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sábado, 31 de agosto de 2024

Leyéndolas para conocer y enfrentar la violencia feminicida (1)


Por increíble que a muchos les pueda parecer, la verdad es que la violencia feminicida es algo que existe desde el principio de los tiempos y se ha extendido hasta nuestros días.

De esta realidad, del cansancio de género acumulado y transmitido de madres a hijas de generación en generación, de la necesidad de cuidarnos entre nosotras y de la urgencia de cambiar las cosas, es que surgen desde el feminismo cada vez más textos fundamentales para la denuncia y eliminación de todas las formas de violencia en contra de nuestro sexo, incluyendo por supuesto el feminicidio.

En torno a esto se suele decir que las feministas hablamos escribimos y publicamos mucho sobre  la violencia feminicida, sin embargo, ese “mucho” que critican no es suficiente cuando sabemos que en las últimas cinco décadas 200 millones de niñas fueron víctimas de feticidio y de infanticidio en la India y China, que en 2022 cerca de 89.000 adultas y niñas fueron asesinadas en el mundo, que en 2023 en México 3439 mujeres perdieron la vida a manos de un hombre y que justo en ese país continúan habiendo 11 feminicidios por día; y en todo el planeta la lista sigue, así que no, mucho todavía no es suficiente.

Y desde luego que conocer las cifras que ONU Mujeres y otras fuentes nos proporcionan es importante, pero ellas, las que estaban y ya no están son mucho más que números, son la historia de sus sueños ilusiones y proyectos de vida.

Se hace necesario saber quiénes eran, cómo fue el contexto familiar y socioeconómico en el que vivían, y las violencias anunciatorias que sufrieron antes del mortal desenlace, indagar si las hubo, o si sólo estuvieron en el lugar y el momento equivocado.

En esta dirección y como modelo para elaborar estrategias de prevención y cambio,  resulta bastante útil leer sobre el proyecto: “Estuvimos vivas hasta que nos mataron”, realizado por periodistas de Pie de Página en la Ciudad de México. 

 Acercarnos de la forma implementada en este proyecto, es por un lado encontrar elementos para desarrollar herramientas de cuidado y erradicación de la violencia de género, y por el otro es darle acompañamiento visibilidad y representación a los familiares de las víctimas. Es también regresarle a cada una de esas mujeres y niñas la voz, el rostro y el cuerpo que les quitaron, es ir más allá, es dejar de sólo contar llorar y honrar a las desaparecidas y a las muertas. 

A propósito de ellas, como humana y mexicana me resulta imposible pensar en las víctimas de feminicidio, sin recordar a las muertas de Juárez como llamó el mundo a las primero decenas luego cientos después miles de mujeres, adolescentes y niñas asesinadas en Ciudad Juárez, Chihuahua, México. 

 “Fue en la década de 1990 en México, cuando se exhumaron miles de cuerpos de mujeres de fosas comunes, más de 1.000 sólo en Ciudad Juárez”. (Introducción de Feminicidios- Una Historia Mundial, Christelle Taraud, 2022) 

Mí pequeña hija de tres años y yo estuvimos ahí en esa tristemente célebre ciudad fronteriza en el 2005… ella debió percibir el miedo que aún flotaba en el ambiente porque al caminar continuamente se sobresaltaba y me apretaba muy fuerte la mano. Recuerdo que el aire se sentía pesado, como si en su soplo cargara los cientos de voces de las que  desaparecieron, volaron, de las que les mutilaron sexo y senos, era como si el viento llevara a cuestas el lamento de aquellas que antes ahí degollaron, desmembraron su cuerpo y quemaron, y ahora se uniera al llanto de las nuevas víctimas.

Y fue precisamente en el 2005 que una nueva esperanza llegó a toda esta adolorida comunidad, fue a través de Luz Estela Castro,  maestra, teóloga y abogada representante de víctimas de violaciones a derechos humanos: feminicidio, trata, tortura, desapariciones, violencia sexual y familiar;  cuando en la Ciudad de Chihuahua ella co-funda El Centro de Derechos Humanos de las Mujeres A.C. 

Todavía pensando en mis hermanas de Juárez, termino la primera parte de este texto haciendo mención del libro de Cynthia Bejarano y Rosa Linda Fregoso publicado en 2010: “Aterrorizar a las mujeres, feminicidios en América Latina”,  una invaluable antología ensayo que recoge y narra el movimiento por la justicia en Chihuahua, en el que familiares de mujeres desaparecidas y asesinadas dan testimonio del feminicidio y exigen rendición de cuentas.  Es una valiosa herramienta para la comprensión del fenómeno que le dió a Ciudad Juárez una atemorizante fama internacional!


