre cuatro y diez veces más
probabilidades de sufrir complicaciones secundarias, comparadas con las mujeres
se realizan un aborto en países dónde el procedimiento es legal y se efectúa en
condiciones seguras (Langer, 2002).
En los diferentes países en los cuales se ha
despenalizado el aborto, en los primeros años aumenta el número de los mismos,
pero esto se debe a que una vez legalizado el procedimiento los proveedores
públicos y privados lo pueden reportar, por lo cual los procedimientos que
antes se practicaban de forma ilegal y no eran registrados ahora tienen que ser
reportados y por lo tanto las estadísticas aumentan.
Aún cuando existiera en
el Ecuador acceso gratuito y universal a salud sexual y salud reproductiva,
educación sexual y educación reproductiva y a métodos anticonceptivos de
calidad y demás insumos, se debe tener en cuenta el porcentaje de mala
administración y el porcentaje de fallo de los mismos. Además de las cifras de
violencia sexual dentro y fuera de la pareja establecida. Siempre van a existir
embarazos no deseados para los que el Estado debe encontrar respuestas dentro
de la justicia social y la salud pública
En el Ecuador se calcula que 125.000 mujeres abortan anualmente; es
decir que cada 4 minutos una mujer está abortando y la gran mayoría lo hacen en
condiciones de alto riesgo para su salud y su vida
América Latina es la
región del mundo dónde se practican más abortos al año. Se estima que en
América Latina y El Caribe 26 de cada 1,000 mujeres en edad reproductiva han
tenido por lo menos un aborto inseguro alguna vez en su vida (Ahman E, 2002).
Esto demuestra que la prohibición legal no limita la práctica del aborto, y por
el contrario aumenta el riesgo de complicaciones derivada de la práctica del
procedimiento en condiciones inseguras que muchas veces terminan en muerte o en
complicaciones graves que requieren atención hospitalaria.
En países como el
Ecuador, donde la mayoría de mujeres abortan en la clandestinidad y el riesgo,
no se cuenta con cifras que indiquen la realidad sanitaria en este tema. Hay
que añadir que al estar penalizado el aborto no solo judicialmente si no
también socialmente, las mujeres esconden sus acciones y mienten sobre este y
otros temas de su sexualidad y reproductividad
Los abortos inseguros afectan principalmente a las mujeres en
condiciones económicas más desfavorecidas. Cuando una mujer decide abortar lo
hace sin importarle si es o no legal.
Las mujeres que cuentan con recursos económicos y
deciden abortar lo hacen mediante proveedores que ofrecen abortos seguros o
viajan a países dónde puedan obtener este servicio. Las mujeres pobres tienen
que acudir a proveedores de abortos inseguros, mismos que constituyen mafias
clandestinas que usufructúan la desesperación de las mujeres, o lo hacen
directamente de formas en extremo peligrosas (palos y cucharas afiladas, golpes
y caídas, venenos por vía oral o vaginal, etc.)
Soberanía de las mujeres: Soberanía de territorios y como
primer territorio, nuestro cuerpo integral (físico, anímico, etc.). Principio
ético de autonomía de decisión sobre sí mismas, definición de proyecto de vida
y garantías estatales para lograrlo (Sumak Kawsay)
Mantenemos el presupuesto
de que cada mujer tiene derecho a decidir sobre su cuerpo y su vida. El estado
debe garantizar los principios de igualdad entre mujeres y hombres en todos los
aspectos que posibiliten a todas las personas el acceso a la autodeterminación
de su proyecto de vida.
La plena realización
personal, no solo como meros seres para la reproducción, es un derecho circunscrito
al Sumak Kawsay cobijado por la Constitución de la República del Ecuador, 2008.
Por justicia social y salud pública; Por respeto a nuestra soberanía
como mujeres; Por nuestro derecho a tener y vivir nuestro proyecto de vida; Por
autonomía en nuestras decisiones sexuales y reproductivas:
¡DESPENALIZACIÓN TOTAL DEL ABORTO YA!
Y quien decide por el Bebe? Abortar no te desembaraza, te convierte en la madre de un niño muerto.
ResponderEliminarPara que haya un bebe una mujer debe querer poner su cuerpo durante nueve meses. No hay bebe antes de esto,ni niño. Lo que si hay es una mujer con vida y capacidad decidir sobre si quiere o no ser madre y cuando. Las mujeres perdemos óvulos todos los meses no sacralizamos células o fetos y confiamos plenamente en las MADRES del mundo.
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