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sábado, 30 de julio de 2016

Irak mujeres en la dirección pólitica y judicial 4/9


En 2004 y 2005, las mujeres iraquíes consiguieron, mediante mítines y presión, asegurarse una cuota del 25 % en el parlamento prescrita por la nueva Constitución. Sin embargo, a nivel municipal y en la judicatura, siguen estando infrarrepresentadas. Las mujeres que se presentan a las elecciones, como en el caso de la Asamblea Nacional de Transición en 2005, tienden a encontrarse con importantes obstáculos en forma de intimidación para evitar que hagan campaña, especialmente en las regiones conservadoras. Por motivos de seguridad, algunas mujeres se abstienen de colocar sus carteles en las calles, lo que, sumado a su ya limitada red social y profesional en comparación con los candidatos masculinos, reduce considerablemente sus posibilidades de acceso a importantes cargos políticos. La falta de seguridad y la persistencia de las ideas conservadoras sobre el papel de la mujer en la sociedad constituyen serios obstáculos a su plena participación a alto nivel político128, 129, . 130 

Ministras
 Ibtihal Kassed al-Zaidi es en la actualidad la única ministra del Gobierno iraquí, encargada del Ministerio de Asuntos de la Mujer.131 

Embajadoras
 Irak no tiene embajadoras en la actualidad. Universidades Siba Adnan, la primera presidenta de universidad de la historia de Irak, fue nombrada en 2014 por el Ministerio de Educación Superior.132 

Poder judicial 
A día de hoy, se ha informado de que hay 72 juezas trabajando en los tribunales iraquíes, cuyo cargo parece ser relativamente independiente de la inestabilidad política.133 A pesar de los intentos de los dirigentes por crear y garantizar un sistema democrático en la época posterior a Saddam Hussein, los derechos de la mujer siguen viéndose seriamente obstaculizados. La mayoría de los que redactaron la Constitución en 2005 pertenecían a grupos islámicos fundamentalistas. A día de hoy, varios partidos del Gobierno y el Parlamento mantienen opiniones tradicionales que se oponen al empoderamiento de la mujer.134 



128 Extraído de: http://www.freedomhouse.org/sites/default/files/inline_images/Iraq.pdf
129 Extraído de: http://www.al-monitor.com/pulse/originals/2014/01/iraq-women-absent-role-politics.html
130 Extraído de: http://www.globalresearch.ca/the-continuing-deterioration-of-womens-rights-in-iraq/5367085
131 Fue criticada por declarar que no creía en la igualdad entre los hombres y las mujeres en Irak. Extraído de: http://kurdistantribune.com/2012/outrage-iraqi-womens-affairs-minister-opposes-equality-for-women/
132 Extraído de: http://mawtani.al-shorfa.com/en_GB/articles/iii/features/2014/02/06/feature-02
133 Extraído de: http://articles.latimes.com/2011/oct/01/world/la-fg-iraq-judge-20111001
134 Extraído de: http://www.freedomhouse.org/sites/default/files/inline_images/Iraq.pdf

http://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/STUD/2014/509985/IPOL_STU(2014)509985_ES.pdf

jueves, 28 de julio de 2016

Irán, mujeres en la dirección pólitica y judicial 3/9


En Irán, la desigualdad de género a nivel institucional impide que las mujeres ocupen puestos de dirección política de alto nivel. Las mujeres quedan excluidas de los puestos de responsabilidad en los principales órganos de poder como la Oficina del Líder Supremo, la Asamblea de Expertos, el Consejo de Guardianes, el Consejo de Discernimiento, el poder judicial y la presidencia. Solo nueve mujeres ocupan un escaño actualmente en el parlamento. Sin embargo, pese a las extendidas leyes y políticas discriminatorias, las mujeres desempeñan un papel considerable en la escena política. Durante su presidencia, Jatamí nombró a una mujer para ocupar una de los diversas vicepresidencias de Irán, que también ejerció el cargo de directora de la Organización de Protección Medioambiental. Otra mujer trabajó como asesora de Jatamí sobre asuntos de la mujer y dirigió el
Centro de Asuntos de Participación de la Mujer dentro de la presidencia. Durante la presidencia de Ahmadinejad, otra mujer fue nombrada para este cargo, pero el nombre de la institución cambió al de Centro de Asuntos de la Mujer y la Familia.

 Ministras 
Marzieh Vahid-Dastjerdi fue la primera ministra nombrada desde la Revolución Islámica de 1979 y ejerció como ministra de Sanidad y Educación Médica durante la presidencia de Ahmadinejad.122 En la actualidad, Elham Aminzadeh, ex abogada conservadora y profesora en varias universidades, es vicepresidenta de Asuntos Jurídicos.123 Shahindokht Molavardi es vicepresidenta de Asuntos de la Mujer y la Familia. Masoome Ebtekar es vicepresidenta de Protección del Medio Ambiente.

Embajadoras
No ha habido embajadoras desde la Revolución Islámica de 1979. Mehrangiz Dolatshahi ha sido la única embajadora (en Dinamarca en 1976 durante el reinado de Pahlevi).

Universidades
Zahra Rahnavard fue la primera rectora. Es esposa del ex primer ministro y candidato presidencial en 2009, Mir Hossein Mousavi. Nombrada inicialmente por Jatamí, fue cesada cuando los radicales asumieron el control político durante la presidencia de Ahmadinejad.124

Poder judicial
Desde 2005 se vuelve a permitir a las mujeres ejercer como juezas, pero se les prohíbe emitir y firmar veredictos definitivos. Después de la Revolución Islámica, se consideró que las mujeres eran inadecuadas para ejercer la magistratura. La Premio Nobel Shirin Ebadi, que fue una de las primeras juezas de Irán en la época, fue obligada a descender al cargo de secretaria judicial. Dimitió en protesta y decidió ejercer la abogacía. Vive exiliada en el Reino Unido desde 2009. Las mujeres iraníes han tenido más éxito a nivel municipal en los ayuntamientos.125 Hay unos 240 partidos políticos u organizaciones registrados, todos los cuales son al menos nominalmente islamistas. Se clasifican en general como reformistas o conservadores. Dieciocho de estas entidades son grupos de mujeres que trabajan principalmente dentro del ámbito islámico reformista. Debido sobre todo a las condiciones establecidas por el Consejo de Guardianes, las diputadas elegidas en 2004 y 2008 han sido abrumadoramente conservadoras, con escaso compromiso con los derechos de la mujer. Las políticas del Estado al máximo nivel siguen siendo el principal factor que influye en el acceso de la mujer a los puestos de dirección126,
.

122 Farrokhru Parsa, la ministra de Educación, fue la primera mujer nombrada para un puesto en el gabinete en 1968. Mahnaz Afkhami fue nombrada ministra de Estado de Asuntos de la Mujer en 1975. Extraído de: http://iranprimer.usip.org/resource/womens-movement

123 Extraído de: http://www.rferl.org/content/rohani-woman-cabinet-iran/25074111.html 
124 Extraído de:http://iranprimer.usip.org/sites/iranprimer.usip.org/files/The%20Women_s%20Movement.pdf 
125 Extraído de: http://www.freedomhouse.org/sites/default/files/inline_images/Iran.pdf 
126 Extraído de: http://www.freedomhouse.org/sites/default/files/inline_images/Iran.pdf 
127 Extraído de: http://us-iran.org/sites/default/files/webform/userarticle-submissions/women_in_politics-iran.pdf

martes, 26 de julio de 2016

Baréin: mujeres en la dirección pólitica y judicial 2/9


Las mujeres bareinís han conseguido logros modestos a alto nivel político en los últimos años.119 En 2006, Latifa al-Gaoud fue elegida para formar parte del Consejo de Representantes, la primera del CCG. En 2014 se nombró a cuatro mujeres para ocupar un escaño en el parlamento.

