Acerca de nosotras ·

viernes, 25 de julio de 2025

Reflexiones y confidencias de una feminista veterana


Querida compañera de causa, cuándo fue que el feminismo llamó a tu puerta despertando tu intuitiva sabia y protectora conciencia femenina, adormecida desde el principio de los tiempos? En qué momento de tu existencia oprimida te diste cuenta de lo cautiva que eras?…de lo prisionera que naciste por el hecho de ser mujer?…confinada en la domesticidad, en la periferia de la vida igual que lo estuvieron tu madre, abuelas, tías y todas tus demás ancestras; me pregunto en qué punto de tu camino pudiste reconocer estas realidades?

Y sobre todo me pregunto, si ese llamado fue a buena hora?, o si a ti como a mi el feminismo te llegó tarde? Porque debo decirme…decir…decirte que si, que la sabiduría feminista vino a mi con décadas de retraso, y en su ausencia no pude librarme de tener una infancia, adolescencia, adultez temprana y media, abusada…violentada…desgarrada; no escapé del hechizo del mito del amor romántico, no pude evitar entrar una y otra y otra vez en el triste y desgastador círculo de la violencia de pareja, al que yo llamo el círculo de pan palos y rosas…de nuevo pan de nuevo palos de nuevo rosas…y vuelta a empezar.

Nacer con espíritu rebelde…con el alma consciente y amante de la libertad…con la chispa interior de la vieja abuela sabia…la intuición femenina, no bastó para salvarme de sufrir los cautiverios machistas y patriarcales, no fue suficiente para mi como tampoco lo fue para mi árbol genealógico femenino. Y me duelen sus penurias y las mías, pero el peor dolor de mi feminismo tardío es no haber estado lo suficientemente lista, con las gafas violeta bien puestas a la hora de preparar la cuna en la que habría de criar a mi familia. ¿Te pasó algo parecido?

No pude romper las cadenas mentales emocionales físicas y culturales antes de convertirme en madre, y no las rompí hasta mucho…en realidad demasiado tiempo después; cómo habría de hacer tal cosa, pienso?, si ni siquiera estaba consciente de que mis alas eran prisioneras de cadenas machistas y patriarcales.

Y mientras continúo tomando mi café en la que se lee feminist tears (lágrimas feministas), me pregunto, a cuántas de mis colegas veteranas y de las generaciones jóvenes les habrá sucedido lo mismo que a mí?, si antes de convertirse al feminismo también fueron como yo lo fui…mariposas con las alas amarradas?, si a pesar de ello y de ellos fueron madres tratando de educar en libertad e igualdad, madres intentando desarrollar en sus pequeños y pequeñas independencia, autonomía, alta autoestima; y la capacidad de tener relaciones sanas. Si fue así, entonces cada una, quizá tú entre ellas, entenderá lo difícil que es predicar sin poder dar el ejemplo. Es muy complicado dar lo que no se tiene.

Y regreso a pensar en ti querida feminista, será que en alguna etapa de tu vida hubo ausencia de feminismo y presencia de machismo?, si dejaron secuelas de algún tipo en ti y en tu descendencia?, ¿en tal caso, las pudieron superar?, cómo fue que lo hicieron? Probablemente tu experiencia ha sido distinta.

Lo que me lleva a pensar en la diversidad de experiencias que hay dentro del movimiento violeta, de ahí que quizá debería haber empezado por el principio, preguntándome si tú también eres hija, sobrina, nieta, bisnieta, tataranieta…de mujeres que no pudieron narrarse ni narrar su historia de cautiverio machista y desigualdad patriarcal, porque pasivas obedientes y resignadas, vivieron inconscientes de la condición de opresión desigualdad y violencia, a la que las condenaba su sexo y la construcción religiosa, , cultural y política de lo que es ser “una mujer de verdad”.

Mis antepasadas fueron mujeres del campo, humildes y trabajadoras…en su mayoría analfabetas, educadas para agradar y para pedir perdón por todo y por nada, primero a padre, tíos, hermanos y sacerdotes; después al marido y a los hijos. Y las tuyas cómo serían?, me pregunto si ellas también, en su pequeño mundo falto de letras y de un espacio propio habrán hilado…tejido…bordado jirones de su vida real e imaginaria! Testimonios, memorias…denuncias para la posteridad femenina y feminista.

Aliada de la causa de las mujeres, en este pensar reflexionar y preguntar mío, cabe la posibilidad de que aunque pertenezcamos más o menos a la misma generación tu crianza haya sido diferente a la que yo tuve, tal vez tú desciendes de mujeres letradas, bisabuelas sufragistas, abuelas liberadas y por consiguiente…de una madre feminista que te formó en el feminismo, modelo educativo que empleaste con tus hijos e hijas desde la cuna, y si fue de ese modo, no sabes lo mucho que lo celebro.

Como también agradezco y celebro el feminismo en mi vida y en la familia que he procreado, porque aunque es verdad que hubiera sido mucho mejor que la teoría feminista y con ella el despertar de la conciencia de género raza y clase, me llegara antes de…y no después de…lo importante es que el feminismo llegó y llegó para quedarse instalado en mi como una filosofía de vida, aportándome semillas de cambio de transformación de crecimiento…de desarrollo, semillas que conta viento y marea logré plantar y paulatinamente van floreciendo en mi descendencia femenina y masculina.

Compañera…colega feminista, más allá de las preguntas que me hago acerca de lo igual parecida o diferente que sea nuestra historia, está el importantísimo hecho de que al final del día, ambas estamos legando a generaciones propias y ajenas, materiales para construir nuevas estructuras mentales, emocionales, familiares, de pareja, así como sociales, culturales y políticas.

Es gratificante y sobre todo tranquilizador pensar que en el futuro alguien se acordará de nosotras (parafraseando a la poeta Safo de Lesbos); entonces dirán: ellas eran violetas…jacarandas…feministas, y nosotras, nosotros tenemos y somos porque ellas fueron…lucharon…deconstruyeron…heredaron!

Galilea Libertad Fausto.

Créditos de la ilustración a quien corresponda.

1 comentario:

  1. Que bonita reflexión y que conclusión tan animante , porque todas sabemos bien que ser feminista también tiene un coste , aunque cuando te poner las gafas violetas es imposible la vuelta atras por duro que sea el camino a transitar

    ResponderEliminar