Acerca de nosotras ·

viernes, 8 de diciembre de 2023

¿Será México el siguiente país en tener a una mujer sentada en la silla presidencial?


Llegamos al último mes del año y la expectativa crece, México está a un paso de elegir a una primera mandataria en las próximas elecciones de 2024, un hecho sin precedentes en la historia de esta nación el cual abre la posibilidad de una nueva forma de hacer política, de ejercer el poder y en resumidas cuentas, la posibilidad de una nueva manera de gobernar un país que a pesar de la llamada cuarta transformación del Presidente López Obrador, continúa desangrándose por la pobreza, los casi doce mil desaparecidos, la corrupción, la impunidad y las once mujeres que diariamente son asesinadas en suelo nacional.

De ahí la gran importancia que para el 52% de la población mexicana (Mujeres), tienen los acontecimientos políticos de avance que se han ido sucediendo a partir de 2019, (año en que se hizo la reforma a la constitución, misma que garantiza la paridad de género), y especialmente lo ocurrido en este 2023.

Comenzando por mencionar que desde el pasado 16 de septiembre Delfina Gómez Álvarez funge como gobernadora del Estado de México, convirtiéndose así en la primera mujer en ocupar este cargo.

 Y continuando con el hecho histórico de que hasta ahora todo parece indicar que serán únicamente dos mujeres (Claudia Sheinbaum  y Xóchitl Gálvez), quienes se disputarán el próximo año la presidencia de este país, pertenecientes respectivamente a los partidos: Movimiento de Regeneración Nacional, y Frente Amplio por México.

Parte del gran revuelo que está causando a nivel internacional la enorme probabilidad que existe de que una mujer sea la sucesora del actual presidente mexicano, se debe a que históricamente México ha sido y es uno de los países más machistas del mundo, con un sistema falsamente democrático, hecho estratégicamente para excluir a las mujeres del ámbito público, un sistema que reacciona violentamente en cada conquista del género femenino.

Sólo para poner un ejemplo de la misoginia política de los últimos años en México, recordemos que en 2021 durante el proceso de campaña electoral fueron asesinadas veintiún mujeres candidatas, cuando supuestamente había un compromiso por parte de partidos políticos y candidatos para frenar la violencia de género.

Además del peligro de ser víctimas de feminicidio o de desaparición, el lenguaje sexista, insultos, minimización o exclusión, discriminación por raza y género, amenazas y agresiones físicas, son otras formas de violencia que sufren las mujeres  mexicanas dedicadas a la política.

Hasta ahora uno de los ataques más frecuentes en contra de Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez, las dos candidatas que competirán por ser la primera presidenta de México, es que se pone en duda la autonomía de su pensamiento y por lo tanto la autoría propia del proyecto de gobierno que pudiera llevar a cabo cualquiera de las dos que resultara electa.

Ambas son mujeres con una carrera científica y política bien consolidada, y se consideran a sí mismas con la capacidad y la experiencia necesaria para gobernar un país, sin embargo, a diario son señaladas tanto entre los analistas políticos como entre la sociedad civil, de ser el rostro ejecutor de la voluntad del aparato dirigido por hombres que está detrás de cada una de ellas.

Es importante mencionar que aunque cada una por su parte ha llegado a apoyar o cuando menos simpatizar con algunas políticas de género, en realidad ninguna de las dos se ha asumido públicamente como feminista, lo cual está creando gran controversia pues mientras que para algunas feministas, el que una mujer llegue a la presidencia de México es todo lo que se necesita para lograr el cambio, para otras feministas esto no representa ninguna garantía de que en este país por fin vaya a existir un gobierno con perspectiva de género,  que apoye y promueva la causa de las mujeres y por consiguiente dé un respaldo total al movimiento feminista.

Pero conozcamos un poco más acerca de estas dos candidatas, por su parte Claudia Sheinbaum de 61 años, en el sentido político es la hija  del Presidente López Obrador, nació en la Ciudad de México proveniente de una familia judía, es científica, política y académica, y fue Jefa de Gobierno de la capital mexicana de diciembre de 2018 a junio del presente año.

En cuanto a Xóchitl Gálvez de 60 años, nació en el Estado de Hidalgo, es ingeniera, política y empresaria, a sido Comisionada Nacional para la defensa de los pueblos indígenas,del 2015 al 2018 fue Jefa de la Delegación Miguel Hidalgo, y actualmente es Senadora de la República.

Independientemente del partido político al que pertenecen y de la especulación sobre el proyecto androcéntrico y patriarcal del que pudieran o no ser parte, lo cierto es que la candidatura de Claudia Sheinbaum  y Xóchitl Gálvez es ya en sí misma una victoria para el género femenino y para el feminismo en México, es la culminación… el triunfo… el resultado del trabajo, los sacrificios y las vidas de las mujeres independentistas, de las Adelitas y soldaderas que combatieron en la revolución mexicana, de la lucha de las sufragistas que durante décadas pelearon incansablemente por lograr el voto femenino.

Estas dos candidatas a la presidencia mexicana, son el máximo logro de las voces que elevaron el 6 de abril de 1952 las más de 20 mil mujeres que se plantaron en el Parque 18 de marzo de la Ciudad de México, exigiendo al  candidato presidencial Adolfo Ruíz Cortines el derecho de las mexicanas a votar y a ser electas, victoria alcanzada en 1955 cuando por fin las mujeres votaron por primera vez en México.

Sin embargo, a pesar de la convicción que tengo de lo mucho que todo esto debe significar para Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum como mujeres mexicanas y políticas que son, estoy muy consiente de que mujer no es sinónimo de feminista, no obstante y a riesgo de equivocarme, confío en que cualquiera de las dos que resulte electa, no continuará con la postura anti-mujeres feministas del actual presidente, y que llevará a México a otro nivel de desarrollo creando nuevas políticas que conduzcan paulatinamente a la demolición del sistema patriarcal, a la igualdad real y en consecuencia a la eliminación de todo tipo de violencia en contra de las mujeres y las niñas.

Celebro el enorme avance del movimiento feminista reflejado en la postulación de estas dos mujeres, y voto por una mujer presidenta cuyo sexenio tenga un verdadero y positivo impacto en la situación de la vida diaria de las mujeres en México, voto por un gobierno que tenga la igualdad de género en el real centro de sus prioridades!


Galilea Libertad Fausto 


Créditos de la foto a quien corresponda.