Mientras se redacta la Constitución, las autoridades tunecinas tienen que permitir a los tunecinos el ejercicio pacífico de su derecho a la libertad de reunión. El pasado 9 de abril se recibieron informes sobre actos de violencia cometidos por las fuerzas de seguridad contra los manifestantes en la capital, incidentes en los que resultaron heridas decenas de personas.
Otro de los derechos en riesgo en Túnez es la libertad de expresión. El jueves 19 de abril se reanudó el juicio contra el propietario de la cadena de televisión que emitió la película francesa Persépolis. La película fue criticada y calificada como una blasfemia a causa de una escena que muestra una representación de Dios. Nabil Karoui, propietario de Nessma TV, fue acusado de “violación de valores sagrados” y de “alteración del orden público” y se enfrentaba a una pena de un máximo de tres años de prisión. Estos juicios y condenas recuerdan las violaciones cometidas por el gobierno depuesto de Ben Ali y son inaceptables. Finalmente, Nabil Karoui fue multado con 2400 dinares tunecinos (1500 dólares)
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