Ministras
 Entre los países árabes, Baréin nombró a la primera ministra de Sanidad, Nada Haffadh, en 2004. En 2005, Fatima al-Balushi fue nombrada ministra de Desarrollo Social y, en 2008, Sheikha May Bint Mohammed al-Khalifa fue nombrada ministra de Cultura e Información. En 2012, Sameera bint Ibrahim Rajab fue nombrada ministra de Estado de Asuntos de Información.

Embajadoras
Ha habido embajadoras bareinís activas desde la década de 1990 y en las embajadas más prestigiosas, las del Reino Unido y Estados Unidos.

Universidades
En las últimas décadas, las mujeres han ascendido a puestos de subsecretarias, decanas y presidentas de universidad.

 Poder judicial
Varias mujeres trabajan en el sistema judicial. En 2003 fueron nombradas fiscales tres mujeres y dos de ellas han sido ascendidas. En 2006, Mona al-Kawari se convirtió en la primera jueza y, en 2007, Dhouha al-Zayani en la segunda. En 2007, una mujer pasó a ocupar el puesto de Fiscal General y en 2008 Fatima Hubail fue nombrada jueza de lo Penal de primera instancia. Sin embargo, ninguno de estos puestos era en tribunales de la sharia islámica, donde suelen juzgarse causas que afectan más directamente a las mujeres.

En general, el papel de la mujer a alto nivel político sigue siendo insuficiente y siguen estando infrarrepresentadas tanto en el sector público como en el privado. Con respecto a las campañas, las mujeres, en comparación con los hombres, tienen un acceso limitado a espacios mixtos como mezquitas y reuniones comunitarias.120

En Baréin, la familia real es suní y la mayoría de puestos más influyentes en el gobierno y la economía están ocupados por suníes o simpatizantes de la familia gobernante. Especialmente en el caso de las mujeres, las relaciones familiares son cruciales para ascender a puestos políticos de alto nivel. Además, en el proceso de nombramiento, el Gobierno excluye a las mujeres que mantienen opiniones políticas opuestas, con independencia de sus cualificaciones y conocimientos. Actualmente, las mujeres están más capacitadas para contribuir a la vida comunitaria, la política y el desarrollo social a nivel local que a nivel nacional. En el ámbito de las ONG, donde las mujeres constituyen más del 60 % de los miembros, dependen en gran medida del apoyo de su comunidad para ascender a puestos influyentes.121

119 Extraído de: http://gulfnews.com/news/gulf/bahrain/bahrain-pm-awarded-for-women-s-empowerment- 1.1344035
120 Extraído de: http://www.freedomhouse.org/sites/default/files/inline_images/Bahrain.pdf
121 Extraído de: http://www.freedomhouse.org/sites/default/files/inline_images/Bahrain.pdf/
http://www.europarl.europa.eu/RegData/etudes/STUD/2014/509985/IPOL_STU(2014)509985_ES.pdf

domingo, 24 de julio de 2016

La mujer en puestos de dirección política y judicial en la región del Golfo 1/9


Aunque la mujer ha cobrado protagonismo en las decisiones políticas en las últimas décadas, todavía queda mucho por lograr en este ámbito con respecto a la igualdad de género, como muestra el siguiente cuadro. Al mismo tiempo, no debe darse por sentada una correlación entre un mayor nivel de participación de la mujer en puestos de dirección política y el verdadero empoderamiento de la mujer. Además, no todos los países registran un aumento al mismo nivel. Ni tampoco la presencia de mujeres en un ámbito decisorio es garantía del mismo nivel de participación femenina en otros ámbitos. Para reflejar esta complejidad, se hace una distinción entre diferentes ámbitos de decisión política. 


viernes, 22 de julio de 2016

Obligaciones de diligencia debida de los Estados en casos de homicidios relacionados con el género,


En los casos de homicidios relacionados con el género, los sistemas internacionales y regionales de derechos humanos han incluido algunas de los principios siguientes en cuanto a las obligaciones de diligencia debida de los Estados:

 a) Realizar investigaciones efectivas del crimen y procesar y sancionar los actos de violencia cometidos por actores estatales o privados, especialmente cuando esos actos ponen de manifiesto una pauta de violencia sistemática contra la mujer; 

b) Garantizar el acceso de jure y de facto a recursos judiciales adecuados y efectivos; 

c) Incluir en la obligación de dar acceso a la justicia el requisito de tratar a las víctimas y sus familiares con respeto y dignidad durante todo el proceso judicial; 

d) Dar una completa reparación a la mujer víctima de violencia y sus familiares, con inclusión de medidas destinadas a hacer frente a los factores institucionales y sociales; 

e) Identificar ciertos grupos de mujeres expuestas a un riesgo especial de actos de violencia por haber sido objeto de discriminación basada en más de un factor, como las mujeres que pertenecen a grupos étnicos, raciales o minoritarios. Los Estados deben tener en cuenta esos factores al adoptar medidas para prevenir todas las formas de violencia; 

f) Modificar los patrones sociales y culturales de conducta de hombres y mujeres y erradicar los prejuicios, las prácticas consuetudinarias y otras prácticas basadas en la idea de la inferioridad o superioridad de uno de los sexos y en roles estereotipados de los hombres y las mujeres.

http://www.uv.mx/uge/files/2014/05/Informe-de-la-Relatora-Especial-sobre-la-violencia-contra-la-mujer-sus-causas-y-consecuencias-Rashida-Manjoo.pdf

miércoles, 20 de julio de 2016

En Túnez, la mujer trabaja 7,2h / día frente a las 5,9 h / día que trabajan los hombres



De acuerdo con el Informe sobre Desarrollo Humano publicado por las Naciones Unidas (ONU) en 2016, en promedio, las mujeres tunecinas trabajan durante 7,2 h / día frente a 5,9 h / día para los hombres, dijeron este miércoles, 22 de de junio de 2.016, en las ondas de FM Express.
 Este dato  incluye el promedio de horas pagadas y el trabajo no remunerado.

 Se señaló a este respecto que el promedio de horas trabajadas de las mujeres de Túnez se encuentra en estándares globales, pero ese no es el caso,  para el hombre de Túnez.
 El informe citado es el informe anual de 2015 sobre el desarrollo humano publicado en 2016 en el marco del Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD).

lunes, 18 de julio de 2016

Mujeres de Túnez, Gambia, Mauritania y Argelia han destacado la importancia de la mujer como agente de desarrollo económico



Las parlamentarias africanas que participaron en I Encuentro de Parlamentarias Canarias-África creen que es irreversible el liderazgo femenino en el continente africano.

Durante la segunda jornada del encuentro mujeres parlamentarias de Túnez, Gambia, Mauritania y Argelia han destacado la importancia de la mujer como agente de desarrollo económico y han pedido más medidas para formalizar el trabajo que desempeñan y facilitar su acceso a fuentes de financiación.

