Diversidad y universalidad
Voces conservadoras de diversas ideologías nos llaman al respeto a la diversidad para preservar ese orden inequitativo que, como el multiculturalismo convierte las mujeres en fósiles vivientes de sus usos y costumbres mientras sus aguerridos machos combaten, se alían, negocian se destruyen, nos destruyen y cambian. Tal y como lo ha mostrado de manera espléndida Fátima Mernissi .
Para nosotras la diversidad es dinámica y abarca a todo el mundo. La revindicamos frente a la homogeneidad, el pensamiento único, la dominación cultural excluyente y jerárquica que produce opresión cultural. Las mujeres tenemos derecho a evolucionar y cambiar de ideas o a conservarlas, a aprender de las otras y del mundo, no sólo como actoras sino como autoras de nuestras vidas y nuestras comunidades. Tenemos el derecho a ser como queramos ser. Por eso, propiciamos la convivencia en la diversidad. La vía de la multiculturalidad democrática conduce a visibilizar las semejanzas.
Al analizar tres casos de supuesto choque entre identidad cultural y derechos de las mujeres en Francia, la India y EE.UU, Seyla Benhabib señala cómo “... el malabarismo multiculturalista provocó la derrota de las mujeres” y considera la necesidad de articular la igualdad en la diversidad y “...un modelo democrático deliberativo que permita la máxima controversia en la esfera pública, y las organizaciones de la sociedad civil y a través de ellas. Aunque soy partidaria del universalismo constitucional y jurídico en el sistema de gobierno... permeable y receptivo a las diferencias de género”.
De ahí que el principio del pacto sea la universalidad. Al respecto, Marta Nussbaum subraya la posibilidad de “...esbozar un marco para una práctica feminista de la filosofía que sea fuertemente universalista, dedicada a normas de justicia, de igualdad y a derechos que tengan validez a través de diferentes culturas y que sea al mismo tiempo sensible a la particularidad local y a las maneras que modifican no solamente las opciones, sino las creencias y las preferencias.
Con la guía histórica de Amelia Valcárcel sobre los grandes momentos del feminismo, miremos nuestra historia para definir los retos del feminismo del siglo XXI, coloquémonos en ella y sabremos cuáles son los desafíos:
Extender a cada vez más mujeres los avances en derechos, recursos, bienes y poderes de los que gozan algunas, es decir, contribuir al empoderamiento de cada una y de nuestra causa y convertirnos en una poderosa fuerza política de género que interceda por las otras.
El último siglo condensa grandes resquebrajaduras al patriarcado. Más hondas en algunos sitios, favorable para algunas mujeres. En otros, la sola rasgadura de la superficie produce reacciones telúricas. En el mundo global no hay apartheids ni ínsulas impermeables a las necesidades de las excluidas, tarde o temprano llegan hasta las ínsulas y aspiran con justicia a todos los derechos. Tampoco podrán preservarse intocadas las ínsulas de género en que unas mujeres tienen derechos en el límite de un territorio a un estamento y sus derechos son en acto privilegios ante quienes nada tienen.
PONENCIA DE MARCELA LAGARDE Y DE LOS RIO
http://www.caladona.org/termomix/wp-content/uploads/2012/01/pacto_entre_mujeres_sororidad.pdf
que seria das Mulheres sem o amor das Mulheres (marcela Lagarde) apóio e sinto a nescesidad de confirmar...que seria de mim sem o amor das mulheres...que seria de mim sem o amor da minha mãe o amor da minha irmã o amor das minhas amigas...que seria das Mulheres sem o Amor das Mulheres en Mundo...
ResponderEliminarSin duda que seria de mi sin el amor de mi abuela, de mi madre de mis hermanas, mis amigas , de mi hija. Sin duda seria otra más infeliz . Su papel a mi lado ha sido lo que me impulsa cada dia .
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