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sábado, 3 de mayo de 2014

AMENAZADAS Y DANZANTES




Una vez más, la fuerza del movimiento feminista se reactiva debido al actual contexto político, social y económico, y al ataque directo a las condiciones de vida y a los derechos que parecían asegurados. En Sevilla también estamos asistiendo a esa revitalización y es desde nuestra experiencia desde donde queremos situarnos en este debate. Conscientes, además, de que esta ciudad no ha sido protagonista muchas veces de los debates porque la fuerza del movimiento aquí es menor que en otros lados. Sin embargo, en los últimos años, creemos que el panorama ha cambiado, eso es lo que nosotras hemos vivido.

El punto de inflexión es el 15M. De hecho nuestro colectivo, sin ir más lejos, surgió ahí. Nos encontramos un grupo de mujeres que ya veníamos del movimiento feminista y otras que no, aunque con un perfil bastante homogéneo de media: jóvenes, blancas-europeas, sin responsabilidades familiares la mayoría, universitarias y precarias –algunas más que otras–.

‘Hasta er coño’.- En el contexto de efervescencia política y social, fuimos construyendo nuestra propia autonomía e identidad, y sentimos la necesidad de buscar alianzas entre otros colectivos de Sevilla más cercanos a nosotras por su lucha feminista. Y aún creemos que esta revitalización que estamos viviendo se debe más a nuestro empuje como activistas, que somos ‘mu pesás y que estamos hasta er coño’, y a concentrarnos en los asuntos en donde creemos que hay que incidir, que en que los movimientos de la izquierda post 15M hayan incorporado las luchas feministas.

Pero bueno, sigue pasando el tiempo. Y en nuestro entorno, ¿qué ha ocurrido? Que las alianzas con el movimiento feminista de Sevilla han funcionado. Poco a poco. Y no queremos hacer de esto una meta en sí misma, porque no lo es. Empezamos convocando una asamblea de mujeres diversas en una plaza, el 8 de marzo del año pasado. Y hemos ido construyendo este espacio de encuentro y confluencia con mujeres en donde creemos que, pese a sus muchas limitaciones, sí que se puede encontrar diversidad, y más encuentro intergeneracional que tensiones. Al fin y al cabo, la ruptura que ha supuesto en otros sitios la existencia de movimientos encuadrados en la teoría queer y transfeminismos, aquí realmente no ha tenido tanto impacto. Estamos al tanto de los debates y dentro de los grupos se pueden encontrar gente más afín a los mismos, pero nuestra agenda ha girado más en torno a los problemas de precarización de la vida, a la crítica feminista a la economía, y a la acción directa en la calle.

Para nosotras esta confluencia y alianza con algunos grupos feministas también autónomos de Sevilla ha sido muy empoderante e ilusionante, ‘vamo, con musho poderío’. Por esto del diálogo intergeneracional, y porque comprobamos que después de nosotras, por edad, hay fuerza y empuje y ganas en otros grupos que han surgido. También estamos al tanto del riesgo de cooptación que esto supone. Porque en este espacio encontramos gente más cercana al feminismo institucional instrumentalizado por las estructuras verticales y patriarcales que caracterizan a los partidos políticos y sindicatos.

Sin ingenuidad

Creemos importante visibilizar el trabajo que muchas mujeres llevan haciendo durante años por una agenda feminista amplia, al margen de intereses partidistas. Nuestro feminismo pretende ser crítico y radical, sin querer vernos arrastradas por el buenrollismo o la ingenuidad frente a formas de funcionar, y a discursos que no sean antipatriarcales, anticapitalistas ni inclusivos en cuanto a las múltiples diversidades.

No queremos finalizar sin darle la importancia que merece la creatividad en la construcción, transformación y supervivencia del movimiento feminista. Por ello seguimos diciendo “si no puedo bailar, tú revolución no me interesa”. Ante todas las amenazas que nos acechan, no nos queda otra que ponernos flamencas, así que, ¡a ponerse los derechos por peineta!

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