El Parlamento de Canarias ha informado de que la parlamentaria de la Asamblea Nacional de Senegal Ouleye Diaou ha dicho que el liderazgo femenino en África es un fenómeno irreversible que tendrá que reconocerse y desarrollarse en los puestos estratégicos en favor de un desarrollo justo y sostenible.


Ouleye Diaou presentó una ponencia acerca de las mujeres como protagonistas clave del desarrollo justo y sostenible, en la que reivindicó el papel de la mujer en las movilizaciones, en las actividades en los barrios.

Defendió que las mujeres tengan un mayor protagonismo en los puestos de responsabilidad de las entidades e instituciones, tanto en los partidos políticos como en los ministerios, parlamentos, en la judicatura, en los medios de comunicación, en las asociaciones y en las empresas públicas y privadas.

También señaló que la mujeres, que representan el 50 por ciento de la población africana, son las protagonistas del desarrollo justo y sostenible, cuyos desafíos, explicó, pasan por sobrepasar los obstáculos que genera el subdesarrollo, las deficiencias en alimentación, el desarrollo de la agricultura y la ganadería, así como el acceso a un sistema sanitario y educativo para todos.

Ouleye Diaou denunció la discriminación que sufre la mujer, que se traduce en violencia, menor acceso a la educación o los matrimonios precoces, así como las dificultades en lo que al acceso a puestos estratégicos o a la propiedad de la tierra se refiere.

En ese sentido reivindicó que, lejos de un tratamiento especial a las mujeres, es necesario que se reconozcan sus capacidades y competencias.

La parlamentaria senegalesa se refirió al plan estratégico de su país, en el que se concede un papel importante a la mujer, y añadió que el 52% de la población senegalesa son mujeres y buena parte menores de 55 años, lo que hace que formen parte de un plan emergente, en el que se ha apostado por solventar los problemas de acceso al crédito y a las microfinanciación.

Tras la ponencia tuvo lugar un diálogo sobre la necesidad de reforzar la participación de la mujer en el ámbito político y económico, como parte fundamental para garantizar el progreso de una sociedad.

El debate fue moderado por la vicepresidenta segunda del Parlamento de Canarias, Cristina Tavío, y en él participaron parlamentarias de la Asamblea Popular Nacional de Argelia, la Asamblea de Representantes del Pueblo de Túnez, la Asamblea Nacional de Gambia y la Asamblea Nacional de Mauritania.

Cristina Tavío aseguró que el Parlamento de Canarias tiene muy claro que la mujer es un agente central de desarrollo, que representa el 40% de la fuerza laboral, si bien aún queda mucho por hacer para conseguir la plena paridad de género en muchos ámbitos de la vida laboral y social y política.

La representante de Túnez dijo que la democracia no se puede concebir sin la participación de la mujer y destacó como claves el favorecer el ponderamiento de la mujer y su participación en los puestos de trabajo directivos

La representante de la Asamblea Nacional de Gambia incidió en que mientras las mujeres sean invisibles, los beneficios del desarrollo no pueden llegar, y destacó como uno de los grandes retos es el de formalizar el trabajo de las mujeres y facilitar su acceso a fuentes de financiación que les permitan desarrollar su idea de negocio.

En el caso de Argelia, la representante de la Asamblea Nacional mencionó que el Gobierno y las instituciones de su país han puesto en marcha políticas que han permitido dar pasos importantes en materia de paridad.

La representante de la Asamblea de Mauritania concluyó con las intervenciones recordando a todas la necesidad de seguir sensibilizando en la lucha por la igualdad y continuar trabajando para promover la participación de la mujer en el ámbito político y económico.
18.05.2016
http://www.laopinion.es/multimedia/fotos/sociedad/2016-05-16-60149-inauguracion-encuentro-parlamentarias-canarias-africa.html

sábado, 16 de julio de 2016

La mujer, las mujeres, los varones


La autora propone una revisión histórica de los estudios de género que, hoy por hoy, “han permeado el campo cultural de un modo que excede largamente el ámbito académico. Los organismos internacionales y las políticas de los Estados se han visto atravesados por la potencia de esta perspectiva, generando transformaciones normativas y prácticas de enorme relevancia”.


