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martes, 31 de enero de 2012

SORORIDAD :PACTO ENTRE MUJERES-6/6





Por la vida y la libertad de las mujeres




 Anexo ¿Qué es un pacto?


 Pacto y agenda buscando significados útiles de la palabra pacto encontré que  Consentimiento o convenio que se supone hecho con el demonio para obrar por medio de él cosas extraordinarias, embustes y sortilegios. Pacto de no agresión, pero no se aplica a un acuerdo entre mujeres. Del Siglo XVI al XX Consentimiento o convenio temporal entre dos o más estados de respetarse mutuamente, sin apelar a las armas en la solución de sus conflictos mutuos; pero nosotras no constituimos estados. Pacto. De retro: Estipulación por la cual el comprador se obliga a devolver la cosa al vendedor por su precio. Y, finalmente, Renunciar al pacto: Apartarse del que se supone hecho con el demonio. Pero como ya dijimos nosotras no habíamos hecho pacto alguno con el demonio, no tendríamos por qué renunciar a él.


 Continué la búsqueda y encontré cosas que podrían sernos útiles: el verbo pactar significa Asentar, poner condiciones o conseguir estipulaciones para concluir un negocio u otra cosa entre partes, obligándose mutuamente a su observancia; la definición termina con pactar (una cosa) con otro; entre sí. Casi concluyo que esta definición tampoco nos cuadra porque ninguna es otro. Como dice Celia Amorós , nosotras somos las pactadas. Por poco me doy unas vacaciones existenciales que recomienda Luisa Muraro en emulación de la mística femenina del Siglo XIII, al decirnos su cansancio de años al traducir autores que enuncian al sujeto en masculino para sentirse incluida como mujer. 


Pero como el mundo no es idéntico al diccionario que fosiliza patriarcalmente la historia y la lengua, pensé que podríamos cambiar la o de otro por a y que quede otra que por otra parte nos ha llevado a acciones estupendas como enfrentar el sexisto en el lenguaje o a cambiar oes por aes en nuestras mentalidades y afectividades, debido a la prodigiosa presencia de las mujeres en el mundo. La a es un aleph que conduce a otro paradigma.


 Esa a, es la a de humana, la más bella palabra del castellano, con ella significo el cambio más rotundo porque no sólo cambia el género sino el sentido todo de la idea del mundo y en nuestro caso, del pacto. Quedémonos con asentar, poner condiciones, obligándose mutuamente a su observancia. Y, también con la definición de pactante que sin marcar el género define: que pacta o forma un pacto
PONENCIA  DE MARCELA LAGARDE Y DE LOS RIO

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lunes, 30 de enero de 2012

SORORIDAD :PACTO ENTRE MUJERES-5/6




 Agenda y Pacto 


La globalización democrática y solidaria requiere asumir la necesidad de generalizar condiciones de acceso al bienestar en el mundo. Porque la igualdad a más de ser un principio filosófico y jurídico debe convertirse en una forma de relación entre personas, pueblos y regiones. La democracia debe ser un modo de vida y de convivencia social.


 La alternativa en construcción por actores diversos en el mundo, en cuyo cauce confluye el feminismo es el paradigma de desarrollo humano sustentable y la democracia plena  . Dicho paradigma contiene la filosofía política del tercer milenio cuya meta es cincelar la vida humana a partir de la realización vital de los derechos humanos. 


 Construimos un mundo abierto a la participación, al diálogo y a la deliberación creativas para avanzar en la normatividad de condiciones ineludibles de convivencia para que millones de mujeres y hombres excluidos y marginados accedan al desarrollo humano, la vida democrática y la paz.


 Aspiramos a borrar las fronteras patriarcales de género en cuanto a los derechos humanos de las mujeres. Desde el principio de reciprocidad igualitaria, esta tarea es una responsabilidad ética de quienes tienen más para construir la ciudadanía de género.


 Cualquier pacto emanado de mujeres del tercer milenio debe potenciar lo acumulado y actualizar la crítica a la organización perversa del mundo que continúan haciendo hombres poderosos y sus poderosas corporaciones económicas y militares, legales e ilegales. En el mundo global no podemos ser contemporáneas sin incluir en nuestra contemporaneidad la construcción corresponsable de la igualdad intragenérica de las mujeres.


 Marta Nussbaum sostiene que “...el pensamiento político y económico internacional debe ser feminista, atento, entre otras cosas, a los problemas especiales que enfrentan las mujeres a causa de su sexo en todas las naciones del mundo, problemas sin cuya comprensión no pueden enfrentarse los temas de la pobreza y el desarrollo” . 


 Sin embargo, identifica un conjunto de temas tradicionales no resueltos ni en los países más ricos como son la discriminación en el empleo, la violencia doméstica, el acoso sexual, la violación. Considera, asimismo, que el feminismo “... debe agregar tópicos a su agenda, si es que trata de aproximarse de manera productiva al mundo en desarrollo: el hambre y la nutrición, la alfabetización, los derechos sobre la tierra, el derecho a buscar empleo fuera del hogar, el matrimonio infantil y el trabajo infantil (algunos de esos tópicos son también esenciales para encuadrar a las mujeres pobres en las naciones más ricas” . 


 Sin embargo, no es posible abatir la exclusión que impide la satisfacción de las necesidades básicas y el desarrollo de las capacidades personales y colectivas, sin plantear la necesidad de oponernos a: 


 Todas las formas de capitalismo depredador, totalitarismo, injerencismo y militarismo, y todas las formas de patriarcalismo que generan destrucción inadmisible, crímenes de lesa humanidad, sufrimiento irreparable, injusticias insospechadas y devastación en la calle vecina, la comunidad cercana, la frontera inmediata, al otro lado del mundo o en nuestra propia casa.


 Todas las formas de cosificación humana: la trata y el tráfico de personas en particular de las niñas y las mujeres, el trabajo esclavo y servil, la prostitución y la pornografía así como todas las formas  de dominación y violencia de género en particular la violencia feminicida.


 La vigencia de los derechos humanos cuesta, terminar con la pobreza, el hambre, la muerte precoz, la desolación, cuesta. Nuestro pacto debe incluir objetivos políticos claros para aumentar la asignación de recursos en todos los niveles para lograr el desarrollo de las mujeres y así como asegurar la participación democrática. Debe ser un imperativo ético invertir en la igualdad puertas adentro y fronteras mediante.


 En nuestra agenda se deben establecer metas para lograr que los recursos sean para todas, tanto, como los derechos a la libertad de tránsito, de trabajo, de pensamiento. No podemos conformarnos que sólo sean para unas cuantas. El derecho a decidir algunas cosas del que gozamos algunas, debe ser el principio político a generalizar porque centenas de millones de mujeres no pueden decidir ni elegir. En ningún país del mundo ha sido erradicada la violencia de género y la muerte criminal ronda a cualquier mujer. Debemos denunciar y combatir el mercado global de mujeres.


 Nuestra agenda es histórica, compleja e integral, holística. Pero tiene una definición prioritaria: desmontar los poderes de dominio, la sexualidad expropiada y la expropiación del trabajo y de todos los productos y las creaciones de las mujeres. Nuestro pacto es por recuperar el mundo para las mujeres y recuperar nuestros cuerpos y nuestras vidas para cada una de nosotras a través de normas y derechos inalienables. Vamos por la reapropiación capaz de eliminar y cosificación de las mujeres y convertirnos en seres intocables frente a la violencia de género, en seres incosificables, en seres humanos. Con nuestra alianza política de género vamos por la vida y la libertad de las mujeres. 