Galilea Libertad Fausto.


Collage de libros, con ilustración de shutterstok.

miércoles, 14 de agosto de 2024

Recorrido y recuento de la presencia violeta en los Juegos Olímpicos

 Terminaron  las Olimpiadas y puedo decir que me han dejado un muy buen sabor de boca, poder ver la transmisión de los Juegos Olímpicos París 2024 ha sido una bocanada de aire fresco.

En un año de tanta tensión y preocupación por las  elecciones presidenciales en algunos países, las guerras, el genocidio en la Franja de Gaza que va de la mano con lo más negro de la política y el derecho internacional, las violencias hacia las mujeres y niñas, los feminicidios que continúan sin tregua. Por todo esto entre otros horrores sucediendo en el mundo, este respiro impregnado de deporte, arte, reivindicación femenina y muestras de affidamento entre algunas de las atletas…era realmente justo y necesario.


Pienso en la incalculable cantidad de niños niñas y adolescentes que hubo entre los aproximadamente 1.500 millones de espectadores que vimos estas competencias, y en toda la inspiración que les pudo haber dejado para sus propios proyectos de vida. Lo que me lleva casi cinco décadas atrás.

Hace 48 años el acontecer del deporte a nivel global no contaba con la masiva e instantánea difusión con la que cuenta hoy en día, aún así, miles o quizá millones de niñas y adolescentes en todo el mundo lloramos de emoción sentadas frente a la pantalla de la televisión, aquel  18 de julio de 1976 cuando Nadia Comăneci  con sus 14  años de edad, logró hacer historia en la gimnasia al conseguir el primer 10 de calificación en Montreal, puntuación que nadie había obtenido en unos Juegos Olímpicos. 

Nadia Comaneci marcó a toda una generación de niñas, estábamos enamoradas de ella, soñábamos con ser ella, es más, nos creíamos ella. Y seguramente su influencia le cambió la vida a más de una jovencita inspirándola y animándola con su ejemplo a dedicarse a la gimnasia. A mi por lo menos  a mis doce años de edad, me motivó a ejercitar mi cuerpo diariamente en las argollas y el pasamanos de mi escuela, así como a incursionar  en un par de deportes.

Pero ahora vayamos al París del año 1900 que fue en donde los Juegos Olímpicos se comenzaron a teñir de color púrpura, cuando a las mujeres se les permitió por primera vez competir aunque en absoluta disparidad, pues hubo un total de 997 atletas hombres,  y únicamente 22 atletas mujeres participando ellas en sólo cinco deportes: tenis, vela, croquet, hípica y golf. 

La situación continuó bastante desigual en Los Juegos de París de 1924 , con 135 mujeres y 3089 hombres, la participación femenina en estas Olimpiadas se limitó a unas cuantas pruebas, como la natación y el tenis, de hecho no fue hasta los Juegos de Londres 2012 cuando las mujeres pudieron competir en todas las categorías.

Pero pareciera que la llamada ciudad del amor tiene una historia de romance con las mujeres, y es ahora 124 años después de comenzada que junto a ellas París marca un parteaguas implantando por primera vez la paridad de género: con 5.250 atletas hombres  y 5.250  atletas mujeres.

Esta intención de reivindicación y reconocimiento a las mujeres quedó manifestada desde la Ceremonia de Apertura de las Olimpiadas el pasado 26 de julio, cuando emergieron del Río Sena las monumentales diez estatuas  doradas de: 


Olympe de Gouges, iniciadora del feminismo y la defensa de los derechos humanos Alice Milliat, pionera del deporte femenino,  Gisèle Halimi, abogada y activista feminista, Paulette Nardal, activista e intelectual, Jeanne Barret, pionera de la exploración científica,  Simone Veil, figura emblemática de la política francesa y defensora de los derechos de la mujer y superviviente de Auschwitz, Louise Michel, figura destacada de la Comuna de París y del movimiento anarquista, Christine de Pizan, la primera escritora profesional de la historia, Alice Guy, pionera del cine, rodó su primera película en 1896 y fundó una productora cinematográfica en Estados Unidos, y Simone de Beauvoir, filósofa existencialista-feminista.