Los estudios inspirados en teorías feministas se constituyeron inicialmente en el mundo occidental como Estudios de la Mujer o Estudios de las Mujeres. Su propósito consistió en generar y difundir discursos elaborados por las nuevas actoras sociales –mujeres recientemente insertas en las instituciones universitarias– sobre su propia condición social y subjetiva. Este campo, que se unificó de modo ilusorio bajo la denominación universalista de “La Mujer”, pronto debió dar espacio a la perspectiva de las científicas sociales, quienes advirtieron la diversidad existente al interior del colectivo femenino en función de otras variables, tales como la etnia, el sector social, la edad y la orientación sexual.
El campo interdisciplinario pasó entonces a denominarse Estudios de las Mujeres. Estos, generados en el contexto de teorías críticas, lejos de concebir al colectivo humano como funcionalmente armónico, advirtieron su carácter conflictivo. El campo social está atravesado por conflictos sectoriales pero, hasta los años de 1960, la situación opresiva considerada como fundante, cronológica y lógicamente, o sea la dominación social masculina (Bourdieu, 2000), permaneció naturalizada y, por lo tanto, invisible. La tarea intelectual y política de las académicas que desarrollamos este enfoque –que en la Argentina comenzó en los años ’70– consistió en una labor de desnaturalización. Esta tarea deconstructiva de los discursos de las disciplinas sociales y humanas permitió transformar las percepciones convalidadas acerca de las mujeres y de los varones. La perspectiva vigente hasta ese momento los había considerado como parte de la bipartición natural de la especie, pero a partir de entonces fueron estudiados como colectivos sociales cuyos intereses pueden entrar en pugna.
Esta no fue una buena nueva para muchos, ya que develó la subordinación de las mujeres que subyacía bajo la mistificación del amor heterosexual conyugal. Las teóricas del conflicto cuyo pensamiento nos nutrió provinieron de los países desarrollados, principalmente Estados Unidos, Francia e Italia (De Beauvoir, 1957; Millett, 1970; Firestone, 1970; Chodorow, 1984; Irigaray, 1974; entre otras). Ellas expresaron el malestar cultural padecido por las mujeres educadas, quienes debieron insertarse en un mundo público diseñado para los varones que no contemplaba sus particulares condiciones de existencia.
Quienes nos formamos en el campo del psicoanálisis desarrollamos nuestra indagación sobre aquellos aspectos de la subjetividad femenina que se han plasmado al interior del sistema sexogénero (Rubin, 1975) y por lo mismo, llevan las improntas de la subordinación. Se puso de manifiesto el proceso de pasivización de la sexualidad femenina (Fernández, 1993), se describió el surgimiento de nuevos deseos en las mujeres contemporáneas, el deseo de saber y el deseo de poder (Burin, 1987), se analizó de modo crítico el discurso freudiano y, en términos generales, el discurso psicoanalítico (Meler, 1987, 1992). Estas indagaciones implicaron diversos niveles de análisis y abarcaron, desde un abordaje crítico de las representaciones colectivas acerca de la feminidad y de la masculinidad, hasta estudios clínicos que tomaron como objeto las subjetividades de quienes nos consultan.
Nuestra producción inicial no se diferenció demasiado de la perspectiva de las autoras norteamericanas y europeas, debido a nuestra pertenencia a sectores sociales educados y modernizados cuyas condiciones de existencia se asemejan a las de las mujeres que viven en los países desarrollados. La realización de investigaciones locales va permitiendo buscar, más que encontrar, una perspectiva que aporte la riqueza específica de nuestra situación en América latina.
Es necesario destacar que la perspectiva de los estudios de las mujeres ha permeado el campo cultural de un modo que excede largamente el ámbito académico. Los organismos internacionales y las políticas de los Estados se han visto atravesados por la potencia de esta perspectiva, generando transformaciones normativas y prácticas de enorme relevancia. Esto no impide que la condición femenina continúe siendo subalterna en gran parte de nuestro planeta, pero al menos ha cuestionado de modo radical la legitimidad de esta situación.
Poco a poco, se fue corriendo el foco desde la experiencia femenina hacia las relaciones entre los géneros. Cada cual, en su particular abordaje y estilo personal, fue tomando como unidad de análisis, más que a las mujeres o a los varones, el espacio virtual existente entre ellos. Esto se corresponde con la influencia teórica del enfoque intersubjetivo en psicoanálisis. Esta perspectiva fue desarrollada en Estados Unidos sobre todo por Jessica Benjamin (1996 y 1997), pero encuentra interlocución en Europa a través de autores como Jean Laplanche y René Kaës (1996). Si bien ellos no han incorporado un enfoque feminista, Laplanche (1988, 1993, 2001) efectuó referencias a la perspectiva de género, intentando proponer aportes personales a este campo.
“La Mujer”, el objeto inicial de este campo, fue estudiada desde una revisión del psicoanálisis intrasubjetivo a partir de la perspectiva crítica informada por el feminismo. En cambio, “Las mujeres”, un objeto construido merced a los aportes de los estudios sociales, implicó de modo necesario recortes con una decreciente pretensión de universalidad. Las realidades locales suscitaron un interés que permitió advertir la tensión existente entre tendencias persistentes y globalmente extendidas y situaciones específicas. A través del análisis de diversas situaciones, fue posible percibir los modos disímiles en que las relaciones de dominación se han hecho carne y construido psiquismo.
Para llegar a “Las relaciones de género” como objeto de análisis, fue preciso atravesar por “Los varones”, o sea por los estudios sobre la masculinidad, un campo generalmente cultivado por investigadores masculinos (Connell, 1995; Seidler, 1997; Kimmel, 1992; Gilmore, 1990; Volnovich, 2003, entre otros) pero donde las mujeres no hemos estado ausentes (Badinter, 1993, Burin y Meler, 2000). De hecho, muchos de quienes estudian la masculinidad suelen hacerlo a partir de las teorías feministas, o sea que este nuevo campo presenta una interesante inversión de la situación tradicional. Me refiero al hecho de que, tradicionalmente, las teóricas o investigadoras feministas abrevaron en las grandes teorías sociales o en las teorías sobre la subjetividad, que en su mayor parte eran androcéntricas, y las hicieron objeto de revisiones críticas. En cambio, los actuales estudios sobre la masculinidad se sustentan en teorías feministas, creadas y elaboradas sobre la experiencia femenina. Dado que este campo está experimentando un crecimiento alentador, corresponde recordar esta deuda simbólica, que no sólo invierte sino que subvierte las tradiciones intelectuales establecidas.
En esta caracterización histórica, no pretendo sugerir que cada paso represente una superación de los anteriores. Por el contrario, se trata de perspectivas que coexisten, se solapan y eventualmente se complementan. Hay quienes conservan la referencia a los estudios sobre mujeres junto al recurso al género como categoría para el análisis teórico. Otros u otras articulan psicoanálisis y feminismo pero reniegan del género en tanto consideran que es un concepto incompatible con la teoría psicoanalítica (Tubert, 2003). Este es un campo polifónico y atravesado por numerosos debates, donde, como es difícil de evitar en un país periférico, las lealtades a las tradiciones intelectuales norteamericana y europea se enfrentan de modos que convendría superar.

Sujetos excéntricos

A estos desarrollos enfocados en La Mujer, las mujeres, los varones y las relaciones de género se agregan otras voces, las de los sujetos excéntricos, aquellos que no se alinean de modo ordenado según establece el binarismo del sistema sexogénero aún vigente: los raros o queer.
Para captar el valor de los desarrollos realizados por lxs autores homosexuales, lesbianas, bisexuales, travestidos, transexuales e intersexuales, bastará recordar el concepto originado en la epistemología feminista que se denomina “conocimiento situado” (Fox Keller, 1991; Harding, 1996). Superando la ilusión positivista de obtener un conocimiento objetivo y de validez universal –generado por un sujeto neutro cuyas características personales no resultarían pertinentes a los fines cognitivos–, las posturas que enfatizan el carácter situado de todo saber reconocen la influencia inevitable que la particular condición de quien investiga tiene sobre sus indagaciones. Se ha criticado el supuesto de la vigencia de un punto de vista feminista porque alude a una imaginaria homogeneidad hipotéticamente existente entre las mujeres. Mi particular versión del punto de vista abre un abanico polifónico donde se reconoce y otorga legitimidad a diversos puntos de vista, aquellos que expresan la experiencia de las mujeres pobres, de las indígenas, de las universitarias, de los varones, de las mujeres sobre los varones, de las lesbianas, de los varones homosexuales, de los estados intersexuales, de los sujetos transexuales. Lo que resulta productivo es abrir conversaciones; la aspiración hacia la objetividad, que no debe ser absoluta pero tampoco quedar resignada, se nutre de ese diálogo fructífero.
Respecto de la comprensión de lo que clásicamente se ha denominado “trastornos de género” existe una fuerte lucha en pro de la despatologización de estas modalidades psicosexuales. Se ha planteado –superando una aspiración ilusoria hacia la homogeneidad– una alianza estratégica entre quienes desarrollamos inicialmente el campo de las relaciones de género y los estudios queer; sin duda existe un apoyo político, que no deja de ser crítico. Mi particular reflexión es que la corrección política no debe obturar la indagación interdisciplinaria sobre la diversidad de estructuraciones subjetivas de la identidad y del deseo erótico. Me resulta más productivo aceptar la sugerencia de sectores queer en cuanto a interrogar y cuestionar las heterosexualidades, en lugar de acotar la indagación a quienes se apartan de la heterosexualidad normativa.
Propongo explorar todas las condiciones subjetivas, en lugar de objetar algunas indagaciones por considerarlas discriminatorias. Pero, sin duda, encuentro de particular valor el alerta proveniente de los estudios queer acerca de cómo que el heterosexismo se infiltra, de modos muchas veces inadvertidos, en los estudios sobre género y sexualidad. La retórica brillante de Judith Butler (1993), una filósofa que trabaja también con las teorías psicoanalíticas, representa de modo muy destacado estos puntos de vista alternativos. Sin embargo, conviene contrastarla con la experiencia de aquellos psicoanalistas que tienen práctica clínica, para confrontar las visiones utópicas, necesarias como apertura hacia el futuro, con el conocimiento empírico sobre los sujetos actuales, subjetivados al interior del orden simbólico vigente. El construccionismo social que caracteriza el discurso de Butler es un recurso valioso para revisar las tendencias esencialistas y biologistas enquistadas en nuestro pensamiento. También deberíamos precavernos del deslizamiento hacia un idealismo discursivo, que considere al lenguaje como la única o principal instancia constructiva de la cultura y de las prácticas e instituciones sociales. Los arreglos culturales y las prácticas instituidas derivan de intereses materiales, e involucran a los cuerpos y las subjetividades. En este sentido, la obra de Beatriz Preciado (2002) intenta corregir este posible sesgo al tiempo que intensifica la radicalidad del repudio al sistema sexogénero vigente.
La experiencia de las mujeres que aspiran a desarrollar su autonomía para lograr situaciones de paridad, no es idéntica a la de los varones que padecen el imperativo viril de la masculinidad hegemónica y lo cuestionan desde posturas masculinas alternativas. También la condición queer, que abarca una gran diversidad a su interior, difiere de las antes caracterizadas. Cuando se articulan estas modalidades de sufrimiento psicosocial y de activismo político con el origen étnico de los sujetos, que ha sido teorizado por los pensadores decoloniales, con el período vital juvenil, con las características del proceso de envejecimiento o con la condición social de los sujetos estudiados, se abre el campo de problemas que Ana María Fernández propone denominar como Estudios Transdisciplinarios sobre la Subjetividad.
 Por Irene Meler *