Mostremos nuestra radical intolerancia a la pobreza, la violencia y a las variadas formas de exclusión y cautiverio, y nuestra voluntad de hacer extensivo el desarrollo, la democracia genérica y las libertades a todas las mujeres.


 Actuemos en consecuencia para saciar el hambre y la sed de millones de mujeres en el mundo mediato e inmediato, para erradicar la guerra y la violencia, para lograr el cuidado y la atención de millones de niñas y mujeres enfermas, y para eliminar las variadas formas de discriminación y violencia.


 Al mismo tiempo debemos ampliar derechos ya construidos, recursos y oportunidades, espacios y formas de participación política. Actuemos para hacer sostenible el empoderamiento de quienes gozas de derechos, oportunidades y libertades. A la par de la ciudadanía política construyamos la ciudadanía social de las mujeres de tal manera que desarrollo y democracia se fundan en procesos de bienestar.


 A pesar de las realidades lacerantes, el feminismo en el mundo ha ampliado el cuerpo, el territorio y el horizonte de las mujeres. No es suficiente. Redoblemos los esfuerzos por lograr la profunda reforma del Estado y sus instituciones y del orden internacional global, basada en la igualdad, la vigencia de los derechos humanos y la justicia de género.


 Pactemos sumar a más y más mujeres y la alianza con quienes desde sus propias agendas, son progresistas y construyen el paradigma del siglo XXI y estén dispuestos a incluir nuestra perspectiva y actuar de manera conjunta y paritaria. Ampliemos los vínculos y las redes internacionales con el objeto de crear normas, legislación y políticas de observancia obligatoria y mínimos de avance en la erradicación de la opresión de género.


 Estoy convencida de que el feminismo es la más grande creación culturas de las mujeres en la historia. Ha enriquecido al mundo en que vivimos y nosotras, por ser feministas hemos dado sentido peculiar a nuestras vidas, hemos hecho un gran viaje interior. Por ser feministas hemos podido enfrentar avatares de la vida con creatividad. Hemos aprendido a vivir a favor de nosotras mismas y de la vida. 

PONENCIA  DE MARCELA LAGARDE Y DE LOS RIO

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domingo, 29 de enero de 2012

SORORIDAD :PACTO ENTRE MUJERES-4/6





 Diversidad y universalidad 


 Voces conservadoras de diversas ideologías nos llaman al respeto a la diversidad para preservar ese orden inequitativo que, como el multiculturalismo convierte las mujeres en fósiles vivientes de sus usos y costumbres mientras sus aguerridos machos combaten, se alían, negocian se destruyen, nos destruyen y cambian. Tal y como lo ha mostrado de manera espléndida Fátima Mernissi . 


 Para nosotras la diversidad es dinámica y abarca a todo el mundo. La revindicamos frente a la homogeneidad, el pensamiento único, la dominación cultural excluyente y jerárquica que produce opresión cultural. Las mujeres tenemos derecho a evolucionar y cambiar de ideas o a conservarlas, a aprender de las otras y del mundo, no sólo como actoras sino como autoras de nuestras vidas y nuestras comunidades. Tenemos el derecho a ser como queramos ser. Por eso, propiciamos la convivencia en la diversidad. La vía de la multiculturalidad democrática conduce a visibilizar las semejanzas.


 Al analizar tres casos de supuesto choque entre identidad cultural y derechos de las mujeres en Francia, la India y EE.UU, Seyla Benhabib señala cómo “... el malabarismo multiculturalista provocó la derrota de las mujeres”  y considera la necesidad de articular la igualdad en la diversidad y “...un modelo democrático deliberativo que permita la máxima controversia en la esfera pública, y las organizaciones de la sociedad civil y a través de ellas. Aunque soy partidaria del universalismo constitucional y jurídico en el sistema de gobierno... permeable y receptivo a las diferencias de género”. 


 De ahí que el principio del pacto sea la universalidad. Al respecto, Marta Nussbaum subraya la posibilidad de “...esbozar un marco para una práctica feminista de la filosofía que sea fuertemente universalista, dedicada a normas de justicia, de igualdad y a derechos que tengan validez a través de diferentes culturas y que sea al mismo tiempo sensible a la particularidad local y a las maneras que modifican no solamente las opciones, sino las creencias y las preferencias.




 Con la guía histórica de Amelia Valcárcel  sobre los grandes momentos del feminismo, miremos nuestra historia para definir los retos del feminismo del siglo XXI, coloquémonos en ella y sabremos cuáles son los desafíos:
 Extender a cada vez más mujeres los avances en derechos, recursos, bienes y poderes de los que gozan algunas, es decir, contribuir al empoderamiento de cada una y de nuestra causa y convertirnos en una poderosa fuerza política de género que interceda por las otras.


 El último siglo condensa grandes resquebrajaduras al patriarcado. Más hondas en algunos sitios, favorable para algunas mujeres. En otros, la sola rasgadura de la superficie produce reacciones telúricas. En el mundo global no hay apartheids ni ínsulas impermeables a las necesidades de las excluidas, tarde o temprano llegan hasta las ínsulas y aspiran con justicia a todos los derechos. Tampoco podrán preservarse intocadas las ínsulas de género en que unas mujeres tienen derechos en el límite de un territorio a un estamento y sus derechos son en acto privilegios ante quienes nada tienen.



PONENCIA  DE MARCELA LAGARDE Y DE LOS RIO

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sábado, 28 de enero de 2012

SORORIDAD PACTO ENTRE MUJERES-3/6




 La igualdad entre nosotras

 Llevamos tres siglos construyendo la igualdad entre mujeres y hombres. Magnífico. Nos esforzamos además para lograr para todas un puñado de derechos humanos y libertades. Esos derechos tan preciados son un piso para nuestro despliegue y sólo son vigentes de manera parcial para unos cuantos millones de mujeres en el mundo, por estamentos, clases, castas, grupos, naciones. La desigualdad en el desarrollo y la prevalencia de formas aberrantes de opresión vital de las mujeres son enormes. Constatarlo hace ineludible priorizar también la construcción de la igualdad entre mujeres. No me refiero a eliminar las diferencias como signos positivos de identidad cultural, sino a las que son marca de discriminación, explotación y violencia.
 Entre las contemporáneas hay quienes sobreviven en la línea del hambre y quienes tienen una historia de buena alimentación por generaciones, quienes no saben escribir su nombre y quienes acumulan títulos y obras, quienes nunca han tenido voz en su comunidad y quienes, aún excepcionalmente, gobiernan pequeñas comunidades y naciones. Aún en los países de más alto desarrollo perviven desigualdades entre mujeres y hombres, y hay mujeres que no acceden a las condiciones que otras ejercen como derechos.

