Acerca de nosotras ·

martes, 11 de octubre de 2011

“A las egipcias nos queda una ilusión: las elecciones”





Riham Abdel Aziz Haridy, de Egipto, hablo de la situación de la mujer en los países de África   

El viernes las mujeres de Africa se hicieron un poco más visibles cuando el Nobel de la Paz fue para tres de ellas. La noticia casi se limitó a repetir que el reconocimiento era por la lucha pacífica por la igualdad y la democracia, pero poco se dijo desde dónde se lucha. Africa es un continente temible para ser mujer. Sólo el 16.8% de los parlamentarios son mujeres. La violencia doméstica arrasa. Los asesinatos por deshonra son comunes y se practica una de las peores humillaciones: la ablación de clítoris, que en Somalia, Eritrea y Yibuti afecta al 90% de la población.
 En Africa Subshariana, el 60% de los casos de VIH son de mujeres y el número crece. En ese contexto un grupo de mujeres –como las galardonadas por el Nobel- protagonizan desde hace un tiempo movimientos que intentan cambiar este mapa de la infamia. Las voces que salen a describirlo son pocas. La de Riham Abdel Aziz Haridy es una. Egipcia, de 43 años, profesora de la Universidad del Cairo, es una de las activistas de la “primavera árabe”. Estuvo en Buenos Aires en un seminario de la Universidad Tres de Febrero y charló con Clarín. Para ella a las egipcias les queda “una única esperanza: las elecciones”. 
 ¿Cuál fue el cambio para que protagonizaran la primavera árabe? 
La mujer salió a la calle por primera vez porque hasta ese momento sabíamos que nos iban a ignorar y a tratar mal. A difamar diciéndonos prostitutas, en mi país una de las peores ofensas son los atentados a la reputación, o sacando el pañuelo a quienes lo llevan. Para muchas este tipo de ataque es peor que la muerte. Las primeras protestas fueron en abril y las protagonizaron mujeres que pedían aumento de sueldo, ganar igual que los hombres. En el parlamento sólo había tres mujeres y en el gabinete de Hosni Mubarak una ministra de más de 80 años, ligada al régimen. En todo el resto de los ámbitos no había mujeres. Nosotras en la universidad estamos controladas. Nos dicen qué decir, no podemos hacer nada. Lo mismo que los hombres, en realidad, pero tenemos un punto débil: somos mujeres. 

 ¿Y por qué se animaron a salir?
 El grupo se estaba preparando desde 2006. Una de sus líderes es una médica que se consideraba “muerta o muerta”. A ellas le daba completamente igual todo. Decían que para sus familias estaban muertas. No había posibilidad de cambio ni esperanza. Mubarak quería que su sucesor fuera su hijo. ¿Cómo avanzaron? El gran acierto de la revolución en Egipto fue no presentarnos como grupos minoritarios, como mujeres, cristianos, musulmanes, o estudiantes. Estábamos todos mezclados. Fue difícil desarticular la Plaza Tahrir. 
 Y ahora, ¿cómo se mejora?
 Con educación. Un padre de una alumna me amenazó con que su hija dejaría las clases si no la dejaban dar exámenes tapada completamente con el velo, algo prohibido por ley. En lugar de exigir un aula con solo mujeres, castigaba a la joven. Esto muestra que debe haber un cambio en el pensar. Fueron 30 años de oscurantismo. Nos llevó más de 7 explicar que la ablación no termina con el deseo sexual; que es una costumbre de Africa y que nada tiene que ver con el Islam.
 Y en lo político, ¿qué harán? 
Queremos que haya una mujer en el comité de redacción de la Constitución. En los partidos nuevos, que irán al Parlamento, habrá mujeres porque hay cupo femenino. Ellas van a ser protagonistas del cambio. La última ilusión que tenemos son las elecciones de noviembre. Si una sola de ellas tiene conciencia y trabaja de verdad, la vida de la mujer en Egipto y en Africa mejorará.

09/10/11 
 http://www.clarin.com/mundo/egipcias-queda-ilusion-elecciones_0_569343161.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario