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martes, 16 de septiembre de 2014

Mujeres en la Política I/II


Al comenzar el siglo XIX ya estamos frente a un escenario económico, político, cultural distinto, en donde dos factores son centrales: el trabajo y la educación. La educación -ya les decía que el conocimiento es poder-, permite mayores posibilidades a las mujeres de opinar sobre los asuntos públicos, con todas las barreras y dificultades que conocemos. La educación y el trabajo de las mujeres en el siglo XIX y después en el XX con mucha másfuerza, es lo que sirvió de camino para desarrollar más tarde las ideas y las luchas
contemporáneas de las mujeres por la igualdad.
Por supuesto siempre estos procesos van ocurriendo primero en los sectores altos. Todavía vemos que en nuestras sociedades está la oposición conservadurismo/progresismo, por llamarlo de alguna manera, respecto de la incorporación de la mujer en política y en la vida pública. Siempre estos procesos comienzan por los sectores más educados, que son los sectores socioeconómicos más desarrollados.
El mundo de la pobreza lamentablemente está muy asociado al mundo de la ignorancia y a la no capacidad para discernir sobre los asuntos públicos. Es obvio que si uno tiene el cien por ciento de la información, va a tomar una buena decisión política, si uno tiene el veinte por ciento de la información, va a tomar una decisión política ineficiente, mala.
La historia del siglo XX es ya conocida. Se inicia con la lucha por el sufragio, el derecho a voto y son las primeras manifestaciones realmente masivas, porque hasta ahora estuvimos hablando del debate político intelectual, pero por cierto eran mujeres destacadas, no todas.
El carácter masivo comienza justamente a principios del siglo XIX, con la lucha por el derecho a voto y termina con la realización de conferencias mundiales, que empiezan a desarrollarse en la década de los ’90, donde se recomienda a los gobiernos a promover leyes, políticas públicas en favor de la mujer.
Muchas de nosotras afirmamos que la gran revolución del siglo XX fue la revolución del cambio en las mujeres. El acceso masivo a la educación, el acceso al trabajo son los factores claves que permiten que las mujeres comiencen ellas mismas a tener más conciencia de sus derechos. Ahora, como vamos a ver más adelante, con la lucha del sufragio las mujeres ganamos el derecho a elegir y a ser elegidas, pero en la práctica, lo que se practica, lo real, es el derecho a elegir. Hacer política significa también ser elegida, poder representar y ese es el tema donde hay mayor déficit hoy día en nuestros países.
El aire liberal que impera la globalización y el despliegue de información, en el último cuarto del siglo XX, contribuyó al conocimiento de diversas formas de ser mujer en el mundo y eso lo vemos ahora. Con todo lo que es la tecnología y la información, vemos distintos modelos de mujeres y por lo tanto distintos modelos de liderazgos. Sin embargo, a pesar de ir conociendo toda esa diversidad, y a pesar de las distancias y las diferencias, las mujeres seguimos teniendo la marca de la subordinación. Es decir, estas ideas de las barreras
objetivas todavía se mantienen en proporciones altísimas.
Los cambios tecnológicos en la última década de este siglo, reforzaron todas estas tendencias y a pesar de que podemos tener una gran discusión sobre la globalización con las consecuencias dramáticas que significa la profundización de la brecha socioeconómica, por ejemplo, en el caso de lo que estamos hablando, que es la lucha por la igualdad de la mujer, la globalización puso mayor conciencia del efecto que tiene esto en la modificación de los horizontes referenciales de las mujeres, y así los proyectos de vida de las mujeres se
diversifican. Comenzamos a tener las mujeres la posibilidad de optar. El destino prefijado de tener un esposo, hijos y quedarse en la casa, no es el único posible. De hecho las estadísticas muestran que las chicas jóvenes retardan cada vez más la edad para constituir pareja. En Chile está cercano a los veintiseis años, hace cincuenta años atrás la edad promedio de constituir pareja, casarse, era de entre quince y diecisiete años. ¿Eso qué está diciendo? Que las dificultades son tan grandes que la mujer para desarrollarse como persona, está prefiriendo tener una vida propia primero, antes que amarrarse con una pareja e hijos
Como consecuencia de esto, en la mayoría de los países del mundo, se inician procesos tendentes a dar respuestas a las demandas de las mujeres. Proliferan los planes de igualdad, las oficinas de la mujer, las legislaciones, la promoción de mujeres en cargos de responsabilidad, electos y no electos y organismos nacionales y locales a cargo de las mujeres. O sea, que en este breve recorrido se da cuenta que han habido avances significativos muy importantes.
Natacha Molina

http://www.diba.cat/urbal12/Pdfs/Natacha%20Molina.PDF

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