 Al lado de los indicadores de desarrollo se encuentran intocadas formas de opresión de género no contabilizadas. No hay índices, habría que hacerlos, que relacionen indicadores de calidad de vida en países de alto y medio desarrollo con la prevalencia de la prostitución, el tráfico y la servidumbre de mujeres, la explotación pornográfica de niñas y mujeres o el consumo social de la pornografía y su relación con la violencia de género, por ejemplo. No hemos integrado como recurso diagnóstico y de evaluación de desarrollo y la democracia la violencia contra las mujeres dialécticamente articulada con la violencia masculina en todas sus modalidades. Sólo las padecemos, nos afanamos en reparar sus daños y secuelas y en crear normas, mecanismos y condiciones que la impidan, aún debemos convencer sobre su perversidad.

 Creemos vivir en democracia porque votamos y elegimos, aunque sigamos siendo minoría política, también porque hay instituciones independientemente de que no impulsen la ciudadanía de las mujeres, prevalezcan la exclusión de género, la pobreza y la violencia contra las mujeres y se impida el acceso a la justicia. Como sucede en México: Se define como una democracia constitucional, aunque más del 60% de las mujeres sobrevivan en pobreza y contemos día a día las víctimas de la violencia feminicida 9 . En 2004 fueron asesinadas 1205 niñas y mujeres, 4 cada día, una cada 6 horas. En la mayor parte de los casos no hay detenidos ni culpables, lo que no es sino la punta del iceberg de formas de violencia de género integradas a la convivencia, recreadas por la impunidad, hechos extremos de la opresión patriarcal. 

 Cómo se puede definir la democracia cuando en países considerados democracias ejemplares, las extranjeras, las indígenas, las mujeres de genealogías religiosas o culturales minorizadas no gozan de los derechos de ciudadanía o son colocadas en las márgenes del orden social en estamentos de cosificación, fuera de las instituciones del Estado. Las desigualdades son inadmisibles para nosotras. María de Jesús Izquierdo identifica un profundo malestar en la desigualdad  y la considera contraria a la democracia.


 La sororidad y las formas de affidamento no son una invención idealista, se basan en experiencias entre mujeres que es preciso internalizar y extender hasta convertirlas en el eje de una ética política entre nosotras. Millones de mujeres no habrían sobrevivido sin el soporte, el apoyo, el reconocimiento, la transmisión de descubrimientos y la autoridad de otras mujeres. Cada vez es más urgente que utilicemos estos recursos políticos para desmontar las dificultades vitales y ampliar la cultura democrática: se trata de construir la democracia genérica entre nosotras. Ya nos hemos convocado bajo el principio del reconocimiento de la diversidad entre nosotras ahora hace falta revindicar el principio de igualdad. 


 ¿Cómo igualarnos si por clase, por nacionalidad, por etnicidad y origen, por situación de legalidad y territorialidad, por generación y edad, por educación, escolaridad y manejo de lenguajes y tecnologías, por nuestra situación en el desarrollo o en la democracia se producen entre nosotras distancias y brechas aberrantes? ¿Cómo igualarnos si lo que para algunas han sido derechos de tres generaciones para otras son la utopía inalcanzable, si unas tenemos condiciones de holganza, y hasta ocio y otras trabajan como esclavas? Cómo pactar par no ser siempre las incluidas, las que ya estaban. ¿Cómo desmontar entre nosotras la exclusión estructural objetiva aberrante que levanta un muro de siglos de desarrollo y progreso frente a una eterna precariedad? ¿Cómo ir a las raíces de la opresión sexual que incluye a millones de mujeres en círculos de perversidad esclavizante?



PONENCIA  DE MARCELA LAGARDE Y DE LOS RIO
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viernes, 27 de enero de 2012

SORORIDAD PACTO ENTRE MUJERES-2/6





De pactos y otras cosas

Desde hace tiempo, las mujeres ya no sólo nos apoyamos a vivir en una sintonía subterránea de género. Hemos ido pactando y nuestros pactos han tenido lenguaje. 

 La agenda concreta el pacto. No es una casualidad que las mujeres hagamos pactos cuando nos encontramos en lo público y ahí están el lenguaje y las maneras de relacionarse para lograr el acuerdo de intervenir, proponer, impulsar o ejecutar tantas cosas. Pacto, agenda y ciudadanía van de la mano. Tienen sus antecedentes en el apoyo solidario directo, privado, tantas veces clandestino y subversivo entre una y otra.Pero ha sido en lo público donde hemos debido dialogar con quienes nos unen lazos familiares o de amistad, sino la voluntad política de género.

 Sólo en condiciones de modernidad las mujeres hemos pactado. La agenda y la ciudadanía no han sido indumentaria tradicional de género para las mujeres. Por el contrario, la práctica de agendar es subsidiaria al reconocimiento de la otra y la ciudadanía implica la pertenencia. Más aún , como lo explica tan bien Celia Amorós  , el pacto entre los hombres que se reconocen interlocutores y sujetos políticos, ha implicado la exclusión de las mujeres y, su agenda incluye cómo organizar el mundo, definir hacia dónde vamos y otras delicadezas, así como las formas sutiles y perversas de mantener a las mujeres quietecitas.

 Por eso, para pactar, es preciso reconocer que la cultura femenina tradicional vigente entre nosotras, no incluye conocimientos, habilidades y destrezas para agendar ni pactar. Que muchas aprendemos en el estilo masculino y patriarcal para luego desaprenderlo al sentir cuán contradictorio es conducirnos así entre nosotras, lo estéril de ese proceder y la necesidad de construir la alianza entre las mujeres desde una posición política de género. Para desmontar esa estética y esa política hemos usado habilidades experiencias generadas n la cultura femenina del apoyo cuerpo a cuerpo y subjetividad a subjetividad personal entre mujeres. Ha sido un recurso metodológico para realizar la crítica deconstructiva de la agenda y los pactos a la usanza masculina, las formas excluyentes, sectarias, supremacistas y violentas de enfrentar la disidencia y los conflictos. 

Sólo arraigadas en ese saber solidario podemos remontar la prohibición patriarcal al pacto entre mujeres o lo que es lo mismo, a la política entre mujeres y desmontar la cultura misógina que nos configura. La sororidad emerge como alternativa a la política que impide a las mujeres la identificación positiva de género, el reconocimiento, la agregación en sintonía y la alianza.

 Nos han precedido mujeres y movimientos que llegaron a acuerdo surgidos de una mirada especial, diferente, una mirada feminista sobre las mujeres y el mundo, cuyo principio ético es el respeto a la vida de las mujeres. Desde esa sintonía imaginaron cómo avanzar en el mundo patriarcal con los recursos del paradigma de la modernidad. Y, de manera deconstructiva para exigirle a la modernidad la realización radical de sus principios de igualdad, libertad y fraternidad transformada desde la epistemología política feminista en igualdad en la diferencia, libertad y solidaridad.

 Como desvela Amelia Valcárcel  , a partir de encuentros y conflictos, de la falsa creencia en la natural solidaridad femenina, ha sido evidente que las relaciones entre mujeres son complejas y están atravesadas por dificultades derivadas de poderes distintos, jerarquías y supremacismo, competencia y rivalidad. Mecanismos políticos que provienen de la excluyente fragmentación social que nos envuelve, y también de normas de género para mantener la supremacía masculina sobre el conjunto de las mujeres distanciadas entre nosotras. 

De ahí surge la conciencia de la necesidad de la unidad de las mujeres para tener mayor poder de incidencia y por otra parte la necesidad de desmontar la confrontación misógina entre nosotras que nos distancia y debilita como género y devalúa a cada una. ¿Cómo convocar a la solidaridad con nuestro género si no somos solidarias entre nosotras? A través del tiempo se ha gestado en el feminismo una dimensión de la política que busca la confluencia y la sintonía entre las mujeres. Se trata de la sororidad, la alianza feminista entre las mujeres para cambiar la vida y el mundo con un sentido justo y libertario. 

