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domingo, 12 de octubre de 2025

Día de las Escritoras y el legado de autoras españolas

 

Cada octubre, en el lunes más próximo al 15 que es el día de Santa Teresa de Jesús, (figura simbólica de la escritura mística y femenina), se celebra el Día de las Escritoras. La elección de esta fecha une la espiritualidad y la creatividad con la reivindicación cultural, siendo así, una conmemoración que honra la creación literaria femenina y recupera las obras de tantas mujeres que escribieron desde los márgenes y la censura, desafiando en cada letra las “buenas costumbres” de su tiempo, yendo de la sombra a la voz.

Esta iniciativa, surgida en 2016 por impulso de la Biblioteca Nacional de España junto con la Asociación Clásicas y Modernas (una asociación para la igualdad de género en la cultura, entonces presidida por la escritora y crítica literaria española Laura Freixas (1958-) ), nació con el propósito de recuperar el legado de escritoras dejado a lo largo de la historia y fomentar su lectura, dándole visibilidad y reconocimiento. Desde entonces, cada edición propone un lema temático y una cuidada selección de textos que nos recuerdan la vigencia y la potencia de la voz femenina en la literatura.

Esta conmemoración es también un acto político y simbólico que relee la historia con otros ojos, devolviéndole el nombre y la presencia a quienes fueron omitidas. Evidenciando a la vez,  cómo la escritura de las mujeres ha sido para ellas una manera de resistencia y una forma de libertad.

La nacionalidad española de esta conmemoración me da la oportunidad más que perfecta para hacer un viaje-homenaje a través de las letras de autoras españolas, una de finales del siglo XIX seguida por algunas de las que escribieron ya en el siglo XX tan marcado por guerras, dictaduras y silencios impuestos, y otras más del siglo XXI caracterizado por nuevas narrativas, debates y horizontes feministas. 

El siglo XX fue un tiempo convulso y determinante en la historia de España, con dos repúblicas, una guerra civil, una dictadura de casi cuarenta años y la transición hacia la democracia. En este escenario inestable, las escritoras españolas tuvieron que abrirse paso entre desigualdades estructurales y obligados modelos de feminidad convirtiendo así su escritura en un acto íntimo de supervivencia, pero también de testimonio social.

Durante el franquismo (1939–1975), la mujer fue relegada física y psicológicamente al ámbito doméstico bajo el ideal de la esposa y madre católica, abnegada y sumisa, no obstante, muchas mujeres lograron emancipar sus mentes y no sólo escribieron, sino que también publicaron arriesgándose en ese peligroso contexto y tiranos discursos oficiales.

Pero regresemos a las pioneras de la escritura rebelde, mujeres españolas poseedoras de un pensamiento crítico y de compromiso social, entre las que se encuentra Concepción Arenal (1820-1893), cuya producción abarcó el ensayo, el periodismo y la reforma social. Fue una de las primeras mujeres en asistir a la universidad y lo hizo vestida de hombre, su vida y obra son símbolo de lucha por la igualdad,  escribió sobre la condición femenina reclamando educación y derechos civiles para las mujeres, anticipándose al feminismo moderno en España.

Siguiendo esta línea, Emilia Pardo Bazán (1851-1921) se alza como una figura imprescindible en la historia de las letras españolas. Fue novelista, ensayista, periodista, catedrática y defensora incansable de los derechos de las mujeres. Introdujo el naturalismo en España con obras como Los Pazos de Ulloa, y reflexionó sobre la condición femenina en textos como La mujer española. Su figura es hoy símbolo de inteligencia, valentía y libertad.

Y cómo no hablar de María Zambrano (1904–1991), filósofa, intelectual, ensayista y poeta del pensamiento. Ella representa la voz exiliada tras la guerra civil siendo además una de las grandes pensadoras del siglo XX. En su propuesta une la razón con la intuición, la emoción, lo poético y lo simbólico. En un mundo filosófico dominado por hombres, abrió una vía profundamente femenina y humanista para pensar la realidad. Fue la primera mujer en recibir el Premio Cervantes (1988), ya muy cerca del final de su vida. Antes, en 1981 le había sido otorgado el Premio Príncipe de Asturias.