Bibliografía
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Millett, Kate: (1970) Sexual Politics, The University of Illinois Press.
Preciado, Beatriz: (2002) Manifiesto contrasexual Prácticas subversivas de identidad sexual, Madrid, Opera Prima,
Rubin, Gayle: (1975) “The traffic in women: Notes on the ‘political economy’ of sex”, en Reiter, Rayna (comp.) Towards an Anthropology of Women, Nueva York y Londres, Monthly Review Press.
Seidler, Víctor: (1997) Man Enough, London, Sage.
Tubert, Silvia: (2003) Del sexo al género. Los equívocos de un concepto, Cátedra.
Volnovich, Juan Carlos: (2003) Sí querida, Buenos Aires, Sudamericana.

* Coordinadora del Foro de Psicoanálisis y Género (APBA); directora del Curso Universitario de Actualización en Psicoanálisis y Género (APBA Y UK); codirectora de la Maestría en Estudios de Género (UCES). El texto pertenece a la ponencia presentada en las X Jornadas Internacionales de Psicoanálisis y Género “Género, Subjetividad y Política” (APBA), noviembre de 2011.

jueves, 14 de julio de 2016

Marruecos: el estatus de las ‘niñas criada’


Una comisión aprueba la contratación de adolescentes como empleadas domésticas

En Marruecos hay miles de menores empleadas en el servicio doméstico, conocidas como “niñas criada”. En 2013 murió una niña de 14 años con quemaduras de tercer grado causadas por la familia para la que trabajaba. Y en 2011 falleció otra de 11, tras ser torturada por la hija de la mujer que la contrató. Algunas ONG locales, como Insaf, llevan años luchando contra esta “forma de esclavitud” que, según esta organización, afecta a más de 66.000 niñas.

El Gobierno del Partido Justicia y Desarrollo (PJD), islamista moderado, también lucha contra esa explotación. Pero lo hace a su manera. El 9 de mayo consiguió aprobar una ley en comisión parlamentaria que, aunque mejora las condiciones laborales de las empleadas domésticas, permite su contratación a partir de los 16 años.

Ahora, el único que puede impedir la aprobación en pleno de la ley es el rey Mohamed VI, quien ha intervenido a través del Observatorio Nacional de Derechos del Niño, fundación presidida por su hermana, la princesa Lalla Meryem. Esta fundación ha enviado un informe al Parlamento recordando que esa edad mínima de 16 años entra en absoluta contradicción con la Convección Internacional de Derechos de la Infancia (CIDE), ratificada por Marruecos hace 23 años. En las próximas semanas se verá si se impone la voluntad del Parlamento o la del rey.

Es cierto que la ley exige a los contratadores una autorización por escrito de los padres, obliga a someter a las niñas a inspecciones médicas cada seis meses, prohibe el trabajo nocturno y les fija un sueldo no inferior a los 154 euros al mes (el 60% del salario mínimo). Pero por otra, la norma desoye todos los reclamos de Unicef y decenas de organizaciones que luchan contra la contratación de las menores de edad.

Los defensores de la ley aseguran que es fiel a la tradición del país. Sus detractores sostienen que hay tradiciones que no conviene perpetuar.

FRANCISCO PEREGIL
19 MAY 2016

http://elpais.com/elpais/2016/05/18/opinion/1463578955_657978.html
https://tdhinfancia.blogspot.com.es/2013/06/marruecos-pequenas-sirvientas-de-hogar.html

martes, 12 de julio de 2016

Otras formas de homicidios de mujeres y niñas relacionados con el género



77. Como se indicó anteriormente, ciertas normas y creencias culturales constituyen los factores causales de prácticas nocivas que dan lugar a la violencia contra la mujer131. Por ejemplo, a partir de la independencia de la India ha aparecido la práctica del sati, consistente en quemar viva a la viuda en la pira de su marido132. Hasta la fecha se han denunciado por lo menos 40 casos133.

78. El infanticidio de mujeres se ha practicado durante toda la historia, en todos los continentes y por personas de todo origen134. Sigue constituyendo un problema fundamental en varios países en nuestros días y guarda estrecha relación con el fenómeno del aborto de fetos de sexo femenino. Se sabe que el infanticidio de mujeres reviste formas tales como la muerte por sofocación, ahogamiento, descuido y exposición al peligro, entre otras135.

79. En los últimos decenios, el desequilibrio entre el número de niñas y niños en favor de estos últimos se han incrementado en varios países asiáticos y hay acuerdo general respecto del problema que significa la selección del sexo por prejuicios de género136. La aparición reciente de tecnologías que pueden utilizarse para elegir el sexo ha agravado el problema en un contexto en que se prefiere a los hijos varones. La mayor desproporción entre el número de niños y niñas y la propagación de la selección del sexo obedecen a una discriminación profundamente arraigada contra la mujer en los regímenes matrimoniales, la formación de la familia y los derechos de sucesión137.

80. En el caso de la India se ha señalado a la atención internacional la enorme diferencia en el coeficiente natural de género del país, pues se calcula que en 2003 "faltaban" 100  millones de mujeres en la población138. Se estima que cada año tienen lugar en la India, con fines de selección, un millón de abortos de fetos de sexo femenino139. No existen datos estadísticos oficiales sobre el infanticidio de mujeres, pero en el estado de Kerala se estima que cada año se da muerte a 25.000 recién nacidas140. La tasa de mortalidad antes de la adolescencia de niñas menores de 5 años de edad era un 21% más alta que la correspondiente a los niños de la misma edad en la India. Como principales causas de muerte se mencionaron la violencia y la falta deliberada de cuidados, tanto médicos como nutricionales, por los padres de las niñas141.

81. El infanticidio de mujeres en China se remonta hasta el año 2000 A.C. Las niñas eran sus víctimas principales, especialmente en tiempos de pobreza y hambre142. Un estudio indica que el número estimado de niñas desaparecidas en la China en el siglo XX, entre 1900 y 2000, era de 35,59 millones, lo que representaba el 4,65% de su población. Un análisis de los datos más recientes correspondientes a China indica que el coeficiente de género al nacer, si bien era más sesgado en las zonas rurales, había subido en las ciudades grandes en 2005, en comparación con 2000143. Estas conclusiones dan a entender que la preferencia por los hijos varones sigue ejerciendo gran influencia y quienes viven en ciudades la llevan cada vez más a la práctica.

domingo, 10 de julio de 2016

Homicidio como resultado de la orientación sexual y la identidad de género


 71. Los homicidios por razones de género imputables a la orientación sexual y la identidad de género constituyen un fenómeno recientemente documentado, pero no en medida suficiente. Aunque las estadísticas son pocas, en informes de la sociedad civil se da a entender que la violencia, motivada por el odio y los prejuicios por razones de orientación sexual e identidad de género, constituye una realidad cotidiana para muchos. Se caracteriza por un grado de violencia física grave que en algunos casos supera al que se encuentra en otros tipos de crímenes causados por prejuicios122. Lesbianas, gay, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales, así como activistas que trabajan en este sector, son agredidos porque no se ajustan a los estereotipos de la sexualidad o identidad de género y se convierten en víctimas de crímenes homofóbicos. 

72. Persisten manifestaciones de violencia tales como el abuso de poder por la policía, la violencia sexual en las cárceles y los asesinatos motivados por el odio, así como diversos tipos de discriminación. Como han señalado académicos123, hay una paradoja en el adelanto de la protección de los derechos sexuales de las personas, por una parte, y la intensificación cada vez mayor de crímenes homofóbicos, por la otra. En este sentido, lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgénero e intersexuales, entre ellos mujeres, son especialmente vulnerables a muchos tipos de crímenes violentos, desde el homicidio en sus hogares hasta el homicidio en espacios públicos, la llamada "limpieza social"; la extorsión por chantajistas que amenazan con dar a conocer su identidad al público y el abuso por parte de funcionarios, especialmente policiales, que a veces los detienen124. 
73. En el caso de Sudáfrica, los recientes asesinatos de lesbianas negras demuestran los factores múltiples e interrelacionados que han dado lugar a un aumento de atentados homofóbicos, a pesar de las progresistas disposiciones constitucionales que prohíben la discriminación por razones de raza, género u orientación sexual, entre otras125. 

74. El Consejo de Derechos Humanos expresó su preocupación por el aumento de la violencia contra lesbianas, gays, bisexuales y transexuales y la impunidad por esos delitos126. Más recientemente, el Consejo aprobó una histórica resolución sobre las violaciones de derechos humanos por razones de orientación sexual e identidad de género127. 

75. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos celebró en los tres últimos años varias audiencias acerca de la situación de la violencia y la discriminación contra minorías sexuales en algunos países del Caribe y de América Central y del Sur. En esos países,  organizaciones de la sociedad civil han expresado preocupación por el número cada vez mayor de crímenes homofóbicos128. 76. Los informes sobre homicidios de transexuales indican que en el primer semestre de 2010 se registraron 93129. Otro proyecto indicó que entre enero de 2008 y septiembre de 2011 había habido 681 denuncias de transexuales asesinados en 50 países130.

http://www.uv.mx/uge/files/2014/05/Informe-de-la-Relatora-Especial-sobre-la-violencia-contra-la-mujer-sus-causas-y-consecuencias-Rashida-Manjoo.pdf

viernes, 8 de julio de 2016

Formas extremas de homicidio violento de mujeres



 66. Los fenómenos sociopolíticos cada vez mayores de las pandillas, la delincuencia organizada, los traficantes de drogas, las cadenas de trata de personas y tráfico de drogas, la migración masiva y la proliferación de las armas pequeñas han tenido efectos devastadores en la vida de las mujeres, especialmente en México y América Central. Corresponden al triángulo septentrional de América Central los índices de homicidios más elevados en un contexto que no sea de conflicto112. El índice de homicidios de hombres se ha mantenido estable en el último decenio pero ha aumentado el de homicidios de mujeres113. En Guatemala, en 2004 los homicidios de mujeres aumentaron un 141%, en comparación con un 68% en el caso de los hombres; en El Salvador, en 2006, los homicidios de mujeres aumentaron en un 111% en comparación con un 40% en el caso de los de hombres y en Honduras en 2007 los homicidios de mujeres aumentaron en un 166% en comparación con un 40% en el caso de los hombres.

 67. En cuanto a México, en 1993 comenzaron a aparecer noticias en los medios internacionales acerca del descubrimiento de los cadáveres mutilados de mujeres violadas y asesinadas en terrenos baldíos fuera de Ciudad Juárez114. Los datos reunidos sobre femicidios indican un aumento de su número y una autora estima que en esa ciudad se registraron entre 1993 y 2009 unos 740 femicidios.115 Los homicidios incluyen el secuestro y la desaparición durante unos días; la tortura y atentados sexuales por grupos de hombres; el asesinato y la mutilación, particularmente de los órganos sexuales y los pechos y la decapitación en algunos casos; luego se dejan a la vista los cadáveres desnudos o partes de ellos o se procede a arrojarlos en terrenos baldíos de la ciudad. En los casos más atroces, partes de los cadáveres se dispersan en distintos lugares de la ciudad con mensajes escritos en ellos o en papel que se encuentra sobre los cadáveres. Se sostiene que los homicidios tienen un efecto simbólico, el de destruir la humanidad, integridad e identidad de la víctima116. 

68. Las víctimas tienen un origen social y económico diverso, que varía de un país a otro al igual que las circunstancias en que pierden la vida. Muchas de las mujeres asesinadas proceden de los sectores más marginados de la sociedad: son pobres, vienen de zonas rurales, tienen origen étnico, se dedican al comercio sexual o trabajan en maquiladoras. El grupo más vulnerable es el de jóvenes de 16 a 24 años de edad. En general, en el 25% de los homicidios hay pruebas de agresión sexual; en el 66% de los homicidios en Honduras y en el 44% en El Salvador hay señales de brutalidad117. Se emplearon armas pequeñas en el 90% de los femicidios en Guatemala118 y en el 79% de los femicidios en Honduras en 2010119. El femicidio se considera la segunda causa en importancia de la muerte de mujeres en edad reproductiva en Honduras120. 

69. América Central es una región que sale de un conflicto, con Estados e instituciones frágiles y es también la región más pobre de América121. Los efectos de algunas políticas económicas alentaron y facilitaron la institución de la maquila. Los puestos mal remunerados que genera la industria maquiladora son ocupados generalmente por mujeres, en particular mujeres pobres y analfabetas de zonas rurales. Los contratos son por lo general temporarios, con largas horas de trabajo y ninguna prestación. Asimismo, las mujeres caminan por espacios públicos obscuros al regresar a su hogar tarde en el día y las autoridades públicas no les ofrecen protección alguna contra actos delictivos. 70. Además, grupos y pandillas de la delincuencia organizada (llamados maras) se han multiplicado y establecido un sistema interno de control de territorios locales y comunidades. Han establecido un mercado abierto para un lucrativo comercio de armas, que les permite constituirse en los principales proveedores de seguridad privada para los carteles de la droga, empresarios y la élite.

http://www.uv.mx/uge/files/2014/05/Informe-de-la-Relatora-Especial-sobre-la-violencia-contra-la-mujer-sus-causas-y-consecuencias-Rashida-Manjoo.pdf

miércoles, 6 de julio de 2016

Homicidios de mujeres aborígenes e indígenas

61. Las mujeres y niñas aborígenes e indígenas son objeto de un grado sumamente alto de violencia. La marginación social, cultural, económica y política de las mujeres aborígenes e indígenas en todo el mundo, junto con el legado negativo del colonialismo, una política histórica de racismo por parte del gobierno y las consecuencias de las políticas económicas, ha hecho que un número alarmante de estas mujeres queden en situación extremadamente vulnerable. Por ejemplo, el efecto de ciertas políticas económicas impuestas en la región centroamericana ha agravado la vulnerabilidad de las mujeres indígenas y les ha obligado a migrar interna y regionalmente. Se han visto obligadas a trabajar en puestos poco cualificados y mal remunerados, principalmente en maquiladoras, el servicio doméstico, el comercio sexual y la prostitución, en condiciones precarias y de explotación. 

