Farida Afridi fue asesinada a tiros a sangre fría por el delito de ser un ser humano digno y bondadoso. Como directora ejecutivo de la ONG de derechos humanos, SAWERA, Afridi estaba trabajando en Fata realizando el más ingrato de los puestos de trabajo: tratar de mejorar la situación de las mujeres en un área donde muchas personas ni siquiera han considerado el concepto de derechos de las mujeres. Para ello, tuvo que pagar el precio más alto, fue asesinada por hombres armados, mientras conducía desde su casa en Hayatabad, Peshawar a Jamrud en Khyber Agency. El Sábado, 04 de julio 2012 cuando salía de su casa para oficina en Peshawar Hayatabad de improviso dos delincuentes con fusiles Kalashnikov en sus manos apareció en una motocicleta que la interceptaron y le dispararon. Los culpables huyeron después del incidente.
Además de llevarse a una activista de valor, los asesinos, a través de su brutalidad, también se aseguraron de que habra un efecto de enfriamiento, como un menor número de organizaciones no gubernamentales y las mujeres no estarán dispuestas a arriesgarse a trabajar en un área que necesitaría la mayoría de sus esfuerzos .
Farida "Kokikhel" Afridi,era directora de la Sociedad para la Evaluación y el Empoderamiento de las Mujeres en el Medio Rural (Sawera) , una organización no gubernamental paquistaní, dedicada a los derechos de las mujeres.
Sawera se centra en la promoción de la mujer y los derechos de la infancia y la educación en el cinturón tribal.
Fue fundada por Farida junto con su hermana Noorzia en 2004 ambas graduadas en la universidad en estudios de género .
Tenía tres hermanas y dos hermanos. Sus hermanas dijeron que se enfrentó a un aluvión de críticas, incluso de su propia familia, acerca de cómo iniciar una carrera en los derechos humanos.
"Les dijimos a nuestros padres que íbamos a trabajar de acuerdo con nuestras tradiciones religiosas y culturales, y les aseguramos que nunca permitiríamos que el honor de la familia sufriera a causa de nuestra línea de trabajo. Por último, se acordó", dijo Noorzia.
A lo largo de su obra, Kokikhel se mantuvo desafiante y siguió criticando al gobierno y los talibanes y el carácter patriarcal de la sociedad paquistaní, que vio como uno de los principales obstáculos para el empoderamiento de las mujeres.
Un mes antes de su muerte, Afridi había dicho a un periodista que estaba "bajo amenaza" y se vio obligado a cambiar su número de móvil.
Las amenazas continuaron, sin embargo, lo que la obligó a decir en una entrevista: "Yo podría incluso ser asesinados en Peshawar", según la edición digital del Daily Times de Pakistán.
Aunque ella nunca nombró a la gente que la amenazaba sus amigos y colegas sospechan que militantes talibanes locales estaban detrás de la campaña de intimidación.
Todo nuestro agradecimiento, respeto, admiración y cariño a Kokikhel. Compartimos el dolor de su familia y queremos mostrar nuestra admiración por tener una hija tan valiosa.
Su energía nos seguirá dando fuerzas para seguir .
http://www.asafeworldforwomen.org/rights-defenders/rd-central-and-south-asia/2771-brutal-murder-of-rights-defender.html
http://www.asafeworldforwomen.org/partners-in-asia/partners-in-pakistan/sawera/sawera-in-the-media/2766-co-founder-murdered.html
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