 Sororidad del latín soror, sororis, hermana, e-idad, relativo a, calidad de. En francés, sororité, en voz de Giselé Halimi, en italiano sororitá, en español, sororidad y soridad, en inglés, sisterhood, a la manera de Kate Millett. Enuncia los pincipios ético políticos de equivalencia y relación paritaria entre mujeres. 

Términos relativos: sororal, sórica, sororario, en sororidad. Se relaciona con el affidamento del Colectivo de la Librería de Mujeres de Milán  al propiciar la confianza, el reconocimiento recíproco de la autoridad y el apoyo entre mujeres.

 La sororidad es una dimensión ética, política y práctica del feminismo contemporáneo. Es una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y al empoderamiento vital de cada mujer.

 No se trata de que nos amemos, podemos hacerlo. No se trata de concordar embelesadas por una fe, ni de coincidir en concepciones del mundo cerradas y  obligatorias. Se trata de acordar de manera limitada y puntual algunas cosas con cada vez más mujeres. Sumar y crear vínculos. Asumir que cada una es un eslabón de encuentro con muchas otras y así de manera sin fin. Al pactar el encuentro político activo tejemos redes inmensas que conforman un gran manto que ya cubre la tierra, como el que pintara Remedios Varo. La sororidad es un pacto político entre pares. El mecanismo más eficaz para lograrlo es dilucidar en qué estamos de acuerdo y discrepar con el respeto que le exigimos al mundo para nuestro género. Los pactos entre nosotros son limitados en el tiempo y tienen objetivos claros y concisos, incluyen, también, las maneras de acordarlos, renovarlos o darles fin. Al actuar así, las mujeres ampliamos nuestras coincidencias y potenciamos nuestra fuerza para vindicar nuestros deseos en el mundo.

 Mujeres que nos antecedieron y mujeres contemporáneas han hecho la síntesis entre la tradición de solidaridad femenina para la supervivencia, con una normatividad política del pacto. Cada vez que se ha dado esta síntesis ha habido saltos cualitativos de las mujeres pactantes con metas comunes y agenda, a diferencia de situaciones en las cuales las mujeres estamos aisladas y girando, satélites, en torno a grupos, intereses e instituciones masculinas. 

 Carmen Alborch  cosecha en su texto Libres un sin fin de conexiones entre la cultura del apoyo y la conciencia feminista que cada mujer y los movimientos feministas han desarrollado. Hace un retrato insuperable de Alice Walker  , autora de En busca de los jardines de nuestras madres con su esfuerzo genealógico que descubre a la primera antropóloga negra, así como la amistad sororal entre Alice Walker y Gloria Steinem. Ambas han sido parte de movimientos feministas capaces de construir recursos educativos masivos como la revista Ms. Formadora de un piso de conciencia feminista popular en varias generaciones de estadounidenses. 

 Imaginar la ciudadanía de las mujeres e ir construyendo lo que hoy llamamos  derechos humanos de las mujeres ha requerido el encuentro político entre mujeres modernas dueñas del lenguaje, el pensamiento y el análisis político sobre la situación y la condición de las mujeres. Dueñas de una visión teórica., basada en una perspectiva filosófica propia, no enajenada y de conocimientos reveladores sobre las mujeres y sobre el mundo. Cuando las mujeres hemos pensado el mundo y el yo, en el sentido de Hanna Arendt  , desde una mirada crítica y analítica, cuando lo personal ha sido enmarcado en lo colectivo ha surgido la necesidad de pactar para potenciar nuestra incidencia en el mundo. Así ha sido posible transitar de la solución única para  cada contingencia, al apoyo y la solución circunscrita a la construcción de caminos sociales para el género.



PONENCIA  DE MARCELA LAGARDE Y DE LOS RIO
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jueves, 26 de enero de 2012

SORORIDAD PACTO ENTRE MUJERES-1/6



Qué sería de las mujeres sin el aliento y el apoyo en situaciones de crisis que son tantas. No habríamos sobrevivido a los avatares de la vida sin otras mujeres conocidas y desconocidas, próximas o distantes en el tiempo y en la tierra. Los índices de Desarrollo Humano con los que medimos la situación de género, el desarrollo y el poder de las mujeres no incluyen todavía el registro de lo que para la antropología es el tejido social cuyas diversas tramas y urdimbres nos sostienen. En él, las mujeres tenemos un peso extraordinario al tejer y sostener las relaciones de parentesco y familiares, las conyugales, amorosas y de amistad, el trabajo y las actividades económicas, al crear en la esfera de la cultura, en ámbitos científicos e intelectuales, y desde luego a través de la participación social y política, la espiritualidad y la práctica de la solidaridad. Los enormes afanes por alcanzar la buena vida y por arribar a la justicia en el mundo han tenido en las mujeres protagonistas conmovedoras.

Cuántas madres han sido figuras fundantes, transmisoras de nuestra lengua y con ella de los cimientos de nuestra visión del mundo, y coautoras de nuestra identidad. Cuántas han sido sostén de sus hijas a lo largo de la vida. Qué mujer no ha tenido el apoyo cómplice o lo ha dado alguna hermana, tía y prima, suegra y cuñada. Desde el entendimiento o el conflicto las parientas se han apoyado en el día a día. Qué decir de las abuelas y las nietas en mágicos encuentros generacionales y de las hijas que en las vueltas de la vida acaban siendo madres de sus madres. Y las amigas, las compañeras y las colegas que acompañan a otras en riesgo por infinidad de cosas. Las mujeres que nos han curado y cuidado, las que nos han enseñado el mundo, con íntima cercanía por encima de los tabúes y normas sociales. 

Qué habría sido de las mujeres en el patriarcado sin el entramado de mujeres alrededor, a un lado, atrás de una, adelante, guiando el camino, aguantando juntas. ¿Qué sería de nosotras sin nuestras amigas? ¿Qué sería de las mujeres sin el amor de las mujeres?.



PONENCIA  DE MARCELA LAGARDE Y DE LOS RIO

miércoles, 25 de enero de 2012

Egipto: los partidos se comprometen a poner fin al estado de excepción, pero muchos no se comprometen con los derechos de las mujeres



24 de enero de 2012

Londres.- La mayoría de los grandes partidos políticos egipcios se han comprometido a llevar a cabo una ambiciosa reforma de derechos humanos en la transición del país, pero se han mostrado contradictorios a la hora de comprometerse a terminar con la discriminación, proteger los derechos de las mujeres y abolir la pena de muerte o han rechazado de pleno estos compromisos, ha manifestado hoy Amnistía Internacional.

Antes de las elecciones parlamentarias que comenzaron en noviembre, la organización pidió a los partidos políticos que concurrían a los comicios que firmaran un “manifiesto de derechos humanos” con 10 medidas clave para indicar que se tomaban en serio la realización de una reforma significativa en el ámbito de los derechos humanos.

Amnistía Internacional escribió a 54 partidos políticos y trató de reunirse con 15 de los principales; nueve de estos firmaron el manifiesto, bien completo o bien alguno de sus puntos, mientras que otros tres contestaron verbalmente.