62. La intersección de distintos estratos de discriminación por motivo de raza, identidad étnica, sexo, clase, educación y opinión política priva aún más a las mujeres indígenas y aborígenes de sus derechos y reproduce una opresión en múltiples niveles que culmina en la violencia. En los casos de homicidio de mujeres aborígenes e indígenas, las principales fallas de las autoridades consisten en que la policía no protege a mujeres y niñas aborígenes de la violencia ni procede a una investigación pronta y minuciosa cuando desaparecen o son asesinadas, así como en las desventajosas condiciones económicas y sociales en que viven esas mujeres y niñas, que las hacen vulnerables a la violencia de esa índole101. 

63. En Guatemala, la experiencia actual de homicidios masivos y violentos de mujeres indígenas tiene un legado que se remonta a la época colonial y se agravó más en los 36 años de conflicto armado. El 88% de las víctimas de atentados sexuales y sistemáticos, perpetrados pública e intencionalmente por personal militar y paramilitar en su mayor parte, eran mujeres mayas102. Tras el acuerdo de paz de 1996 no hubo intento alguno de obtener justicia para las víctimas y sus familiares ni de que recibieran una reparación. De hecho, el artículo 200 del Código Penal (derogado en 2006) otorgó inmunidad a los autores de actos de violencia sexual y secuestro de mujeres y niñas mayores de 12 años cuando se casaban posteriormente con la víctima. Se estableció así una impunidad aprobada por el Estado, que condonaba todas las formas de violencia, en particular contra las mujeres indígenas. 

64. En Australia la violencia contra las mujeres aborígenes es atroz en razón del empleo de armas y el sistema de licencias para portar armas de fuego. La violencia a mano armada, con martillos, cuchillos, palos, piedras, pistolas y estacas, ha culminado en homicidios de mujeres aborígenes103. Según informes recientes, las mujeres aborígenes corren un peligro mucho mayor que las no aborígenes de ser víctimas de homicidio, violación y otros atentados104. Sin embargo, han sido renuentes a dar conocer estos actos de violencia por el peligro de que la sociedad blanca dominante denigre aún más a sus comunidades. El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer ha señalado que "las  mujeres y las niñas indígenas padecen los niveles de violencia más elevados, especialmente en el hogar, donde las mujeres indígenas tienen 35 veces más probabilidades que las no indígenas de ser hospitalizadas a consecuencia de agresiones violentas sufridas en el seno de la familia"105.

 65. Hasta 1985 estaban vigentes en el Canadá muchas leyes discriminatorias contra las mujeres y niñas aborígenes, lo que surtió un efecto intergeneracional y contribuyó a un legado de violencia, abuso e impunidad106. En la actualidad, una joven aborigen tiene cinco veces más probabilidades que otra mujer canadiense de la misma edad de perder la vida como resultado de un acto de violencia107. Según un informe de 2010, de los 582 casos de violencia contra mujeres aborígenes, el 20% consistía en la desaparición de mujeres y niñas, el 67% en la muerte de mujeres y niñas como consecuencia de un homicidio o de negligencia y un 4% quedaba comprendido en la categoría de muertes sospechosas (por lo general declaradas naturales o accidentales por la policía)108. Entre 2000 y 2008 se denunciaron 153 casos de homicidios de mujeres y niñas y, en 115 de ellos, aún no se han encontrado los cadáveres109. Las mujeres y niñas aborígenes tienen más posibilidades de perder la vida en manos de un extraño que las no aborígenes. Aproximadamente un 50% de esos homicidios no se han aclarado nunca110. El Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer observó con preocupación que no se habían investigado plenamente "cientos de casos de mujeres aborígenes desaparecidas ni se les había dedicado una atención prioritaria y los culpables seguían sin castigo"111.

lunes, 4 de julio de 2016

Homicidio de mujeres relacionado con la dote


56. En algunos países del Asia meridional está generalizada la práctica de los homicidios relacionados con la dote, término que comprende las novias jóvenes que son asesinadas o a las que la familia del novio empuja hacia el suicidio torturándolas y hostigándolas continuamente en un intento de extorsionar el pago de una dote en efectivo o  en bienes o de que su importe sea mayor. La manifestación más común de esta práctica consiste en quemar a la novia. Estos actos suelen describirse, y aceptarse, como accidentes y se dice por ejemplo que "murió porque explotó la cocina"89.


57. La violencia relacionada con la dote está arraigada en las tradiciones religiosas y culturales de la región del Asia meridional90 y su práctica se ha extendido a todas las comunidades. En el Pakistán se promulgó una ley contra la dote en 1976 y lo mismo se hizo en Bangladesh en 1980 y en Nepal en 2009. A pesar de las reformas legislativas, la dote es parte indispensable de los matrimonios en la región y ha sido causa de violencia contra la mujer91 y las leyes no han servido para restringirla ni para mejorar la condición de la mujer dentro del matrimonio92.
58. En varios casos el hostigamiento de mujeres relacionado con la dote se ha agravado en Bangladesh y adoptado la forma de atentados con ácido que causan ceguera, desfiguración y la muerte de mujeres93. En 2002 se promulgó en Bangladesh una ley que impone la pena de muerte a los autores de estos actos y restringe asimismo la venta de ácido, en vista del problema cada vez mayor que significan los atentados de esa índole94. En el primer semestre de 2009 se denunciaron 119 casos de violencia relacionada con la dote, que causaron 78 muertes. Hubo 172 mujeres asesinadas en 2008 y 187 en 200795.

59. Las estadísticas correspondientes al período 2007-2009 indican que en la India se denunciaron entre 8.093 y 8.383 casos de homicidios relacionados con la dote96. Como indican los expertos, el número de casos denunciados con el número de sentencias condenatorias está muy por debajo del número de casos denunciados. Según la Dirección Nacional del Registro Penal de la India, en 2008 se dictaron 1.948 sentencias condenatorias, en comparación con 3.876 sentencias absolutorias97. Los atentados con ácido se están convirtiendo también en un fenómeno cada vez mayor en la India, en que se hace objeto de ellos a jóvenes por rechazar pretendientes o propuestas de matrimonio, así como en relación con disputas respecto de la dote98.

