Acerca de nosotras ·

lunes, 1 de septiembre de 2014

ODM 1: ERRADICAR LA POBREZA EXTREMA Y EL HAMBRE


La pobreza tiene rostro de mujer:

En el mundo alrededor de 1300 millones de personas viven en la pobreza absoluta, la mayoría son mujeres.

La pobreza afecta a hombres y mujeres, pero las condiciones históricas de desigualdad y discriminación en que han vivido y viven las mujeres crean el marco propicio para situarlas en condiciones de desventajas con respecto a los hombres. Las barreras artificiales, psicológicas y estructurales que impiden que las mujeres accedan a niveles de decisiones se acrecientan en regiones como América Latina, África y Asia, lugares donde se discuten problemas más perentorios asociados a la violación de derechos elementales de la mujer, como contar con un empleo estable que proporcione suficientes ingresos para la satisfacción de las necesidades elementales propias y de su familia, para disfrutar de independencia y dignidad y de una situación de bienestar general.

En todas las regiones del mundo la tasa de desempleo femenino es superior a la masculina.

Las mujeres reciben una participación desproporcionadamente pequeña del crédito de las instituciones bancarias corrientes. Por ejemplo en las regiones de América Latina y el Caribe, las mujeres constituyen sólo entre un 7% y un 11% de los beneficiarios de los programas de créditos.

En los países subdesarrollados las mujeres siguen representando menos de la séptima parte de los funcionarios administrativos y ejecutivos. El poder y la pobreza son dos fenómenos interdependientes. La pobreza es, el resultado de la falta de poder, imposibilidad de acceder a recursos económicos, políticos y culturales

Lo anterior se refleja en:

Una disminución del acceso a puestos de trabajo de calidad. En la actualidad ¾ partes del trabajo de las mujeres en la mayoría de los países industrializados es en el sector de los servicios –administración, educación, salud-.

Un mayor acceso al trabajo no cualificado y en peores condiciones de explotación e inequidad.

Crece el número de mujeres empleadas a tiempo parcial. Son ellas las principales candidatas para este tipo de trabajo, socializadas para alternar el trabajo productivo con el reproductivo, siempre están dispuestas a aceptar este tipo de labor, aunque estén mal remuneradas y se reduzcan sus posibilidades de desarrollo profesional y de acceso a cargos de dirección.

Según las cifras del último informe sobre el empleo en Europa, presentado en la Audiencia Pública de la Comisión de la Mujer del Parlamento Europeo, para el tema de la Feminización de la Pobreza, en ese continente más del 40% de las mujeres trabajan a tiempo parcial o en contratos a tiempo parcial.

Estadísticas a nivel internacional

  • Dos tercios de los 1,300 millones de pobres son mujeres.
  • Una de cada tres mujeres debe proveer alimento y educación para sus hijos-hijas sin el apoyo de los padres.
  • Las mujeres realizan el 52% del trabajo mundial pero sólo la tercera parte del mismo es pagado. Los hombres realizan el 48% del trabajo mundial pero tres cuartas partes del mismo es remunerado.
  • Si se evaluara el trabajo doméstico que hacen las mujeres la producción mundial aumentaría un tercio.
  • En todo el mundo las mujeres pasan más horas trabajando que los hombres. En Europa Occidental, entre 5 y 6 horas más.
  • En todas partes del mundo el sueldo de las mujeres es menor que el de los hombres.
  • Para que una mujer obtenga los mismos ingresos que un hombre requiere el equivalente a 6 años más de educación.
  • Sólo un tercio de los hombres accede a la agricultura trabajando como asalariados Mientras que el 58,4% de las mujeres deben optar por ésta condición.
  • Sólo el 27% de las mujeres trabaja en tierras propias mientras que el 41% de los hombres lo hace así.

 Fuente: Manual para la Integración de la Igualdad de Género en la Cooperación al Desarrollo de la C.E., 2006.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...