El Partido de la Libertad y la Justicia, que obtuvo el mayor número de escaños en la nueva Asamblea del Pueblo, fue uno de los tres que no dieron una respuesta significativa, a pesar de los considerables esfuerzos realizados por Amnistía Internacional para conseguir su opinión.

“Esta semana se celebra la primera sesión del nuevo Parlamento y resulta alentador el hecho de que tantos de los principales partidos colaboraran con nosotros y estuvieran dispuestos a firmar ambiciosos compromisos de cambio en la lucha contra la tortura, la protección de los derechos de quienes viven en asentamientos precarios y la garantía de juicios justos”, ha dicho Philip Luther, director interino del Programa Regional para Oriente Medio y el Norte de África de Amnistía Internacional.

“Sin embargo –ha añadido Luther– es preocupante que varios partidos se negaran a comprometerse con la igualdad de derechos para las mujeres. Son pocas las mujeres que van a ocupar un escaño en el nuevo Parlamento y sigue habiendo enormes obstáculos para que las mujeres desempeñen una función plena en la vida política de Egipto.”

“Desafiamos al nuevo Parlamento a que aproveche la oportunidad de redactar una nueva Constitución que garantice todos estos derechos para todas estas personas en Egipto. La piedra angular debe ser la no discriminación y la igualdad de género.”

Si bien los únicos partidos que aceptaron todos los compromisos del manifiesto fueron el Partido Socialdemócrata de Egipto y el Partido de Alianza Popular Socialista, prácticamente todos los 12 partidos que respondieron estuvieron de acuerdo con los siete primeros puntos del manifiesto.

Estos puntos incluían compromisos con derechos civiles y políticos. Entre las principales promesas figuraban terminar con las casi tres décadas de estado de excepción, combatir la tortura, defender la libertad de expresión y asociación, garantizar los juicios justos e investigar los abusos perpetrados bajo el régimen de Hosni Mubarak.

Amnistía Internacional también consiguió que casi todos los partidos se comprometieran a abordar el problema de los derechos de las personas que viven en asentamientos precarios y a procurar que los derechos económicos sociales y culturales sean una realidad para todos los Egipcios.


Reservas

El octavo compromiso, poner fin a la discriminación, fue aceptado por la mayoría de los partidos, pero varios dijeron no poder comprometerse a cumplir la petición de Amnistía Internacional de terminar con la discriminación por orientación sexual e identidad de género. Los comentarios de al menos dos de los partidos indicaban que la cuestión de la discriminación de los Coptos, incluida la construcción de lugares de culto, ha sido sobredimensionada.

Varios partidos expresaron sus reservas ante el noveno compromiso, que pedía la protección de los derechos de las mujeres, e incluía la igualdad de derechos de las mujeres en el matrimonio, el divorcio, la custodia de los hijos y la herencia. Varios partidos invocaron la ley islámica para explicar por qué no podían aceptar este compromiso.

La mayoría de los partidos expresaron sus reservas con respecto al décimo punto –abolición de la pena de muerte–, bien afirmando que esta medida se oponía a las enseñanzas islámicas o bien que seguirían estudiando el tema. Incluso los dos partidos inclinados hacia la abolición de la pena capital señalaron que se trata de un objetivo a largo plazo, que no podrá conseguirse en los próximos años.

"La verdadera prueba para los partidos políticos será trasladar estos compromisos a iniciativas parlamentarias para abolir las leyes represivas del régimen de Mubarak, reformar la policía y los servicios de seguridad y aprobar leyes que protejan los derechos humanos y rompan con la trayectoria de abusos”, ha dicho Philip Luther. "Una de las primeras medidas debe ser el levantamiento del denostado estado de emergencia.”

“Las mujeres participaron codo con codo junto a los hombres en las protestas y han sido fundamentales en el movimiento que derrocó al presidente Mubarak y condujo a estas elecciones. Negarles la igualdad truncaría las esperanzas de que Egipto entre en una nueva era de respeto de los derechos y la dignidad de todos.”


Los 10 compromisos del Manifiesto de Amnistía Internacional para Egipto son:

1.     Poner fin al estado de excepción y reformar las fuerzas de seguridad
2.     Terminar con la detención en régimen de incomunicación y combatir la tortura
3.     Garantizar juicios justos
4.     Defender el derecho a la libertad de expresión, asociación y reunión
5.     Investigar los abusos cometidos en el pasado
6.     Hacer efectivos los derechos económicos sociales y culturales para todas las personas
7.     Defender los derechos de las personas que viven en asentamientos precarios  
8.     Poner fin a la discriminación
9.     Proteger los derechos de las mujeres
10.  Abolir la pena de muerte


Respuestas de los partidos políticos egipcios al Manifiesto por los Derechos Humanos en Egipto:

En noviembre, Amnistía Internacional envió cartas a 54 partidos políticos egipcios invitándoles a firmar el manifiesto. La organización trató de entrevistarse con los dirigentes de 15 de los mayores partidos en noviembre y diciembre. A continuación figuran las respuestas obtenidas:

ñ  Partido Socialdemócrata de Egipto: aceptó los 10 compromisos, pero afirmó que era prematuro esperar la abolición de la pena de muerte sin el apoyo popular.
ñ  Partido de Alianza Popular Socialista: aceptó los 10 compromisos, pero afirmó que era prematuro esperar la abolición de la pena de muerte sin el apoyo popular.
ñ  Partido de la Juventud de Egipto: envió una carta con el manifiesto firmado, afirmando su compromiso con los derechos humanos en general, pero sin dar más detalles sobre los 10 compromisos.
ñ  Nuevo Partido Al Wafd: aceptó todos los compromisos con excepción de la abolición de la pena de muerte.
ñ  Partido Frente Democrático: aceptó todos los compromisos con excepción de la abolición de la pena de muerte. 
ñ  Partido de Reforma y Desarrollo: aceptó todos los compromisos con excepción de la abolición de la pena de muerte. 
ñ  Partido Al Karama: aceptó verbalmente todos los compromisos con excepción de la abolición de la pena de muerte. 
ñ  Partido Al Nour: aceptó verbalmente todos los compromisos con excepción de la abolición de la pena de muerte y la protección de los derechos de las mujeres.
ñ  Partido de los Guardianes de la Revolución: envió una carta aceptando el manifiesto, con excepción de la abolición de la pena de muerte y la protección de los derechos de las mujeres, afirmando que el partido sigue las directrices de las instituciones religiosas de Al Azhar sobre estas cuestiones.
ñ  Partido de la Liberación Egipcio: aceptó todos los compromisos con excepción de la abolición de la pena de muerte y la protección de los derechos de las mujeres, subrayando su oposición a la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; se comprometió a garantizar la no discriminación, salvo por motivos de orientación sexual.
ñ  Partido Al Wasat (de Centro): aceptó los compromisos, pero expresó firmes reservas a la abolición de la pena de muerte, la protección de los derechos de las mujeres y la garantía de no discriminación. También expresó reservas sobre la discriminación por motivos de orientación sexual y la igualdad de derechos de musulmanes y coptos respecto a la construcción de lugares de culto.
ñ  Partido de la Revolución Egipcia: sus representantes plantearon en una reunión sus motivos de preocupación sobre la necesidad de “seguridad” y la obligación de respetar los “valores islámicos”, justificando que continuara el estado de excepción, aunque se comprometieron a luchar contra la tortura. También dijeron que la libertad de expresión, asociación y reunión eran importantes siempre que no “amenazaran la seguridad pública”. Afirmaron que los derechos de las mujeres no deben entrar en contradicción con la religión y que la discriminación contra los coptos era una cuestión que estaba sobredimensionada. El partido no planteó reservas sobre los otros compromisos.
ñ  Partido de los Egipcios Libres: no respondió a la petición de reunión ni expresó comentarios sobre el manifiesto.
ñ  Partido de la Libertad y la Justicia: no respondió a la petición de reunión ni expresó comentarios sobre el manifiesto. Amnistía Internacional no recibió ninguna respuesta significativa a su último intento por contactar con ellos en enero de 2012.
ñ  Partido de la Justicia: no respondió a la petición de reunión ni expresó comentarios sobre el manifiesto.