60. Los órganos de derechos humanos han condenado enérgicamente estas prácticas99. Los expertos sostienen que es necesario tener en cuenta las cuestiones culturales subyacentes, como la condición secundaria de la mujer en su familia de origen y en el hogar conyugal; cuestiones de propiedad y bienes en estos ámbitos; el control de la sexualidad de la mujer; el estigma que entraña el divorcio y la falta de apoyo a la mujer después de que se casa100.

http://www.uv.mx/uge/files/2014/05/Informe-de-la-Relatora-Especial-sobre-la-violencia-contra-la-mujer-sus-causas-y-consecuencias-Rashida-Manjoo.pdf

sábado, 2 de julio de 2016

Homicidio de mujeres como consecuencia de violencia ejercida por la pareja


30. La violencia ejercida por la pareja es un problema que afecta a millones de mujeres en todo el mundo y esa violencia recae abrumadoramente sobre la mujer24. La investigación sobre homicidios resultantes de violencia ejercida por la pareja indica, casi sin excepciones, que la mujer corre más peligro que el hombre y que la mayoría de las mujeres víctimas de homicidio pierde la vida en manos de sus parejas25. Los estudios de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito confirman también que, en muchos países, la principal causa del homicidio de mujeres guarda relación con la pareja o la familia y que es mucho más probable que las tasas de homicidio de mujeres correspondan a este tipo de violencia que a la tipología relacionada con la delincuencia organizada que afecta en medida tanto mayor al hombre26.

 31. Al igual que lo que ocurre con todas las formas de violencia ejercida por la pareja, es probable que los femicidios en manos de la pareja que son denunciados estén considerablemente por debajo del número real. Hay estudios que han demostrado que, en algunos países, entre el 40 y el 70% de las mujeres asesinadas lo son por su pareja27. En muchos países el lugar en que hay más probabilidades que sea asesinada una mujer es su hogar, mientras que es más probable que el hombre sea asesinado en la calle28. 

32. Un estudio indica que cada año en Europa hay unas 3.500 muertes como consecuencia de violencia ejercida por la pareja29. Más del 77% de las víctimas de homicidio relacionado con la pareja o la familia son mujeres30 y las mujeres entre 35 y 44 años de edad son las que están expuestas a mayor peligro31. Más recientemente, hay investigaciones que indican que se ha registrado un aumento en la tasa de asesinatos de mujeres32. Por ejemplo, los femicidios cometidos por la pareja han aumentado en España en un 15,16%33. El número total de homicidios (de hombres y mujeres) en Italia está en descenso; sin embargo, los homicidios de mujeres subieron del 15,3% en 1992-1994 al 23,8% en 2007-200834. Hay datos que indican que en Inglaterra y Gales el 95% de las mujeres asesinadas en 2009-2010 lo habían sido por quien era en ese momento su pareja o por una anterior, en comparación con 21 hombres víctimas de homicidio en el hogar35.

 33. Hay estudios en Honduras y Costa Rica que indican que más del 60% de los femicidios son cometidos por la pareja o por un familiar hombre36. En el Perú el 70% de losactos de femicidio son cometidos por la pareja o por una anterior37. En México el 60% de las mujeres asesinadas por su pareja o por una anterior habían denunciado anteriormente incidentes de violencia doméstica a las autoridades públicas38. En Nicaragua, en algunos casos, si bien los crímenes eran perpetrados por personas desconocidas para la víctima, habían sido planificados y pagados por la pareja o por una anterior39. 

34. Un estudio nacional sobre el femicidio en Sudáfrica, realizado en 2004, estimaba que cada seis horas una mujer era asesinada por su pareja40. De los casos en que fue posible establecer la relación, el 50,2% de las mujeres habían sido asesinadas por su pareja. Un análisis racial indica además que los homicidios afectan desproporcionalmente a las mujeres de color. La tasa en el caso de las mujeres de color era de 18,3 por cada 100.000 mujeres, en el de las africanas era de 8,8 y en el de las blancas 2,841. 

35. En estadísticas del Departamento de Justicia de los Estados Unidos se estima que, en 1993, un 40% de las mujeres asesinadas lo fueron por su pareja y que ese porcentaje subió al 45% en 2007. Se estima que en 1993 un 6% de los hombres asesinados lo fueron por su pareja y esa proporción había bajado al 5% en 200742. Asimismo, en los casos en que se pudo determinar la relación entre la víctima y el asesino, más del 90% de las mujeres conocían al hombre que las asesinó y el 60% de ellas eran la esposa, pareja, exesposa o novia de los autores43. En 2008 las armas de fuego constituían el arma más comúnmente empleada por hombres para asesinar a mujeres y casi las dos terceras partes de las mujeres asesinadas lo habían sido por su pareja. Hay otra forma de violencia que afecta a la mujer y es aquella en que la pareja amenaza con emplear armas de fuego contra sus víctimas44.







24 Heise, L. and C. Garcia-Moreno, (2002) "Violence by intimate partners". In E. G. Krug, L. L. Dahlberg, J. A. Mercy, A. B. Zwi, and Lozano, R. (eds.). World report on violence and health, pp. 89- 121. Geneva, Switzerland: World Health Organization.
 25 See Browne, A., Williams, K., and D. Dutton, (1999) "Homicide between intimate partners". In M. D. Smith & M. Zahn (eds.). Studying and preventing homicide, pp. 55-78. Thousand Oaks, CA: SAGE., Campbell, J., (1992) "If I can’t have you, no one can: Power and control in homicide of female partners". In Radford, J. and Russell, D. (eds.). Femicide: The politics of woman-killing, pp. 99-113. New York, NY: Twayne. Dawson, M., and R. Gartner, (1998) "Differences in the characteristics of intimate femicides: The role of relationship state and status". Homicide Studies, 2, 378-399, and Gauthier, D. and W. Bankston, (2004) "Who kills whom revisited: A sociological study of variation in the sex ratio of spouse killings". Homicide Studies, 8(2), 96-122, Heise, L. and C. Garcia-Moreno,
37 Meléndez, L. (2010) "Perú – Incidencia y formación sensible al género para los legisladores y operadores de justicia". In Jiménez, P. and K. Ronderos, (eds.) "Feminicidio: Un fenómeno global. De Lima a Madrid". Heinrich Böll Stiftung and CAWN. 
38 Lagarde y de los Rios, M. (2006) "Feminicidio", Artículos de Ciudad de Mujeres. Paper presented at Universidad de Oviedo, 12 January 2006. Available online at www.ciudaddemujeres.com/articulos. 
39 Puntos de Encuentro (2006) "Lo que cocinamos: II Encuentro Feminista Centroamericano", La Boletina Nº 64. Available online at www.puntos.org.ni.
 40 See Mathews S, Abrahams N, Martin L, Vetten L, van der Merwe L, and R. Jewkes, (2004) "Every six hours a woman is killed by her intimate partner: a national study of female homicide in South Africa". Gender and Health Research Group, Medical Research Council Policy Brief, South Africa; 2004; 5. 
41 Ibid. 
42 Catalano, S., Smith, E., Howard, S., and M. Rand, (2009) "Female Victims of Violence", Bureau of Justice Statistics, Selected Findings. U.S. Department of Justice, September 2009. Available at http://bjs.ojp.usdoj.gov/content/pub/pdf/fvv.pdf 43 Violence Policy Center, When Men Murder Women: An Analysis of 2008 Homicide Data. Washington, DC, 2010, p. 10. Available at http://www.vpc.org/studies/wmmw2010.pdf. 44 Ibid. p. 1.

http://www.uv.mx/uge/files/2014/05/Informe-de-la-Relatora-Especial-sobre-la-violencia-contra-la-mujer-sus-causas-y-consecuencias-Rashida-Manjoo.pdf