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jueves, 21 de febrero de 2019

LA RIQUEZA INVISIBLE DEL CUIDADO 1/2 (Mª Ángeles Durán 2018)



Algunas aportaciones resumidas  en relación a la dependencia
-Datos de Naciones Unidas para España: en 2010 los mayores de 80 años   eran el 5% de la población y requerían 10% del tiempo de cuidados en toda la población; en 2050 serán el 11% de la población y requerirán el 21% del tiempo de cuidados. A lo largo del libro se aportan más estimaciones, que llegan a atribuir una demanda del 80% del tiempo dedicado a cuidados para os mayores de 80 a en 20150. 

-Inversión progresiva de la pirámide de población en sociedades post industriales, que va perdiendo la forma de pirámide para pasar a forma de torre por disminución de la población infanto juvenil, sobre todo a expensas de mujeres mayores.

- Define (2013) una nueva clase social, el “cuidatoriado”: las personas cuidadoras no remuneradas (80% mujeres) no disponen de su propia fuerza de trabajo en el mercado laboral por ver limitada su disponibilidad en el empleo del tiempo, ni tienen posibilidades de ascenso económico. No tienen los derechos de los trabajadores remunerados, no hay baja por enfermedad…. SE ven debilitadas como grupo por su dispersión espacial. Importancia del componente moral y de la naturalización del concepto “cuidado “como algo inmodificable y adscrito a las mujeres. Si se computa el volumen de trabajo destinado al cuidado supondría 28 millones de empleo a tiempo completo (aporta tablas explicatorias)

- Realiza un desglose detallado de las distintas tareas de cuidado en todos los grupos de edad.

- Recoge las distintas clasificaciones de personas con discapacidad y niveles de dependencia, no las detallo porque imagino que por el momento nos acogemos a las ahora vigentes con sus correspondientes niveles.

-Clasifica a las personas cuidadoras actuales de acuerdo a su remuneración o no, titulación  o no,  tiempo de dedicación, convivencia, niveles de ingresos, etc

-  Propone una escala de demanda de cuidados por gravedad y nº de problemas de salud (datos Encuesta Nacional de Salud 2010) y edad 
Grupo de edad Índice de limitación Índice de demanda de cuidados



 -Aporta los datos recientes sobre numero de dependientes reconocidos según grado y los tipos de ayuda que reciben en España (creo que estos datos ya los tenemos), 

-Aporta distintos escenarios sobre la posible distribución de  los cuidados según el tipo de los mismos y los perfiles y  edades  de las posibles personas cuidadoras

- Debate distintos criterios para estimar la posible remuneración de las personas cuidadoras, de acuerdo al salario mínimo, o la media de los salarios en general, o a la mediana de los salarios en general.

-Analiza en profundidad la incapacidad progresiva de la mayoría de los hogares (por su nivel de renta) para hacerse cargo económicamente de la demanda de cuidados ante el envejecimiento progresivo poblacional y los años vividos con discapacidad (en capitulo adjunto).  Por ello es imprescindible plantear un nuevo contrato social en el que la atención real a la dependencia se equipare al derecho a la salud o a la educación, con una implicación adecuada del Estado con la presupuestación necesaria, de los servicios públicos, del sistema social, así como del mercado, y un replanteamiento social del cuidado en el que participen ambos sexos y de forma intergeneracional.

Las mujeres demandan menos los cuidados remunerados y no remunerados  que los hombres, pese a su situación de mayor nº de años vividos con discapacidad.
-Se desglosan en dos tablas la limitación para la vida cotidiana en los últimos 6 meses según sexo y clase social basándose en la clase social y en el tipo de ocupación de la persona de referencia (trabajador, desempleado/a, jubilación, estudiante, incapacitación para trabajar, trabajo domestico). 
-Se detalla el mercado del cuidado en los hogares remunerado en España, y las condiciones laborales de las trabajadoras remuneradas. 
-Dependencia y necesidad de ayuda: se  aporta una tabla relacionando  estado de salud y grado de necesidad de ayuda según  tramos de ingresos mensuales.
-El  10% mayor de 65 años  de la población vive en hogares unipersonales, tendencia al alza. Un 14% de ellos necesita ayuda de forma habitual, proporción menor que los mayores que viven en hogares multipersonales, o que puede reflejar que los más dependientes tienden a vivir con familiares.

En los hogares pluripersonales en los que hay alguien dependiente, en el 87% de los casos la persona cuidadora es familiar, sobre todo esposa (si dependiente es varón) o hija si dependiente mujer. Solo el 2,8% recibe ayuda principal por parte de la Administración pública, y un 9,4% de un cuidador contratado

- El impacto en la salud del cuidado: el 64% de las personas cuidadoras han tenido que reducir su tiempo de ocio, el 51% se siente cansada, el 48% no puede tomar vacaciones.  La convivencia aumenta la intensidad y los efectos del cuidado. La proporción Mujer/hombre entre cuidadores va de 1 a 2   en Aragón hasta 6,5/1 en Murcia. El tramo de edad mayoritario es 45-64 años, seguido de 65-70
Los hombres que cuidan tienen un nivel de estudios más bajo, hay 2,6 veces más cuidadoras que cuidadores con estudios universitarios. Para los varones la elevada cualificación es un disuasorio para el cuidado, lo que no ocurre entre las mujeres, cuidan siempre  sin grandes diferencias según su nivel educativo, tanto para el cuidado familiar como profesional. 
El impacto del cuidado  sobre las posibilidades de empleo  y de ascenso profesional en las mujeres es  negativo. Se suma el efecto “disponibilidad” que es una limitación adicional sumada a las horas de cuidado efectivo.  El desempleo no aumenta de forma relevante la dedicación de los hombres al cuidado, que solo la aumentan en un 6% respecto a la media   frente a un 51% en el caso de las mujeres en desempleo.
Las personas cuidadoras sufren un impacto negativo sobre su salud, que aumenta según los años dedicados al cuidado, al tiempo diario dedicado, y al cuidado de enfermos mentales y/o con enfermedad de Alzheimer. Hay múltiples estudios que detallan el aumento de ansiedad y depresión en las personas cuidadoras, así como de enfermedades osteoarticulares por sobrecarga, y déficit importante en el autocuidado.   -Se aporta una tabla por CCAA con el tiempo dedicado por hombres y mujeres >15 años al cuidado de crónicos y personas mayores, siendo las que más tiempo dedican Ceuta, Melilla, Murcia y la que menos Cantabria.

-Expectativas en el proceso de envejecimiento y cronicidad: la OMS y el Mº de Sanidad en España han definido Estrategias para promover el envejecimiento activo y la disminución de la discapacidad o su retardo hasta los últimos años de la vida.  Hay importantes diferencias de clase social respecto a la salud y a las enfermedades crónicas,   que se reflejan también en los mayores y en las tasas de supervivencia.   Las mujeres mayores con bajo nivel socioeconómico tienen peor salud, menores ingresos y menores posibilidades de recibir cuidados suficientes. 


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