/// FIN
www.es.amnesty.org

martes, 24 de enero de 2012

ACTÚA: NUEVO TEMOR DE EJECUCIÓN DE SAKINEH MOHAMMADI ASHTIANI




 A finales de diciembre, la prensa iraní publicó información en la que parecía reiterarse que Sakineh Mohammadi Ashtiani, condenada a muerte Irán, podría ser ejecutada por ahorcamiento, en vez de lapidación. 
Estas noticias recientes indican que continúa corriendo riesgo de ejecución y que ésta podría ordenarse en cualquier momento. Sakineh Mohammadi Ashtiani, mujer de 44 años de la provincia de Azerbaiyán Oriental, en el noroeste de Irán, y madre de dos hijos, fue detenida en 2005, a raíz del asesinato de su esposo. Sometida a un juicio injusto, fue declarada culpable de "adulterio estando casada" y, aparte, de complicidad en el asesinato de su esposo. Es posible que la condena de 10 años de prisión que le fue impuesta inicialmente por el cargo de complicidad en el asesinato se le haya reducido a cinco. De ser así, ya la ha cumplido. 

El "adulterio estando casado" se pena con la muerte por lapidación. No se sabe si se ha atendido una solicitud de revisión judicial de la condena de lapidación, presentada por el abogado de Sakineh Mohammadi Ashtiani en julio de 2010. Si Sakineh Mohammadi Ashtiani se encuentra ahora recluida únicamente por haber mantenido relaciones sexuales consensuales, Amnistía Internacional la considerará presa de conciencia y pedirá que sea puesta en libertad de inmediato y sin condiciones. Sakineh Mohammadi Ashtiani está confinada en la prisión de Tabriz, en Azerbaiyán Oriental, y no tiene asistencia letrada, pues a su abogado, que fue encarcelado, se le prohibió ejercer su profesión. 
Según la Agencia de Noticias de los Estudiantes Iraníes (ISNA), que está reconocida oficialmente, el 25 de diciembre de 2011 el presidente de la Magistratura Provincial de Azerbaiyán Oriental manifestó que "expertos islámicos estaban examinando el caso de Sakineh Mohammadi Ashtiani para ver si la ejecución podía llevarse a cabo por ahorcamiento", aunque posteriormente explicó que lo habían "malinterpretado", sin aclarar cómo. Este posible cambio de método de ejecución ya lo han considerado anteriormente las autoridades judiciales y se ha llevado a cabo en casos previos. 

 Amnistía Internacional teme que esta noticia sea una indicación que de que Sakineh Mohammadi Ashtiani corre de nuevo riesgo de ejecución.

ESCRIBAN INMEDIATAMENTE, en persa, en inglés o en su propio idioma: 
 - Pidiendo a las autoridades iraníes que no ejecuten a Sakineh Mohammadi Ashtiani por ningún medio y anulen la condena de lapidación que le fue impuesta por "adulterio estando casada". 
- Pidiendo explicaciones sobre la base y la duración de su condena de prisión. - Señalando que si se halla recluida únicamente por haber tenido relaciones sexuales consensuales, Amnistía Internacional la considerará presa de conciencia y pedirá que sea puesta en libertad de inmediato y sin condiciones. - Pidiendo a las autoridades que despenalicen las relaciones sexuales consensuales entre adultos. 

 ENVÍEN LOS LLAMAMIENTOS, ANTES DEL 17 DE FEBRERO DE 2012 A:


Líder de la República Islámica
Leader of the Islamic Republic Ayatollah Sayed ‘Ali Khamenei
The Office of the Supreme Leader
Islamic Republic Street - End of Shahid Keshvar Doust Street, Tehran, Irán
Correo-e: info_leader@leader.ir
Twitter: "Call on #Iran leader @khamenei_ir to halt the execution of Sakineh Ashtiani Mohammadi Tratamiento: Your
Excellency / Excelencia

Presidente de la Magistratura Tratamiento: Your Excellency / Excelencia
Head of the Judiciary
Ayatollah Sadegh Larijani
[care of] Public relations Office Correo-e: bia.judi@yahoo.com (In asunto: FAO Ayatollah Sadegh Larijani)
Number 4, 2 Azizi Street
Vali Asr Ave., above Pasteur Street intersection
Tehran, Irán

Y copia a:Secretario general del Consejo Superior de Derechos Humanos
Secretary General, High Council for Human Rights
Mohammad Javad Larijani
High Council for Human Rights
[Care of] Office of the Head of the Judiciary, Pasteur St., Vali Asr Ave. south of Serah-e Jomhouri, Tehran
1316814737, Irán Correo-e: info@humanrights-iran.ir

Envíen también copia a la representación diplomática acreditada en su país.

EMBAJADA DE LA REPUBLICA ISLAMICA DE IRAN Excmo. Sr. Morteza SAFFARI NATANZI
Embajador Extraordinario y Plenipotenciario
Cancillería
Jerez, 5, Villa "El Altozano" (Chamartín) 28016 - MADRID
Teléfono: 91 345 01 12 // 91 345 01 16 // 91 345 06 52
Fax: 91 345 11 90 Telex: 22322-IRANA-E E-mail: embiran@hotmail.com




 INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA Para más información sobre el caso de Sakineh Mohammadi Ashtiani, véase Iran: Sakineh Mohammadi Ashtiani, su vida depende de un hilo, Índice MDE 13/089/2010, septiembre de 2010, http://www.amnesty.org/es/library/asset/MDE13/089/2010/en/e778f5e7-3cab-4875-b27f-d023cdeff14b/mde130892010es.pdf ) Sakineh Mohammadi Ashtiani fue acusada inicialmente de asesinato, por lo que podía ser condenada a muerte, pero sus hijos renunciaron a su derecho a presentar cargos contra ella, pese a que la legislación iraní les permitía hacerlo. Fue condenada entonces a 10 años de prisión por asesinato en aplicación de otra disposición jurídica, y su abogado dijo a Amnistía Internacional que el Tribunal Supremo le redujo la condena a cinco años tras cambiar su sentencia condenatoria por una de "complicidad".
 Sin embargo, el abogado fue detenido antes de haber podido presentar la documentación judicial necesaria, que dijo que las autoridades le habían confiscado en agosto de 2010.A principios de julio de 2010, las autoridades judiciales de Tabriz escribieron al presidente de la Magistratura para pedirle permiso para cambiar el método de ejecución a fin de ahorcar, en vez de lapidar, a Sakineh Mohammadi Ashtiani, como se había hecho en casos anteriores. El 10 de julio, el presidente del Consejo Superior de Derechos Humanos de Irán, integrado en la Magistratura, dijo que se iba a revisar la causa de Sakineh Mohammadi Ashtiani y confirmó que la legislación iraní permitía la ejecución por lapidación. Al día siguiente, el presidente de la Magistratura Provincial de Azerbaiyán Oriental dijo que su condena de muerte por "adulterio estando casada y asesinato" seguía vigente y podía ejecutarse en cualquier momento a instancias del presidente de la Magistratura. También en julio de 2010, el abogado de Sakineh Mohammadi Ashtiani, Javid Houtan Kiyan, solicitó una revisión extraordinaria de la causa ante el Tribunal Supremo. Amnistía Internacional ignora si esta revisión se ha llevado a cabo y cuáles han sido sus resultados. 
 El caso de Sakineh Mohammadi Ashtiani llamó la atención internacional en junio de 2010 y fue causa de que uno de sus abogados huyera de Irán y de que se detuviera y hostigara a su hijo, así como a Javid Houtan Kiyan, quien se halla recluido en la prisión de Tabriz por haberla defendido. Fue detenido el 10 de octubre de 2010 junto con el hijo de Sakineh Mohammadi Ashtiani y dos periodistas alemanes, todos los cuales han sido puestos ya en libertad. En marzo de 2011, Javid Houtan Kiyan denunció en una carta escrita en prisión que había sido torturado durante su reclusión en régimen de aislamiento en la Sección 209 de la prisión de Evín del 11 de octubre al 12 de diciembre de 2010. Desde el 1 de noviembre de 2010, cuando un fiscal dijo que estaba recluido como sospechoso de tener tres documentos de identidad falsos o duplicados, las autoridades iraníes no han ofrecido ninguna información sobre su situación jurídica. Otras fuentes indican que ha sido condenado al menos a cuatro años de prisión por varios cargos y que es posible que se enfrente también a otras acusaciones. La mayoría de los cargos -si no todos- parecen guardar relación con el hecho de haber defendido a Sakineh Mohammadi Ashtiani. Su propio abogado, Naghi Mahmoudi, ha huido tras haber sufrido hostigamiento y persecución, dejando a Javid Houtan Kiyan sin asistencia en la práctica. Naghi Mahmoudi ha confirmado que Javid Houtan ha sufrido en prisión facturas de nariz y de dientes, quemaduras con cigarrillos y una considerable pérdida de peso. 
Otro de los abogados de Sakineh Mohammadi Ashtiani, Mohammad Mostafaei, huyó de Irán en julio de 2010 porque temía por su seguridad después de que lo citaran para interrogarlo. Su esposa y su cuñado también fueron detenidos con objeto de obligarlo a entregarse. Desde entonces, Mohammad Mostafaei ha sido condenado in absentia a seis años de prisión por "atentar contra la seguridad nacional al hablar de Sakineh Mohammad Ashtiani con medios de comunicación extranjeros" y por "propaganda contra el sistema". Abdollah Farivar Moghaddam fue ahorcado en febrero de 2009 por "adulterio estando casado". Inicialmente había sido condenado a ejecución por lapidación (véase 

AU 50/09, Irán: Pena de Pena de muerte / lapidación, Índice: MDE 13/015/2009, 24 de febrero de 2009, http://www.amnesty.org/es/library/info/MDE13/015/2009). Este caso era anteriormente la AU 211/09 (véase http://www.amnesty.org/es/library/info/mde 13/082/2009/).

ACCIÓN URGENTE AU: 3/12 Índice: MDE 13/001/2012 Fecha de emisión: 6 de enero de 2012 

lunes, 23 de enero de 2012

Estrategias, límites y potencialidades




Modernidad al máximo de su potencialidad: autonomía para el ejercicio de libertades y de derechos

La modernidad no cumplió con su promesa hacia las mujeres, si bien sus postulados siguen fijando el horizonte normativo de nuestras sociedades y han marcado las luchas emancipatorias de los últimos dos siglos. Se puede pedir por lo tanto a la vindicación moderna el máximo de sí, esto es, que cumpla su promesa en relación a las mujeres. 

Si bien las mujeres han ido adquiriendo derechos, no es menos cierto que estos constituyen fragmentos de una ciudadanía que aún es incompleta, en cuanto los supuestos y los derechos que la configuran también lo son para las mujeres. 
Uno de los supuestos de la noción de ciudadanía vinculada como está a la noción de derechos es la autonomía, en tanto atributo de la persona para diseñar e implementar los planes de vida de acuerdo a la libre elección de las opciones que la sociedad, a través del estado, pone a su disposición, en el marco de una convivencia pacífica y justa. Sin embargo, la autonomía en el caso de las mujeres se ve limitada producto del conjunto de tutelas que sobre ellas –y por tanto sobre sus cuerpos – se ejercen. Se trata de tutelas articuladas a partir de un orden social y normativo que se basa en la jerarquización sexual y que distingue modos de ser y hacer diferenciados entre hombres y mujeres que ubican a estas últimas en desventaja res‑pecto del acceso a bienes simbólicos y materiales. 

Si la soberanía y titularidad sobre el cuerpo habilita a las personas en su derecho a tener derechos independientemente de cuales de estos se reconozcan y protejan en la práctica, las mujeres aún no gozan de dicho status. Los hombres en cambio, cuentan con dicha titularidad y soberanía desde que nacen, se desarrollan en espacios que permiten la individuación y con ello las certezas de lo que pueden ser y llegar a hacer, y disfrutan de la autonomía porque las mujeres generan las condiciones de reproducción social y biológica que se requieren para ejercerla. En este sentido, la autonomía masculina y la forma en que esta se construye en nuestras culturas requieren de la sujeción y dominación de las mujeres. 

Los esclavos no tienen derechos o no tienen todos los derechos. De allí que el reconocimiento y la protección de los derechos humanos son un objetivo clave y necesario para avanzar hacia la plena autonomía de las mujeres. Sin embargo, no basta, se requiere desmontar los dispositivos y mecanismos que convierten a las mujeres en esclavas y/o en victimas de la amenaza a su integridad física; la invisibilidad de su presencia, la división sexual del trabajo y la violencia de género.


Autoras
PAULA SALVO DEL CANTO
MARIELA INFANTE ERAZ

domingo, 22 de enero de 2012

Hombres y mujeres de Libano marcharon contra las violaciones




BEIRUT: Mujeres y hombres de todo el Líbano marcharon juntos el sábado 14 de enero para requerir una modificación en la ley que rige los delitos de violación y apoyo a las víctimas de tales actos.


La marcha, que comenzó al mediodía en el distrito central de Sanayah, Beirut, y terminó en la Plaza del Parlamento, atrajo a más de 600 personas. Los-Las manifestantes llevaban pancartas diciendo: "Es hora de escuchar los gritos de todas las madres y las hijas que la ley ha silenciado", "Cambiar las leyes contra la violación dentro del matrimonio" y "la falda corta no es una invitación".

Mientras tanto, los hombres que asistieron llevan pancartas diciendo: "La virilidad no es la coacción", "Los hombres de verdad entienden un no por respuesta", y "Yo respeto a mi madre. La ley también debería hacerlo."

