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lunes, 5 de noviembre de 2018

Seguimiento de los tres exámenes de la situación de la paz y la seguridad 2/13




4.          Durante el último año, la comunidad internacional siguió enfrentándose a un mundo en el que la violencia, la desigualdad y la injusticia impiden la paz. La cantidad de países afectados por algún tipo de conflicto violento fue mayor que en ningún otro momento de los últimos 30 años[1]. Por quinto año consecutivo, las guerras, la violencia y la persecución impulsaron los desplazamientos forzados en todo el mundo hasta un nuevo máximo: 68,5 millones de personas desplazadas a finales de 2017[2].
5.          Incluso en los lugares donde los impresionantes avances en pro de la paz han ido acompañados de los consiguientes e impresionantes esfuerzos e inversiones en igualdad de género, se han producido brotes de violencia de género nuevos y específicos, favorecidos por la erosión de la gobernanza, la seguridad y los sistemas de apoyo social, y por la división tanto de los fondos como de la atención política y de los medios de comunicación. Por ejemplo, en Colombia, donde el acuerdo de paz de 2016 y sus actividades de seguimiento sirven de inspiración por medio de un firme discurso de igualdad de género y la participación de las organizaciones de la sociedad civil de mujeres, las amenazas contra los defensores de los derechos humanos, que han llegado al asesinato, han aumentado desde entonces[3], al igual que el número de nuevos grupos armados y de casos de feminicidio. Al mismo tiempo, las crisis y los conflictos congelados y prolongados siguen requiriendo nuestra atención y nuestro compromiso sostenidos. En la República Democrática del Congo, por ejemplo, donde siguen existiendo persistentes y complejas crisis humanitarias y de paz y seguridad, la ayuda proveniente de los países pertenecientes al Comité de Asistencia para el Desarrollo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) para promover la igualdad de género fue de apenas ocho dólares de los EE. UU. per cápita[4]. Las Naciones Unidas también han documentado más de 800 casos de violencia sexual relacionada con conflictos durante 2017, lo que supone un aumento del 56% desde 2016 (véase S/2018/250).


6.          Sigo preocupado por la falta de avance en la mayoría de los compromisos más fundamentales en relación con la paz y la seguridad, los derechos humanos y la igualdad entre los géneros. La búsqueda de enfoques sostenibles respecto de los problemas señalados en el presente informe exigirá nuestra creatividad y nuestro compromiso a largo plazo con el propósito de no limitarnos a los enfoques basados en proyectos puntuales en la cuestión de las mujeres y la paz y la seguridad, a fin de lograr cambios estructurales y en el nivel del sistema. Como prefacio del informe, destacaré cuatro esferas clave, a las que he dado y seguiré dando prioridad.




      [1] Naciones Unidas y Banco Mundial, Pathways for Peace: Inclusive Approaches to Preventing Violent Conflict (Washington D.C., Banco Mundial, 2018), pág. 12.
      [2] Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Global Trends: Forced Displacement in 2017 (Ginebra, 2018).
      [3] En Colombia, en agosto de 2018, 14 defensoras de los derechos humanos y defensores de los derechos de la mujer habían sido asesinados; 3 de las víctimas pertenecían a la comunidad de personas lesbianas, gais, bisexuales, transgénero e intersexuales.
      [4] Comité de Asistencia para el Desarrollo de la OCDE, datos correspondientes a 2012-2013.

https://undocs.org/es/S/2018/900

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