Tenemos también a Carmen Laforet (1921–2004) que con su primera novela: Nada, publicada cuando tenía apenas 24 años de edad, marcó un antes y un después en la narrativa femenina española. Ambientada en la Barcelona de posguerra, la obra narra el despertar existencial de una joven en medio del vacío emocional y la decadencia social. Nada ganó el primer Premio Nadal, (1944), y el Premio Fastenrath (1948). Hoy es leída como una novela fundacional de la literatura escrita por mujeres en el siglo XX. En toda su obra, Carmen retrató una subjetividad femenina compleja y alejada de estereotipos. 

Otras mujeres españolas que lograron abrirse paso en el mundo literario fueron  María Lejárraga, autora de gran parte de las obras firmadas por su marido, y Carmen de Burgos, primera mujer periodista profesional en España. Ellas también nos revelan hasta qué punto la autoría social y política femenina estuvo silenciada. El Día de las Escritoras recupera precisamente estas voces olvidadas.

 En el siglo pasado también brilló con luz propia María Moliner (1900-1981), bibliotecaria, lexicógrafa y autora del Diccionario de uso del español en el que trabajó arduamente durante 15 años hasta completar las 3.400 paginas que lo componen. Aunque no fue escritora en el sentido tradicional de la ficción, el ensayo o la poesía, su aportación al pensamiento y al lenguaje es simplemente incalculable…invaluable, pero muy poco reconocida.

 Por su parte, Ana María Matute (1925–2014), y Carmen Martín Gaite (1925–2000) fueron dos figuras clave de la literatura española del siglo XX estableciendo puentes entre lo personal y lo colectivo. La primera fue miembro de la Real Academia Española, y en su obra exploró  la posguerra, la infancia y la fantasía, con un estilo lírico y profundo. La segunda destacó por su aguda mirada sobre la vida cotidiana, el papel de la mujer y la memoria. Las obras de ambas son indispensables en el estudio de la literatura contemporánea.

De esta maravillosa genealogía femenina proviene Almudena Grandes (1960–2021), y es una de las voces más importantes de las últimas décadas, fue una escritora profundamente comprometida con la memoria histórica y la justicia social. En su serie de libros: Episodios de una guerra interminable, ofrece una visión tan sensible como cruda sobre la resistencia antifranquista. Fue una autora feminista en toda la extensión de la palabra, llena de humanidad , humildad y compromiso con los derechos sociales. Su fallecimiento fue sentido en el corazón del pueblo español como una gran pérdida nacional , pero también dejó un vacío enorme en la literatura española y universal contemporánea.

Otra perteneciente a este linaje literario es Rosa Montero (1951-) periodista, articulista y novelista  con un trabajo que mezcla ensayo, autobiografía y ficción. Un ejemplo claro es su libro La ridícula idea de no volver a verte (2013), en el que entrelaza su propio duelo con el luctuoso diario de Marie Curie, tejiendo una profunda reflexión sobre la pérdida , el dolor, el amor, y la identidad femenina.

La raíz de letras rebeldes que une a tantas mujeres españolas es más que evidente en  Nuria Varela (1967-), periodista y escritora especializada en historia del feminismo y violencia de género. Con títulos como Feminismo para principiantes, Cansadas, Feminismo 4.0, y El síndrome Borgen entre otros, resulta una autora feminista indispensable de leer.

