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viernes, 3 de octubre de 2014

Igualdad no quiere decir identidad


La filósofa española que se llama Celia Amorós,  dice: “Las mujeres somos diferentes y queremos ser iguales, pero no idénticas”. La palabra igualdad es un concepto, no quiere decir identidad, identicidad. Si fuéramos idénticas las unas a las otras, entonces, en política, daría lo mismo que cualquiera de nosotras nos represente a todas y se acabó. Es lo que suelen decirnos, cuando uno se queja de que hay pocas mujeres en la asamblea legislativa, nos dicen: “¿para qué quieren más? Si ahí tienen a la Fulanita”. Bueno, pero Fulanita es tan ciudadana como yo.
Creo que las mujeres están empezando a votar más por mujeres, ahora que se están conociendo más modelos de liderazgos. Las mujeres comienzan a demostrar sus capacidades políticas. En el caso de Chile a nivel local, las mujeres que han sido electas alcaldesas, (acá se les llama intendentas) y vuelven a presentarse en la reelección, han obtenido las más altas mayorías, porque el electorado la conoció y supo lo que hizo. Hay algunos estudios y algunas encuestas que han demostrado que el electorado femenino, -son encuestas sobre comportamiento electoral sobre hombres y mujeres, que en Chile se las puede hacer porque todavía votamos en mesas separadas- cuando se trata de mujeres que trabajan, o participan en actividades públicas y no son sólo amas de casa, tienen una mirada mucho más cercana a votar mujeres.En el caso de Chile y en Argentina también, hubo dictadura. Muchas mujeres que eran dueñas de casa, que, o por sobrevivencia, o por violación a los derechos humanos, se vieron en la necesidad de salir de sus casas y en la propia organización fue una escuela política para ellas y aprendieron mucho. La capacidad de discernir te la da la escuela, te la da la participación, te la da el trabajo remunerado. Esa capacidad que justamente es lo que los filósofos dijeron que no teníamos, es producto de un desarrollo. Talleres como estos y muchísimas otras actividades que hoy día se multiplican muchísimo, son muy útiles para eso.
El principal desafío es con esas mujeres, que están en su casa, que le tienen que preguntar al marido, que son machistas y muy conservadoras. Es el electorado más duro.
Las mujeres, tienen una mirada distinta sobre los mismos asuntos, para decidir en política. Ahora, esto no es una cuestión de esencia, sino cultural. Estamos acostumbradas por ejemplo, a ser terriblemente más concretas que los hombres, a tomar decisiones y a actuar de inmediato. De pronto si ustedes participan en los partidos, no sé si les pasa pero a mi me pasa, donde las reuniones son eternas, repiten exactamente lo mismo y están dos horas en el mismo punto. Claro, como no tienen otra cosa que hacer, se pueden pasar la vida discutiendo.
No es nuestro caso, por el doble rol que llevamos. Pero además en general las mujeres llevamos nuevos temas a la política. El tema de considerar a la familia como un universo de cambio y que ha cambiado, es por las mujeres, la violencia doméstica, el acoso sexual, la política de derechos reproductivos, es decir son todos temas puestos en el debate por las mujeres.
Volviendo a la historia, en otro trabajo que tuve que desarrollar hice una investigación. En la Edad Media, cuando estaba la quema de brujas, cuando las perseguían eran esas brujas las que desarrollaron la medicina. Me tocó empezar a buscar qué habían escrito las primeras mujeres que estudiaron medicina o que eran brujas. Los principales temas eran el perperio, el parto, las enfermedades ginecológicas. Se preocuparon de temas que la medicina masculina en la vida se preocupó. Eran nuevas visiones, nuevas miradas. Bueno, a
esas mujeres las quemaron a todas, porque el conocimiento era poder, y lo sigue siendo.
Volviendo a la historia de la identidad entre mujeres, cuando una quiere hacer política y estar en política, creo que hay tres niveles de cambios o de enfrentamientos, el personal, donde una tiene que tener un desarrollo propio como sujeto, como persona como para poder pararse y defender las ideas, después está el societal, es decir, tener esa capacidad de organización y después el político, es decir tener capacidad de decisión.
Ante esos tremendos desafíos, esta identidad cultural tan arraigada que tenemos las mujeres de que somos todas idénticas, ya que nos cruza la subordinación común a todas.
Pero nos cruza y nos toca de maneras muy distintas, a las mujeres pobres, a las profesionales, a las mujeres de África, a las mujeres de América Latina, a las chilenas y a las argentinas. Hay muchas diferencias y afirmar esa diferencia es lo que nos permite afirmarnos como ciudadanas.
Es habitual decir, o que nos digan “las mujeres son todas iguales”. Nosotras decimos lo mismo “los hombres son todos iguales”. En el lenguaje común podemos aceptarlo, pero en rigor si todos fuéramos iguales en tanto género humano, bastaría que hubiera un hombre y una mujer dirigiéndonos a todos y listo, se acabó, tendríamos por ejemplo representaciones legislativas.
Esta filósofa española dice que el peor daño que podemos tener las mujeres en la lucha por la igualdad, es esta concepción de identicidad entre una y otra. Nos hace daño porque no sabemos reconocernos entre nosotras, nuestras propias cualidades, que son distintas, que son diferentes. A lo mejor hay muchas que tenemos capacidad para hablar y otras tienen capacidad para ejecutar, o tienen mayor liderazgo hacia las masas. Hay millones de talentos y de cualidades que esta idea de identicidad entre nosotras no permite que se desarrollen. Por supuesto no es lo único, pero a nivel de más psicológico que cultural, eso ocurre. Estamos frente al debate y al tema de la lucha por la igualdad en la diferencia. Pero la gente asocia igualdad y diferencia como lo opuesto. Pensar que lo que no es igual y es diferente es un tremendo error. Lo opuesto a la igualdad es la desigualdad, es privilegio.
Lo que se opone a la diferencia es la uniformidad. Nosotras somos muy diferentes: Las mujeres no somos un colectivo homogéneo. Por eso diferentes pero no desiguales es un tema súper interesante a desarrollar, para mirar las estrategias.

Natacha Molina

http://www.diba.cat/urbal12/Pdfs/Natacha%20Molina.PDF

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