La marcha fue organizada por el colectivo feminista Nasawiya con los objetivos de dar a conocer el problema de las violaciones y protestar por la falta de legislación contra la violación conyugal, así como de las leyes cuyas las sentencias son canceladas para los violadores que se casan con sus víctimas. Los organizadores también están pidiendo mejores instalaciones para que las víctimas de violación  denuncien el delito.

"Aunque soy un hombre, esto es importante para mí porque todos tenemos hermanas, madres, amigas y primas que se ven afectadas por esto", dijo Michael Oghia, estudiante de sociología en la Universidad Americana de Beirut (AUB) quien también dirige el Blog LOVEanon, que se centran en el amor y las relaciones en el Líbano.

"Si algo va a cambiar, los hombres tendrán que ser parte de ello", dijo Oghia, quien asistió a la manifestación,. "Los hombres son parte del problema, y ​​también pueden ser parte de la solución".


Nick Jensen, Thomas, un estudiante de psicología de la UAB, fue también uno de los hombres que mostraron su apoyo a la manifestación. Dijo que estaba acudiendo a la manifestación por varias razones."Hay una cultura de la violación, y se promueve, los hombres deben tener una posición dominante, especialmente a nivel sexual", dijo. "No es sólo  para el Líbano. Ocurre en todas partes. Yo marche en contra  en los EE.UU. y estoy marchando en contra de ella en el Líbano. "


Reem Aray, dijo: "Estamos todas las mujeres del mañana Todos estamos expuestos a este escándalo, todos los días.."

"No se puede caminar por la noche. No se puede caminar en las calles. Incluso si quiero ir al gimnasio tengo que tener cuidado", dijo Youmna Berbería, otra participante.


Nasawiya había creado una página en Facebook, "Un llamado a manifestarse en contra de Violación", para organizar el evento, el sábado había más de 1.600 miembros en línea - incluyendo a aquellas-os que no pudieron asistir, pero que mostraron su apoyo


En la mañana del evento  Jana Mezher en facebook dijo: "Apoyar  todos! Es una muy buena idea! Me encanta este país. Pero es hora de cambiar y alzar nuestra voz para que puedan ser escuchadas.  Todas las mujeres libanesas y las niñas tienen que ir hoy para luchar contra la violación  "


14 de enero 2012 
El Daily Star




(The Daily Star :: Lebanon News :: http://www.dailystar.com.lb)
http://yoolki.com/tmp/take_a_stand.jpg

sábado, 21 de enero de 2012

Paridad y participación política: política de las ideas y política de la presencia




Las actuales democracias no han llegado al máximo de su potencial. En efecto, la exclusión de las mujeres de los espacios de políticos, sean estos de representación o de designación ha caracterizado buena parte de las democracias occidentales, las que en términos de representación (sexo) y representatividad (intereses) han estado integradas mayoritariamente por los varones y sus intereses.

La participación en los espacios de poder público es un derecho. Pero además, es una forma de integración de las diversas experiencias que marcan la vida social. La experiencia de hombres y mujeres es diferente puesto que es dada por un complejo proceso de socialización y adjudicación a espacios, roles y atributos diferenciados y jerarquizados. Es el peso normativo del género y del orden social que fija y reproduce. Desde este punto de vista, la inclusión de mujeres en los espacios políticos es clave para generar una ruptura en el discurso hegemónico masculino. Pero no depende de una mujer, sino de un equilibrio entre hombres y mujeres que permita a estas últimas concurrir desde sus experiencias de género al debate de lo que hay que hacer o no en una sociedad, las prioridades a fijar, etc. etc. La integración de mujeres a las elites políticas (en los espacios de participación social siempre han estado) o la feminización de las elites políticas cambia el diálogo político.

Por otra parte, fundamentar la inclusión de las mujeres en la experiencia colectiva y de género en que se socializan las mujeres a diferencia de los hombres, conlleva un riesgo, cual es abogar por una complementariedad entre lo masculino y femenino que en definitiva sólo reproduciría la desigualdad de género. Se trata de integrar a mujeres, pero se trata también de que mujeres y hombres contribuyan a transformar la realidad de desigualdad e inequidad en que todavía viven las primeras.

La paridad en tanto incorporación de mujeres por el hecho de ser tales a un escenario de debate en torno a las ideas marca la diferencia entre una política centrada en los intereses y una que además incluye la materialidad de la presencia, en este caso de las mujeres. Y es que el cuerpo de las mujeres situado en un escenario históricamente masculino es ya una transformación radical de dicho sentido. A ello toca acompañar una agenda radical de transformaciones que viabilicen la razón democrática última; la igualdad entre los/las ciudadanos/as, que por cierto no es privilegio de mujeres si bien constituyen un actor fundamental. El carácter de la democracia se juega en la inclusión de las mujeres, mientras que su pluralismo en los intereses que enarbola. Aún así cabe señalar que la paridad sólo pone fin a un tipo de exclusión, la de género, subsistiendo al interior del colectivo de mujeres otras formas de exclusión como lo son la raza, etnia, edad, nacionalidad, origen socio‑económico, etc. 

Por último, y entendiendo que es el Estado el que a través de sus instituciones tiene la obligación de generar medidas que avancen en los procesos de inclusión de las mujeres y otros grupos, la sociedad civil tiene también un rol fundamental en los procesos de democratización de la participación y acceso a los espacios de poder. En particular, el sector privado, espacio en el que aún con menor frecuencia que en el Estado se encuentran mujeres que ejercen altos cargos, también puede ser regulado de manera de garantizar dicho acceso.


Autoras
PAULA SALVO DEL CANTO
MARIELA INFANTE ERAZ

viernes, 20 de enero de 2012

Darya Dadvar de Irán



Darya Dadvar nació en Irán y actualmente vive en París.
Darya se inició como cantante de ópera. Creció en un ambiente artístico en Irán, donde su madre es cantante y directora del teatro de marionetas.

Darya recibió su "Diploma de Estudios Musicales (DEM)" (Medalla de Oro) en la voz en 1999 en Francia. Estudió en el Conservatorio de Toulouse de Francia en 2000 y obtuvo un diplomade primera clase  del ciclo profesional en estilo barroco. Darya tiene una Maestría en Artes de la Escuela de Superior de Bellas Artes de Toulouse

Ha vivido en París desde 2001, participan en una exitosa carrera como soprano. Ella ha atraído a los oyentes de todo el mundo. Una de sus actuaciones inolvidables fue en Irán con la Orquesta Sinfónica de Armenia, compuesta  dirigida por Loris Tjeknavorian, donde apareció como Tahmineh, en la tragedia de Rostam y Sohrab del Shahnameh de Ferdowsi.

Darya crea su propia música mediante la combinación de la música tradicional de Irán con canciones clásicas europeas. Su talento es único en la fusión de la música iraní con elementos de jazz y el blues, lo que la coloca entre los mejores Artistas del mundo de la música .


A veces  combina diferentes estilos musicales dentro de una canción, uniendo  períodos históricos, cruzando  barreras de idiomas y dialectos. Siguiendo su instinto innato  ha creado un nuevo estilo de la canción y de canto.

"A través del arte, me levante sobre las fronteras.
La interpretación no es suficiente, sólo  evoluciono cuando creo. "

http://www.daryadadvar.com/