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jueves, 20 de septiembre de 2012

Educar para ser persona



El curso está comenzando. Por eso, yo, que aún sigo pensando en cursos, en vez de en años naturales, quiero hablarles de un tema que preocupa. Es la  sentencia del Tribunal Supremo en la que éste da la razón a la Junta de Andalucía frente a un colegio que separando a su alumnado por sexo pretende recibir subvenciones públicas. Por su parte, al ministro de Educación la sentencia le ha disgustado, y  pretende modificar la ley educativa apoyándose en una Convención de la Unesco de 1960.

La mujer fue excluida de la Educación durante mucho tiempo. Es más, el origen de estos colegios que discriminan por sexo hay que buscarlo en la idea de que mujeres y hombres debían cumplir papeles diferentes y de distinto valor en la sociedad. Por ello, no es descabellado pensar que quienes están a favor de “los niños con los niños y las niñas con las niñas”, como cantaba el humorista en el franquismo, sean los mismos que pretenden perpetuar estas funciones en las que a la mujer le toca como papel protagonista ser esposa y madre. La mayoría de quienes vivimos nuestra infancia sin democracia nos educamos en este tipo de colegio. Los chicos no tenían clase de Hogar ¿para qué?

Se educa para ser persona, no se educa para ser mujer u hombre. Las personas somos diferentes por sexo, por raza, por capacidades,…cada persona es única, pero todas deben tener iguales derechos. Colegios de hombres, colegios de mujeres; colegios de blancos, colegios de negros; colegios de ricos, colegios de pobres. Demasiados tipos de colegios. Si usted, es hombre y blanco y rico puede que le convenga la opción del ministro. Al resto, no. La escuela debería ser un reflejo de nuestra sociedad ¿qué mejor modo de aprender a vivir en ella? ¿por qué, entonces, hemos de consentir, no ya que se subvencione sino que exista un colegio para niñas y otro para niños?

Algunos padres creen que las escuelas para un solo sexo son mejores porque así sus hijos “no se distraen”; ¡como si no fuera buena, de vez en cuando, alguna distracción!, o ¡cómo si la causa única de ésta fuera el sexo! ¿Qué le están diciendo unos padres a sus hijos cuando la hermana va a un centro distinto que el hermano?  ¿Esperan de ellos cosas diferentes? Leo que en España el 95% de los colegios con este tipo de enseñanza son del Opus. Pienso entonces en la publicidad de Nueva Rumasa con una foto de su Consejo de Dirección formado por el presidente y sus hijos varones. Esa es la idea.

¡En fin, señor Wert, no acabo de ver claro cómo teniendo tanta importancia el alma tiene usted tan sobrevalorado ese cachito distinto de nuestro cuerpo!


Pilar de la Paz
Experta en género e igualdad

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