Definitivamente en estas Olimpiadas muchas de las atletas pusieron un punto y aparte violeta, entre la histórica mentalidad masculinizada del deporte mundial basada en la rivalidad- enemistad, y la empatía, affidamento y sororidad. Las protagonistas de esta empatía hacia la otra, y de reconocimiento, respeto, admiración y alegría por el desempeño y triunfo de la contrincante fueron:

 La grandísima atleta estadounidense Simone Biles considerada la mejor gimnasta de todos los tiempos, que al igual que su compatriota Jordan Chiles se inclinó ante la brasileña Rebeca Andrade en el podio por ganar la medalla de oro. Y la jugadora de Bádminton He Bing Jiao, de China, portando un pin de España durante la ceremonia de medallas en apoyo a la española Carolina Marín, quien se lesionó en la competencia previa.

Otras deportistas que nos dieron un gran ejemplo de la hermandad que puede existir entre mujeres más allá de la competencia y el natural deseo propio de ganar, fueron la atleta española Carolina Robles y su amiga la toledana Irene Sánchez Escribano, la nadadora del equipo estadounidense Torri Huske y su compañera de equipo Gretchen Walsh, así como también la maratonista española María Pérez.

Resumiendo, esta celebración de Los Juegos Olímpicos en París destacada por la reivindicación femenina, equidad de género, convivencia sana entre hombres y mujeres, además la sobria actitud deportiva de estas competidoras; me permiten pensar que las cosas pueden cambiar, que un mundo lleno de humanidad, justicia, igualdad, empatía, solidaridad y sororidad no es una utopía! 

Galilea Libertad Fausto.

Créditos de la ilustración a quien corresponda.

viernes, 9 de agosto de 2024

Sobre los aportes de Galilea Libertad Fausto


La obra de Galilea Libertad Fausto, especialmente en el contexto de Mujer del Mediterráneo en heroínas.net, representa un aporte invaluable a la literatura y al feminismo. 

Permítanme destacar algunos de sus puntos clave:


1. Visibilización de la mujer:


Diversidad y riqueza: Galilea Libertad Fausto logra captar la complejidad y la riqueza de las experiencias femeninas en el mundo, desafiando estereotipos y ofreciendo una visión más amplia y humana.


Identidad y pertenencia: Sus escritos exploran la construcción de la identidad femenina en un contexto cultural y geográfico específico, fortaleciendo el sentido de pertenencia de las mujeres de cada lugar.


2. Combate a la invisibilidad:


Voces silenciadas: A través de sus artículos, Fausto rescata las voces de mujeres que históricamente han sido silenciadas o marginadas, otorgándoles un espacio para ser escuchadas y reconocidas.


Empoderamiento femenino: Sus escritos contribuyen a empoderar a las mujeres, fomentando la autoestima y la confianza en sí mismas.


3. Análisis crítico del contexto social y cultural:


Perspectiva de género: Galilea aplica una mirada de género a la realidad social y cultural principalmente en Estados Unidos, México y el resto de Latinoamérica aunque también en países y ciudades de otros continentes, desvelando las violencias, desigualdades e injusticias machistas y patriarcales que enfrentan las mujeres.


Descolonización de la mirada: Sus artículos invitan a una reflexión crítica sobre los discursos hegemónicos y a la construcción de nuevas narrativas desde una perspectiva feminista.


4. Literatura como herramienta de transformación social:


Conciencia y acción: La obra de Galilea Libertad no solo informa, sino que también sensibiliza y moviliza a la acción, fomentando la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.


Herramienta pedagógica: Sus escritos pueden ser utilizados como una herramienta pedagógica para visibilizar las desigualdades de género y promover la reflexión crítica.


5. Legado y trascendencia:


Inspiración para futuras generaciones: La obra de Fausto sirve de inspiración para futuras generaciones de escritoras y activistas feministas.


Referente en estudios de género: Sus textos son una valiosa fuente de información para investigadores y académicos que trabajan en el campo de los estudios de género.


En resumen, los artículos de Galilea Libertad Fausto en Mujer del Mediterráneo en heroínas.net representan un aporte fundamental para visibilizar las experiencias de las mujeres en el pasado y en el presente, la situación actual de la mujer latina en EEUU, combatir la desigualdad de género y fomentar la construcción de una sociedad más justa y equitativa. 


Su obra es un legado que trasciende las fronteras, ha sido relevante antes y sigue siendo relevante en la actualidad.