Por otro lado, Irene Vallejo (1979– ) autora de El infinito en un junco (2019) sorprendiéndose a sí misma, logró convertir este ensayo sobre la historia del libro en un fenómeno editorial. Sus letras delicadas, eruditas y poéticas han conquistado a millones de lectores y lectoras alrededor del mundo. Irene representa una nueva intelectualidad femenina y feminista, que desde el amor y el respeto por la tradición clásica reivindica el papel de las mujeres en la historia del pensamiento y la cultura. Su escritura tiende puentes entre lo académico, lo popular y lo poético; entre el mundo antiguo y el actual.

En esta nueva generación de escritoras españolas se encuentra la poeta, ensayista y editora Luna Miguel (1990-), demostrando también que la literatura escrita por mujeres no es un género aparte, sino un espacio lleno de temáticas, matices, y estilos tan diversos como la existencia humana.

El actual éxito editorial y el paulatino reconocimiento institucional de la literatura escrita por mujeres, indican un cambio en la comunidad lectora y la crítica. Aun así, muchas escritoras siguen denunciando desigualdades en cuanto a la visibilidad de su trabajo, el acceso a publicaciones , promoción, y premios. A este respecto, una de las voces denunciantes más fuertes es la de Laura Freixas.

El camino abierto por las pioneras de las letras sigue siendo necesario de recorrer, releer, repensar y reestructurar.

Termino este modesto homenaje a las literatas españolas y del mundo, diciendo que celebrar el Día de las Escritoras no es sólo mirar al pasado, es también entender el presente y sembrar el futuro de la literatura con otras voces, otros relatos, otras memorias!


Galilea Libertad Fausto.


Créditos de la ilustración a quien corresponda.


sábado, 4 de octubre de 2025

Triste realidad de la violencia machista en Ecuador


Traemos los datos de la violencia machista en Ecuador , un pequeño pais de poco más de 18 millones de personas .  Nos hacemos eco de los datos de la Fundación Aldea que no exorta a buscar cambios para que esta situación termine.

Las mujeres y niñas víctimas de feminicidios, desde el 1 de enero hasta el 15 de marzo de 2025, son al menos 82. De estos, al menos 50 feminicidios ocurrieron en sistemas criminales, y 31 en contextos íntimos, familiares o sexuales. También registramos un feminicidio de una mujer trans en la provincia de El Oro.

Cada 21 horas una mujer o niña ha sido asesinada por la violencia machista en el Ecuador, datos hasta el 15 de marzo del año en curso. Al menos 12 casos eran niñas o adolescentes. Ocho mujeres fueron reportadas como desaparecidas antes de ser encontradas sin vida, y cuatro sufrieron abuso sexual previo a su asesinato.

Los feminicidios en sistemas criminales siguen creciendo de manera alarmante. El Estado está obligado a responder a esta realidad con políticas públicas coherentes y con presupuestos suficientes. Toda muerte violenta es una muerte pública, las mujeres o niñas asesinadas no sólo merecen un duelo de familiar, sino corresponde un duelo público, porque cada asesinato de mujer o niña es un fracaso del Estado. No “aparecen muertas” las mujeres, sino que es un hecho social, político, económico que requiere una acción intersectorial e interinstitucional para enfrentarlo. 

La afectación de los feminicidios a la niñez y adolescencia sigue siendo gravísima: al menos 28 de las mujeres asesinadas este año eran madres, dejando al menos 42 niños en orfandad. Estos se suman a los 1.895 niños y niñas que quedaron huérfanos entre 2014 y 2024. La reparación integral es urgente y necesaria.


Algunas constataciones:

La edad promedio de las víctimas ha descendido drásticamente: era de 29 años en 2022, de 22 años en 2023 y de 19 años en 2025.

Cada feminicida consolida un sistema patriarcal que naturaliza y permite estas violencias.

El uso de armas de fuego contra mujeres y niñas sigue en aumento: el 73% de feminicidios fueron cometidos con armas de fuego, una cifra aún mayor que el 62% registrado el año pasado.

Año tras año, las cifras se acumulan sin respuestas concretas. En Guayas se han registrado al menos 332 feminicidios con armas de fuego, 132 en Manabí y 103 en Los Ríos. Sin embargo, no vemos políticas que enfrenten este nuevo contexto de violencia, marcado por una mayor circulación de armas y el crecimiento de los sistemas criminales.

Las cifras siguen creciendo, pero el Estado ignora, niega y minimiza los datos. URGENTE se requiere un registro de femicidios oficial que muestre la escalada mortal de violencia contra las mujeres y niñas, para generar acciones contundentes de prevención, atención, protección y reparación integral a las víctimas y sus familias.



https://www.fundacionaldea.org/noticias-aldea/primer-mapa-2025

https://www.fundacionaldea.org/noticias-aldea/consolidadofemicidios2024

https://www.fundacionaldea.org/noticias-aldea/infografiasorfandad



viernes, 3 de octubre de 2025

Octubre: un mes de lucha y esperanza femenina

 

Octubre nos invita individual y colectivamente a mirar hacia adentro y hacia afuera, a reconocer el valor de la vida y el bienestar de las mujeres y las niñas, a reconocer su fuerza transformadora, pero también a ver las múltiples condiciones estructurales y situaciones particulares que las vulneran, lastiman, marginan, y limitan. 

De ahí la gran relevancia de este mes marcado por fechas clave que dan comienzo el 2 de octubre con un poderoso recordatorio ya que es el Día Internacional de la No Violencia. Esta fecha nos invita a reflexionar sobre la importancia de erradicar toda forma de agresión, especialmente hacia las mujeres y niñas que a nivel global son las más violentadas.

La violencia de género, estructural y simbólica, aún limita sus derechos y bienestar en muchas regiones del mundo. Al reconocer esta fecha, abrimos el camino para un octubre lleno de conciencia, acción y esperanza. La erradicación de la violencia es el cimiento sobre el cual podemos construir sociedades más justas y por ende más equitativas…más sanas. Si no se garantiza la paz, ningún derecho puede ser verdaderamente ejercido. Este día nos propone abrazar el mes, el presente y el futuro con compromiso.

El 10 de octubre Día Mundial de la Salud Mental, nos recuerda que la salud incluye el aspecto emocional. Las mujeres y niñas enfrentan contextos y vivencias únicas que afectan su salud mental: violencia, discriminación, sobrecarga de cuidados y falta de oportunidades. Reconocer y atender su salud emocional es una asignatura pendiente en muchas partes del mundo. Visibilizar, entender y atender su sufrimiento psíquico es escucharlas, fortalecerlas y sanar con ellas. Este día establece un puente entre la enfermedad mental, la dignidad humana de mujeres y hombres; y la acción social. Un puente que me lleva al siguiente paso en mi recorrido por el mes de octubre..

El 11 de octubre,Día Internacional de la Niña, celebramos su existencia, imaginación, fuerza, creatividad y potencial sin límites; pero también recordamos y denunciamos que millones de niñas siguen siendo privadas de educación, seguridad y decisiones sobre su propio cuerpo. Esta fecha resuena con urgencia: debemos garantizarles entornos libres de violencia, donde su salud mental, física y emocional sea protegida. El bienestar de las niñas hoy es el futuro de las sociedades de mañana. Asegurarles igualdad no es solo un acto de justicia, sino una inversión para su buen vivir en las siguientes etapas de sus vidas. En cada niña segura, feliz y fuerte nace una nueva posibilidad de cambio para el mundo. Y ese mejor mundo no estaría completo si  las mujeres del campo no estuviesen incluidas.

(Este año el Día de las Escritoras será celebrado el 13 de octubre, y cabe incluirlo en las fechas pro mujeres-niñas desde una perspectiva terapéutica, porque no podemos ignorar la relación íntima entre escritura y sanación. La palabra escrita permite nombrar lo que duele, arde y lastima por dentro, lo que no se ve…lo que no se dice en voz alta. Para muchas mujeres, algunas desde niñas escribir ha sido una vía de escape, una tabla de salvación frente a la violencia, la opresión, el abandono o la perdida. Escribir no es solo crear, es resistir, es reconfigurarnos y sanar el sufrimiento con la tinta de nuestra alma y corazón)

 El 15 de octubre, Día Internacional de las Mujeres Rurales, honra a quienes trabajan la tierra, sostienen comunidades y alimentan naciones. Sin embargo, suelen ser invisibilizadas, explotadas y marginadas del acceso a recursos y derechos básicos. Su contribución económica, social y cultural es invaluable, pero muy poco reconocida. Luchar por ellas es luchar por las sembradoras de alimentos y de vida,  por la justicia climática y por la equidad humana. Las mujeres rurales también enfrentan retos de salud, violencia patriarcal machista y misógina, la gran mayoría de las veces silenciados por el aislamiento geográfico y la exclusión institucional. En ellas confluyen muchas batallas y su día nos conecta, nos enfrenta y nos responsabiliza con y de los desafíos de la vida femenina, así como los de la madre tierra.

18 de octubre es el Día Mundial de la Menopausia, y nos invita a romper tabúes y estigmas que rodean esta etapa natural en la vida de las mujeres. En muchos espacios, hablar de menopausia sigue siendo un tema incómodo y tomado como señal de decadencia femenina; cuando la realidad es que pese a el estigma y los malestares físicos que la acompaña, la menopausia es un momento de transformación, fortaleza, belleza y sabiduría. Acompañar a las mujeres en esta transición con información, respeto y acceso a una salud digna es un acto de justicia. Este día refuerza la importancia de cuidar nuestra salud integral durante toda la vida, porque cada etapa nos trae situaciones únicas que merecen toda nuestra atención.

El19 de octubre se conmemoran dos fechas claves: el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama y el Día Nacional contra la Discriminación en México. Ambas nos hablan de resistencia, de cuerpos que no se rinden y de sociedades que aún deben cambiar. El cáncer de mama es una de las principales causas de muerte entre mujeres, pero la detección temprana salva vidas. La discriminación, por otra parte, erosiona derechos, destruye oportunidades y perpetúa violencias. Juntas, estas fechas gritan por un acceso igualitario a la salud, a la justicia y al respeto. Son una doble llamada a mirar sin miedo y actuar sin tardanza.

Por su parte, el 24 de octubre Día de las Naciones Unidas, nos recuerda los compromisos globales con la paz,  la igualdad, los derechos humanos,  y las mujeres y las niñas están en el corazón de esos compromisos, sin ellas, el desarrollo sostenible es una utopía imposible de lograr.  La ONU ha impulsado importantes avances en pro de la equidad, pero los retos siguen siendo enormes. Octubre cierra con este llamado universal a no olvidar…a no retroceder. 

Finalmente, el 25 de octubre Día Naranja contra la violencia de género nos recuerda que la violencia contra las mujeres y niñas sigue siendo una realidad urgente que no podemos normalizar ni ignorar. Este día no es solo un llamado a vestir un color, sino a abrir los ojos, los oídos y el corazón; a cuestionar actitudes y romper silencios que perpetúan el daño. Es una invitación a reflexionar sobre nuestras propias acciones, sobre los entornos que habitamos y sobre cómo, desde lo cotidiano, podemos construir espacios más seguros, igualitarios y justos, hagamos conciencia de que erradicar la violencia de género no es tarea de pocos y pocas, sino de muchos y muchas, en realidad es responsabilidad de toda la sociedad.

Que cada fecha clave vivida en este mes,nos sirva de guía y motor para seguir construyendo un mundo más justo. Donde ser mujer o niña no implique lucha constante, sino seguridad, salud integral, bienestar, educación, y dignidad garantizadas; vivamos este octubre como un canto a la unión y la esperanza!!

Galilea Libertad Fausto.

Créditos de la ilustración a quien corresponda.